ꜱʜᴜᴛ ᴜᴘ! 🔚 novela cristiana.

X: Alma libre

"-June... si murieras... ¿a dónde crées que iría tu alma?"

Todo ocurrió en cámara lenta delante de mis ojos, el cuerpo de June ser aventado por los aires hasta aterrizar abruptamente en el suelo como si fuese una muñeca de trapo.

Inerte y sin movilidad.

Rápidamente corrimos hacia ella, mientras que el auto negro retrocedía a toda velocidad de la escena para no ser atrapado por la policía. Me arrodillé frente a mi amiga, la cual escupía sangre por la boca y su cabeza dejaba salir más de esta a borbotones.

-June... -Musité sin voz, tomando su cabeza entre mis manos.

Ella sonrió abriendo los ojos, con la sangre escurriendo por la comisura de sus labios.- Halia... jé... supongo que Dios desea que lo vea al fin...

Sus palabras lograron sacar lágrimas de mis ojos, Ezra y Lucinda se arrodillaron del otro lado de nuestra amiga llorando igualmente.

Entonces, con aquel nudo en mi garganta, fue que hablé.

-¿Aceptas a Jesucristo como tu Salvador y Señor? -Sonreí sintiendo las gotas caer por mi rostro.

Tosiendo algo de sangre, asintió con la cabeza.

-Lo acepto... y deseo que perdone cada uno de mis pecados... -Susurró a duras penas debido a lo mal que se hallaba su estado físico.

Lucinda escondió su rostro en el pecho de Ezra mientras lloraba desconsolada, mi hermano solamente soltaba jadeos a la par que sus lágrimas salían de sus ojos.

Mordí mi labio y comencé a decir la oración de salvación para June, la cual repetía con lentitud en un hilo de voz.

-Amén... -Finalicé tomando su mano sin dejar de sonreírle.

Mi amiga sonrió mirando el cielo, y jadeó de sorpresa.

-Halia... es real... me está abriendo sus brazos... yo... es precioso... -Susurró sonriendo con alegría y lágrimas en sus ojos, con la vista clavada en el cielo.

Y finalmente... su cuerpo dejó de moverse y su respiración se detuvo, aquel rostro ahora inmóvil y sin vida quedó grabado con aquella sonrisa pura y sus ojos brillosos de lágrimas al ver algo que nosotros no pudimos ver.

La lluvia no tardó en caer, algo que resultaba irónico en esos momentos. La gente nos rodeaba hablando del suceso mientras que algunos llamaban a Emergencias.

Pero ya era tarde, el alma de June junto a su espíritu volaron alto hasta el Paraíso.

-¡JUNE! -Gritó Lucinda de forma desgarradora, Ezra la sujetaba más fuerte entre sus brazos.

Sonreí con tristeza abrazando el cuerpo de mi amiga, sin dejar de llorar en ningún instante.

Con el consuelo latente... de que algún día íbamos a volver a verla.

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Cementerio central de Danville.

5:00pm.

Observaba la lápida de mi amiga por largo tiempo, el que sus padres se enteraran de algo así desgarró mi alma en dos partes; mi mente rememoraba los gritos desconsolados de la madre de June mientras que su padre la controlaba, era un cuadro que no deseabas ver por más de cinco segundos.

Miré el texto grabado en la lápida de June otra vez.

"June Lawrence.

1996-2018

Fue alguien que, a pesar de todo, dio la vida por sus amigos sin importarle la suya."

Y eso era cierto, June aunque nunca fue creyente siempre estuvo junto a nosotros compartiendo cada segundo de nuestras vidas.

Recordé esas palabras que le dije una vez hace mucho tiempo.

"-June... si murieras... ¿a dónde crées que iría tu alma?

-Pues... -Suspiró pesadamente.- me da miedo pensarlo... pero si Dios existe como tú dices, entonces desearía verlo cuando muera."

Cuánta razón hubieron en aquellas palabras, porque ahora ella estaba en el gozo del Señor sin sufrir más y sin llorar más por nada de este mundo.

-Señor... tus caminos son más altos que los nuestros... y sé que el que tenías para June era más alto que el que ella solía andar... -Susurré sonriente mirando hacia el anaranjado cielo sobre mí.

Sabía que, Dios tenía un propósito diferente para cada uno de nosotros y pude entender... que el de June era el de dejar esta tierra para que algo peor no le aconteciera en el camino. A la final se descubrió que aquel choque fue provocado pero aún las autoridades no hallaban el auto del suceso, y menos al sospechoso a cargo del asesinato de June.

Por lo que dejé aquel caso en manos de Dios, aunque sentía en mi espíritu que Trenton era el culpable y era lo más obvio, pero la justicia no debía ser tomada en mis manos sino en las de Dios.

-Halia, vámonos... -Ezra se acercó a mí para avisarme de que nos fuéramos.

Asentí suavemente con la cabeza y caminé detrás de él para llegar hasta donde estaban nuestra madre junto a los padres de Lucinda y ella, la cual había regresado luego de haber llevado a los padres de June a casa.

-Jesús dará las fortalezas para vencer este mal rato... crean que algún día la verán otra vez. -Declaró con una sonrisa nuestra progenitora al vernos.

Mi hermano, Lucinda y yo nos tomamos de las manos al estar todos cerca para mirarnos.

-De ahora en adelante, sigamos batallando con más fuerza contra el enemigo y demos esa batalla que June ya ganó porque, aunque no lo parezca ella salió victoriosa al morir entregándose a Jesús. -Habló el pelinegro con seguridad en su voz.

Era cierto, ahora nosotros continuaríamos con la lucha, June había ganado la suya y nosotros ganaríamos la nuestra.

Éramos más que vencedores después de todo.

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Este cap fue algo emotivo para mí ya que mis sentimientos fueron plasmados de forma genuina, hace una semana perdí a una amiga de la infancia con la cual al crecer perdí todo contacto con ella... Vivió una mala vida y cuando yo supe sobre eso no le prediqué, enterarme de su muerte con la corta edad de 18 que ella tenía fue un golpe duro, su alma fue lo que más me dolió... Pero en fin... Si perdiste a alguien físicamente este año... Recuerda que en Jesús está la fortaleza, y que en el Espíritu Santo hay consuelo 💗

¡Dios les bendiga!