CAPÍTULO XVI

919 86 5
                                    

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

CANCELACIÓN DE DEUDA

Esa mañana había despertado rebosante; flores, corazones y adictivas fragancias dominaban su olfato y su mente. ¡Oh, lo había tenido cerca, tanto, que le pareció haber caído en sus brazos!... Al fin podía ver el fruto de su aguante y obstinación; Naruto poco a poco le estaba abriendo su corazón, y aunque él no se la había puesto nada fácil, tenía la seguridad que lograría conquistarlo.

Se tardó más de lo habitual en la ducha, ¿cómo no?, los cánticos al amor que tenía atorados en la garganta tenían que salir sí o sí de su sistema. Una hora más le ocupó arreglarse enfrente del espejo. Se había decidido por un vestido crema de tirantes, volado hasta el término de la rodilla y entallado en la parte de la cintura; su cabello, resolvió amarrarlo en una coleta, mientras sus labios los coloreó de un alegre carmesí... Lastimosamente, no todo podía ser felicidad.

Naruto le había dado una increíble noticia la noche anterior; había pagado la mensualidad de su Universidad. Sin embargo, en su condición, no era nada conveniente presentarse delante de sus conocidos.

¿Qué haría cuando Sasuke se le aproximara?

¿Y si todo el instituto supiera de sus problemas familiares y de su huida?

¿O si...?

Trató de controlarse. Nada ganaría atormentándose con laberintos sin salidas. Lo más recomendable era ir al registro de la Universidad y ver si le podían hacer un reembolso, o en mejor caso, trasladarla a otro instituto vecino; tal vez, podía utilizar su apellido a su favor.

Sin vacilar y metiéndole prisa, en una hora se vio en la entrada del conocido recinto. Había hecho todo lo posible para pasar desapercibida, y lo había logrado sin problemas... Estando ahí, el trámite duró más de lo que temió; dos o tres horas esperó por una respuesta a su petición. A eso de las cuatro de la tarde ya sabía que no sería transferida ni le devolverían el dinero; lo más que habían hecho por ella era permitirle ingresar el próximo cuatrimestre... Definitivamente el Uzumaki no estaría contento con la noticia; pero era preferible su molestia que el enfrentamiento de su pasado.

No tuvo urgencia en regresar al apartamento. Naruto había salido temprano, y de seguro regresaría tan tarde como siempre, quizás más. Él le había dejado una nota informándole de la obtención de su trabajo; ésta, había sido escueta y con una letra presurosa; aun así, apreció la atención...Por un momento se le cruzó la idea de pasar por el supermercado y preparar algo para agasajarlo, pero rápido la abandonó al recordar sus palabras:

"Si continuabas cocinando de seguro hubieras parado en el hospital. Tu comida no parece muy comestible..."

Sonrió mientras se percataba del fin del camino. Sacó la llave de su bolsillo y desenclavó la perilla, dejando después, que la puerta se cerrara por el suave impulso de sus manos.

Falsas Impresiones- NaruhinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora