Después de aquella anécdota que ya se había grabado en mi mente, Mihael continuó con su trabajo sin menores contratiempos, aquel "compañero" simplemente continuo mirándole de la peor manera posible durante el resto del tiempo y no sé si era mi imaginación, pero parecía mirar con miedo el portalápices.
Cuando el reloj marcó las seis, Mihael terminó de teclear un par de cosas en la computadora y metió los folders en el archivero nuevamente. Tomando su mochila, metió una libreta en él y tomó su celular, conectando los auriculares nuevamente y mirándome finalmente—. Larguémonos de aquí.
Nuevamente le seguí sin agregar nada, aún inseguro de qué podría decir sin parecer un entrometido o poner las cosas incómodas. Mihael lucía cansado, muy cansado, los ojos los mantenía entrecerrados y realmente no levantaba las piernas más de lo necesario con cada paso, en más de una ocasión creí que se caería o algo por el estilo, afortunadamente no pasó.
Al volver a su departamento, Lana le recibió con el mismo entusiasmo que el día anterior y él intentó corresponder el saludo, logrando a duras penas cargarla antes de irse a tirar al sillón; su cansancio lucía más mental que físico y eso, junto con todo lo demás, decía cuan tedioso se le hacía el trabajar en eso.
Aunque sabía no hacía ruido al caminar, me moví cuidadosamente hasta quedar frente al sillón, encontrando para mi sorpresa que Mihael parecía haberse quedado dormido con el perro recargando su cabeza sobre sus brazos cómodamente.
—¿Qué es lo que haré? —Murmuré mientras me movía hacia la ventana nuevamente.
Lo que había pasado en el trabajo me había dejado en claro que realmente era capaz de ayudar Mihael a salir de esta monótona y desilusionante vida, pero aún ahora no sabía completamente los pasos a seguir para hacerlo. De lo que había observado podía decir que sus compañeros de trabajo quizá tuvieran el mismo sentimiento de odio hacia el lugar donde laboraban, que el ambiente ni por asomo era agradable o cómodo y que su jefe quizá había pasado toda su vida guardándose su veneno para sí para dejarle fermentar y escupirlo finalmente ahora que tenía el poder para hacerlo a sabiendas de que nadie podía realmente anteponerse a él sin terminar en la calle. La situación era mala.
—He tenido la suerte de tener un departamento con buena vista —ya para este momento me había acostumbrado a ser sacado de mi ensimismamiento gracias a su voz y era gracioso... hasta cierto punto—. ¿No crees?
—Sí, es agradable —dije, girándome para mirarle mientras colocaba a Lana sobre el piso y se ponía de pie, frotándose la cara con ambas manos—. Deberías de dormir temprano hoy.
—Lo intento, ¿sabes? —Dijo, caminando hacia la cocina mientras continuaba estirando las piernas—, aunque me vaya a la cama más temprano termino por dormirme ya pasadas las 2 de la mañana.
—¿Has intentado ver a algún doctor? —Pregunté, acercándome un tanto más a él.
—No, siempre he odiado a los doctores, a sus diagnósticos —murmuró rápidamente—, todo sobre ellos, me niego a hacer eso.
Suspiré, no estaba muy seguro de las razones por las cuales él reaccionaba de aquella manera pero tampoco me iba a poner a preguntar, no sentía que fuera el momento adecuado para hacerlo—. Podrías intentar tomar un té o algo que ayude a relajarte.
—Supongo que lo intentaré, vi unos tés que decían algo sobre ser relajantes o algo así —se alzó de hombros, moviendo los trastes que tenía en el fregadero para empezar a lavarlos—. Y bien, ¿qué te pareció mi magnífico trabajo?
—Lo odias —solté, notando como dejaba salir un pesado suspiro—. No toleras realmente lo que haces y en verdad no deberías de seguir ahí.
Dejando los platos de lado y cerrando la llave, Mello se giró para verme, agitando la cabeza levemente—. En el mundo de los vivos hay cuentas que pagar, aún me falta un año de pagar este departamento, los servicios cuestan, todo necesita dinero y por si no lo has notado, no cae del cielo.
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Diferentes mundos. [Mello x Near]
FanfictionSoy algo que, se supone, no debería existir. Una entidad que sólo es usada para asustar a los niños que se portan mal. Algo a lo que algunos temen. Un fantasma, literalmente. Nadie puede verme, nadie me puede escuchar, mi "vida" no afecta en lo m...