"La Marca"

Capítulo 27: "Remordimiento: Respetare el pacto"

(Ultimos capítulos)

Un gigantesco rey miraba preocupado a su bella hija que estaba acostada sobre una cama de hospital con diversos golpes y cortes en su cuerpo.

Papá, ¿Dónde está Gokú?, el no conoce esta ciudad, ni entiende mucho nuestro idioma, solo lo básico podría estar pasándola muy mal ahora, decía Milk con nostalgia haciendo que el gigantesco rey tenga una punzada en su pecho.

Mi hija ni siquiera imagina que ese chiquillo a estas horas hasta podría estar muerto, pensaba el gigantesco rey.

Papi Gokú no es mala persona, el tiempo que estuvimos juntos el me respeto mucho, si las cosas pasaron fue por el amor y deseo que ambos llegamos a sentir, él no me obligo a nada, a nada padre, decía Milk con voz cansina.

No te esfuerces hija, descansa, descansa, dijo el rey.

No, no puedo descansar hasta no verlo, hasta no saber que está bien, ¿por qué está bien, no padre?, dijo Milk tomando una de las manos del rey.

¡Eh, supongo que si¡ dijo el rey para salir del apuro.

Papá búscalo, necesito verlo, él estuvo combatiendo contigo, ¿no?, ¿qué paso con él?, porque el debió ganarte padre, él es muy fuerte, decía Milk con voz temblorosa.

¿Qué hago?, no puedo decirle que le tendí una trampa al chiquillo ese o mi hija me odiaría para siempre, dijo el rey.

Papá, ¿Quién de los dos gano?, ¿Por qué me encerraste en esa torre?, decía Milk sollozando.

Cálmate, cálmate hija, no es bueno para tu salud ahora mismo te digo que paso, dijo el rey.

¿Dónde?, ¿dónde está Gokú?, dijo Milk desesperada al tiempo que el señor Ox apretaba un botón que estaba sobre la cama de la pelinegra e inmediatamente una enferma entro a la habitación.

Está muy nerviosa, dijo el rey.

Hay que colocarle un sedante el medico indico que le colocáramos ello en caso sufra una crisis nerviosa, dijo la enfermera.

Yo no estoy nerviosa, solo preocupada, padre, ¿Qué le hiciste a Gokú?, decía Milk tratando de sentarse en la cama.

Princesa Ox, no puede pararse, dijo la enfermera mientras le colocaba un sedante a la pelinegra.

Hija, hazle caso a la enfermera, dijo el señor Ox.

Papá, ¿Dónde está Gokú?, ¿Qué le hiciste a mi amor?, ¿Qué le hiciste?, decía Milk desesperada mientras cerraba sus ojos lentamente por el efecto del sedante.

Ya está, dormirá por algunas horas, dijo la enfermera antes de salir de la habitación.

Hija, mi niña, yo solo quiero lo mejor para ti, pero tampoco quiero que me odies, si el chiquillo alienígena muere me odiaras de por vida y yo no podre soportarlo, no podre, tendré que ir a sacar al chiquillo de la trampa espero aun encontrarlo con vida porque de lo contrario cargare con esta culpa siempre, siempre, pensó el gigantesco hombre mientras salía de la habitación.

Minutos después:

El rey junto a un par de hombres que eran sus empleados abordaron un helicóptero.

En dirección al sur, yo te indicare cuando tengas que aterrizar, dijo el rey.

Si majestad, dijo uno de los hombres que iba manejando el helicóptero.

Ojala y aun estés vivo, pensaba un entristecido rey mientras miraba por la ventana del helicóptero.

Mientras tanto: