VI: Persecución.

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7:30pm.

Ezra acababa de terminar su turno de trabajo en la cafetería donde trabajaba desde hace un buen tiempo, hablaba por teléfono con Lucinda mientras salía del local.

Pero ver a un grupo de personas frente a él lo detuvo en seco.

-Te llamo después. -Susurró absorto colgando la llamada.

Lander y su grupo sonreían divertidos mientras observaban al Calloway mayor. Ezra mantuvo la calma en todo momento, pero eso no le impedía estar alerta ante todo.

Guardó su celular en el bolsillo de su pantalón, sin quitar la vista de los muchachos frente a él.

-Hey Calloway, los cristianos no pelean, ¿cierto? -Inició Lander con la voz bañada en diversión, junto con aquella maligna sonrisa en su rostro.

El pelinegro se mantuvo callado ante las palabras del contrario de estatura considerable, le sacaba una cabeza al menos y eso era una gran desventaja.

Aquello iba a ser difícil para encontrar algún escape.

Observó que un cliente salía de la cafetería con un vaso de café recién servido, y lo que hizo a continuación no lo dudó.

-Bueno... los cristianos no peleamos... -Sonrió divertido mirando a los chicos frente a él.- pero Jesús aún sigue cambiando mis defectos.

Y con total velocidad, tomó aquel vaso de manos del cliente y lanzó el líquido contra la cara de Lander, provocando que este gritara por lo caliente de la bebida. Ezra no dudó en echarse a correr lejos de ellos.

-¡Agh! ¡Pagarás esto Calloway! -Gritó en total cólera el castaño.- ¡tras él!

Y Lander con su grupo comenzaron a correr con total velocidad detrás de Ezra, el cual no detuvo su carrera en ningún instante.

Agradeció a Dios por estarse ejercitando y manteniéndose en forma, porque de no ser así el escapar le hubiera resultado muy difícil.

Saltó por una verja metálica para caer al otro lado de la misma, pero Lander y sus amigos hicieron lo mismo en cuestión de segundos.

El pelinegro jadeó estupefacto al girar su cabeza hacia atrás e intentó acelerar la carrera antes de que pudiesen atraparlo.

Pero no contó con toparse con el enorme muro de ladrillos que estaba ahora frente a él.

La carcajada maliciosa de Lander lo hizo helarse por completo.

-Hasta aquí, Calloway. -Murmuró escalofríantemente el más alto.

Y entre todos tomaron al chico para que fuese usado como un saco de boxeo para Lander, el cual no medía la fuerza de sus puños.

Los gemidos de dolor y jadeos ahogados de Ezra resonaban en todo el callejón, le era imposible zafarse del fuerte agarre de aquellos tipos.

-¡Me importa un bledo tu odio! ¡Morir para mí es una ganancia! -Gritó Ezra con orgullo a la par que recibía los golpes.

Lander gruñó enojado y le propinó un último golpe en la cara, dejando abatido al joven por completo.

Su peso colgaba de sus brazos, semejantes a una crucifixión.

"Si debo morir por causa de Cristo... que así sea", fue lo que pensó antes de caer casi cerca de la inconsciencia.

-Con eso ya ha tenido suficiente. -Murmuró sonriente el de orbes aguamarina.

Entonces decidieron irse de allí, dejando a Ezra tirado en el suelo por completo.

-Señor... a-ayúdame con tus fuerzas... al menos... para llegar a casa. -Rogó en forzosos susurros, con la vista clavada en el cielo nocturno.


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9:05pm.

Ezra se estaba tardando mucho en llegar a casa, normalmente cuando él salía del trabajo solamente tardaba media hora en venir.

Pero mamá y yo estábamos preocupadas de que se estuviera tardando tanto.

-¿No estará en casa de los padres de Lucinda? -Pregunté hacia mi madre que miraba la puerta con preocupación.

Más ella negó con la cabeza en respuesta.

-Llamé a Sujin hace como cinco minutos y me dijo que Ezra no estaba allí. -Suspiró pasando los dedos entre sus hebras castañas rojizas como mi cabello.

Mordí mi labio sintiendo el miedo arroparme, si algo le pasaba a Ezra me iba a sentir muy mal.

-Oremos. -Le sugerí a mi madre tomando sus manos.

Ella asintió en acuerdo y ambas nos dispusimos a orar con fe pidiendo al Señor que trajera a Ezra pronto a la casa, y que nada malo o grave le hubiese sucedido.

Al finalizar nuestra oración luego de varios minutos, la puerta principal se abrió de golpe sobresaltándonos a las dos.

Y la imagen que obtuvimos mi madre y yo fue totalmente desgarradora.

Ezra estaba sucio y cubierto de sangre, su rostro estaba magullado y por lo maltrecha de su camiseta pude ver que también su torso había recibido mucho daño.

Su mano derecha se aguantaba del marco de la puerta, mientras que con la otra se sujetaba fuermente su costado. Jadeaba irregularmente como si le pesara hacerlo.

Alzó su mirada y nos sonrió débilmente, y mis lágrimas no tardaron en salir al verlo caer directamente al suelo.

-¡EZRA! -Gritamos mamá y yo desgarradoramente corriendo hacia él.

Su estado estaba muy mal y tenía que ser atentido urgentemente por médicos, mamá corrió a llamar a emergencias mientras que yo sujetaba la cabeza de mi hermano entre mis manos.

Sollozaba arrodillada junto a él.- E-Ezra... por favor aguanta... torpe simio...

Perdí a mi padre en un accidente de avión, pero no iba a perder a Ezra y sabía que Dios tampoco lo dejaría morir.

Él tenía que completar el propósito de Dios en su vida.

-Señor... -Susurré alzando mis ojos hacia el cielo oscuro y levemente nublado.

Y clamé con desespero y angustia.

-¡Sálvalo!


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Muy intenso 😱 sólo diré eso djfjjdjjfd comenten y voten!










¡Dios les bendiga!

ꜱʜᴜᴛ ᴜᴘ! 🔚 novela cristiana.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora