Luego de aquel pegajoso y terrible suceso en la cafetería, fui junto a Lucinda y June al baño para limpiarme aquel líquido vertido sobre mí.
-Definitivamente un caballero no es, pero sí es un completo idiota. -Masculló airada June ayudándome a limpiar mi cabello.
Lucinda me ayudaba a limpiar mi ropa con servilletas húmedas, pero aún así debía de irme a casa para cambiarme y regresar.
-Me da temor pensar en su siguiente movimiento... -Susurró la novia de mi hermano con preocupación en su voz.
Yo no dije absolutamente nada, las palabras se quedaron atascadas en mi garganta por todo lo ocurrido hace unos minutos.
-¿Halia? -Las oí a las dos llamarme al notar mi silencio.
Sacudí mi cabeza al escucharlas y les sonreí con suavidad.- Vayan a clase, tomaré un bus e iré a casa a cambiarme. Avísenle a Ezra por favor...
Y con rapidez salí del baño de chicas, sintiendo las lágrimas agolparse en mis ojos debido a lo mal que me sentía.
¿Por qué Lander nos odiaba tanto a los cristianos? ¿Por qué a mí más que todo?
Tantas preguntas sin respuesta para ninguna, era frustrante dicha sensación.
El pasillo estaba desierto pero los pasos míos resonando en el lugar se mezclaban con otros, unos que iban más rápido a mi dirección.
-¡Umgh! -Me quejé al sentir mi espalda chocar fuertemente contra la pared.
Lander me tenía atrapada entre sus brazos a ambos lados de mi cabeza, sin darme escapatoria alguna.
-Halia, Halia, Halia... -Negó con la cabeza con aquella sonrisa maliciosa en su rostro.- ¿a dónde crées que vas?
Mis labios parecieron sellarse como los de Zacarías ante el ángel, el miedo recorrió cada parte de mi cuerpo logrando paralizarme completamente.
¿Qué más iba a sucederme ahora?
-S-sólo voy a... cambiarme en casa... -Susurré desviando la mirada de la suya.
Pero con total brusquedad tomó mi mentón entre una de sus manos, haciendo que lo mirase fijamente otra vez.
-Creí que eras más valiente, pero veo que estás dudando ya de tu confianza en ése inexistente Dios. -Rió con ironía alzando una ceja sin dejar de mirarme.
-¡Te equivocas! -Grité enojada por sus palabras, jamás iba a dudar de Dios ni que menguara mi fe.
Esto pareció molestarle, porque me tomó de los hombros y volvió a pegarme bruscamente contra la pared, ocasionando que de mi boca saliese un fuerte quejido por el dolor.
-Esto apenas empieza, y cuando te vea derrotada y débil... habrás negado a tu Dios y callarás por el resto de tu vida. -Escupió venenosamente antes de soltarme.
E irse como si nada por aquel pasillo, mientras que yo me sentía desmoronarme por dentro.
-Dios amado... ayúdame... -Imploré entre lágrimas saliendo de la universidad.
No sabía por qué Dios estaba permitiendo esto pero debía soportarlo, esto era una prueba para forjar mi carácter y sobretodo probar mi fe.
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Caminaba con tranquilidad, pero a la vez con imponente firmeza que se hacía notar en cualquier lado; Lander Steels era alguien que transmitía terror y nerviosismo a cualquiera que lo mirara, mientras que el aspecto de chico malo era un imán para el grupo femenino de estudiantes.
Pero en su mente estaba solamente una chica: Halia Calloway.
¿Interés romántico?, no exactamente... era cuestión de orgullo masculino. Aquella chica fue capaz de humillarlo en clase al dar una respuesta contra su comentario anti-cristiano.
Tal acción desencadenó un profundo sentimiento de odio hacia ella y hacia todos los cristianos existentes.
Le hervía la sangre ver a todos esos "ignorantes" orar y alabar a un Dios inexistente y que se creía, según el muchacho, dueño de todo en el universo.
-Hey, ¿qué sigue? -Inició un chico en gabardina negra y ropas oscuras.
Habían otros cuatro chicos junto al primero, el mismo grupo que ayudó a Lander a secuestrar a Halia hace unos días.
Lander se cruzó de brazos intentando pensar en lo siguiente.
-Hay que darle en lo que más le duele. -Soltó luego de unos minutos.
El hermano de Halia era el siguiente.
-¿Hablas del hermano de la aleluya? -Agregó otro chico junto al grupo.
El castaño asintió lentamente con la cabeza.- Le daremos un susto al Calloway mayor, y uno muy grande.
El grupo rió ante la maquiavélica idea que iban a emplear contra Ezra. Sabían que los cristianos no golpeaban ni buscaban pelea, por lo que les iba a ser sencillo darle el susto al pelinegro.
-Luego hay que ir por esa traidora de June, no merece llamarse atea a sí misma. -Espetó con total odio Trenton, la mano derecha de Lander.
Pero aquel chico... tenía un severo problema en su interior, su odio era enfermizo y sobrepasaba los límites; quizás el odio de Lander no fuese justificable, pero el de su amigo Trenton iba mucho más allá que el odio que poseía el de ojos aguamarina.
El odio de Trenton podía incluso incitarle al asesinato.
-Lo sé, ella tampoco está fuera de los planes de castigo. -Recordó el aparente líder del grupo de malos muchachos.- por ahora centrémonos en ir esta noche a donde trabaja Ezra para darle el susto.
El grupo asintió en acuerdo y se dispersaron para irse a sus clases correspondientes, por otro lado Lander vio a lo lejos que Halia regresaba con otra ropa puesta.
Al cruzar miradas con ella, no pudo evitar saludarla cínicamente a la par que le daba una sonrisa malvada.
Provocando que la chica caminara con más rapidez a su próxima clase.
El caos estaba por desatarse aún más en la vida de Halia.
△▽△▽△▽△▽△▽△▽△▽△▽Intenso D: comenten por favor y voten si les va gustando!
¡Dios les bendiga!
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ꜱʜᴜᴛ ᴜᴘ! 🔚 novela cristiana.
Duchowe"Capturada y silenciada por mi fe... más Dios me dará la victoria al final." ➡Historia original. ➡No copiar ni adaptar. ➡Registrada en Safe Creative: 1810118707802 ➡️Portada hecha por: @AbiMartinez- ✨