Capítulo 21: "Una dulce manera de amar"

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Un gigantesco hombre platicaba con un hombre maduro de cabello lavanda dentro de un laboratorio.

Ya van hacer dos semanas desde que ese chiquillo estúpido se llevó a mi hija y hasta ahora no hay rastros de ellos en ninguna ciudad o aldea y la espera hasta que el chiquillo decida salir del planeta se me hace muy pesada, dijo el rey.

Te comprendo amigo pero no nos queda más que esperar, ser pacientes, dijo el señor Brief.

¿Tú esperarías si a tu hija se lo lleva un alienígena vaya a saber a dónde?, ¿acaso no estarías preocupado?, el príncipe Cell ya no querrá casarse con mi niña pues presume que el chiquillo ese ya la ultrajo y mi niña ya no es pura, dijo el rey Ox con molestia.

Yo no creo que algo así pase, Milk es una niña muy lista, sabrá evitar ello además ese chiquillo es tan inexperto como ella tú mismo me dijiste que tu hija te comento que él le dijo que todo este tiempo solo estuvo esperando el día en que la conocería, no creo que hay maldad en su corazón mucho menos que la fuerce a estar con él, dijo el señor Ox.

Esa es una raza de simios salvajes, yo los he enfrentado por ello se cómo son pero si ese chiquillo se atreve a ponerle un solo dedo sobre el cuerpo de mi hija, lo destruiré con mis propias manos y hablando de destruir, ya está listo lo que te pedí que crearas, dijo el rey Ox.

Si, ayer lo trasportaron a la Capital Sur como pediste, dijo el señor Brief.

Perfecto allí será el lugar donde ese alienígena muera, dijo el rey Ox.

Paoz:

Un par de pelinegros nadaban dentro de una laguna mientras jugaban con el agua como un par de niños.

Me alegra que ya no sientas temor, dijo Gokú llegando junto a la pelinegra para abrazarla a él.

No ya no, ya no siento temor porque sé que tu estas junto a mi cuidándome, dijo Milk con dulzura.

Así es, yo te cuidare siempre, dijo Gokú al tiempo que rodeaba con sus brazos la delgada cintura de la pelinegra para apegarla más a él.

En el lugar donde construiste nuestra casita en tu planeta también hay una laguna, dijo Milk con dulzura mientras giraba su rostro para darle un dulce beso en la mejilla al joven de cabello alborotado.

Sí, es muy parecido a este lugar por ello cuando vi el lugar donde aterrizo mi nave me sorprendí mucho, dijo Gokú mientras cerraba sus ojos para sentir los labios de la pelinegra sobre su rostro.

Entonces me encantara, dijo Milk con dulzura.

Si, te encantara, dijo Gokú siendo ahora el que le daba un dulce beso a la pelinegra en su mejilla.

Creo que ya debemos ir a la cabaña, dijo Milk sonriendo.

Si tienes razón ya va a empezar a oscurecer, dijo Gokú con temor.

No temas, no pasara nada, yo me encargare de que la luna no cause efecto en ti, dijo Milk sonriendo.

¡Gracias¡ dijo Gokú mientras tomaba en sus brazos a la pelinegra.

¿Qué haces?, dijo una ruborizada pelinegra.

Te llevo en brazos a la cabaña para que no te me canses, dijo Gokú.

La pelinegra solo sonrió ante las palabras del jovencito de cabello alborotado al tiempo que apoyaba su cabeza al pecho húmedo del jovencito.

Gokú llevo a la pelinegra en la cabaña, al llegar a esta la bajo con delicadeza de sus brazos, tomo un pedazo de tela cubrió su cuerpo y con otro pedazo empezó a secar el cabello de la pelinegra con delicadeza.

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