Zen
Por alguna razón en los funerales llueve, este es el tercero al que Kirishima Zen asiste y es la tercera vez que llueve, suficiente como para estar seguro de que en los funerales siempre llueve. Su madre le toca la espalda para que se mantenga erguido, su padre le aprieta el hombro como consuelo. Le dan consuelo a él... Zen no necesita consuelo alguno, si, adoraba a su maestra, si, la extrañara, si, esta triste. Pero no tan triste como el hombre y el niño que se sientan delante del altar... ellos necesitan consuelo. Ellos necesitan que alguien les apriete los hombros y les tienda la mano. Nadie lo hace. Están solos.
Ambos visten formales, el padre parece perdido, el niño parece enojado, muy enojado y Zen quiere casi reírse. Casi. Ese chico no parece de los que se caen a llorar, es de los rudos, le recuerda a ella de inmediato, su maestra era de las rudas. Los rudos, Kirishima Zen es de los rudos, de los que se enfrentan a los problemas... tiene trece años, el niño tiene once, lo sabe, sabe su nombre, aunque nunca lo había visto, ella quería a su hijo. El niño pasa sin detenerse al jardín, Zen lo mira, podría caminar y decirle algo, pero no se anima.
— Podría traer a su hijo para que entrene conmigo – ella sonríe amable, su cabello negro azulado cae lizo mientras recoge la lona - me han dicho que su hijo es un gran peleador
— Lo es – acuerda ella sonriente – pero no podría verlos pelear
— No es real, son peleas de entrenamiento
— Es igual Zenchan, los quiero tanto a los dos que quisiera que ambos ganaran
— Si voy a las regionales – Zen estaba seguro de que iría - ¿él ira?
— No lo sé... supongo que es probable, si ambos siguen entrenando que en algún momento se encuentren y peleen. Takafumi es... y tu... han... creo que si se conocieran no podrían pelearse Zen.
— Crees que tu hijo me amaría
— Todo el mundo te ama – ella se quedó en silencio – ¿Por qué tienes tanta curiosidad por mi hijo?
— Porque cuando acabe el ciclo iré a secundaria... ya no la veré, tengo curiosidad por muchas cosas maestra
— Puedes verme cuando quieras Zen, seguiré dando clases aquí, pero los chicos se olvidan pronto de las profesoras.
Mentirosa.
Zen comienza a sentirse molesto. Ella le mintió. No volverá a verla nunca...
La lluvia no cede, Zen alcanza a Takafumi, no está llorando ni esta devastado como debería estar ya que su madre ha muerto, no. Ahí en uno de los sillones Yokozawa Takafumi está leyendo con los audífonos puestos, como si nada hubiera cambiado en el mundo. Debería estar sufriendo, es lo que Zen cree que debería suceder cuando muere tu madre, que llores y maldigas a Dios y a los hombres. No es el caso. Yokozawa Takafumi está leyendo con calma mientras escucha música y a Kirishima Zen la sangre le hierve.
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Takafumi
El incienso huele mal, definitivamente mal, es lo que piensa mientras escucha la ceremonia. ¿Qué hace ahí? ¿Por qué no pudo quedarse en casa? ¿Por qué se supone que esta es la última despedida de su madre?
Están idiotas todos o qué
La última despedida de su madre fue el jueves a las cinco, ella le beso la frente y le puso la cena en la mesa, le dijo "Cariño deja el libro y ven a cenar" luego tomo su abrigo y salió. La lluvia no la detuvo, una simple tormenta jamás la detendría... la detuvo un coche, la detuvo otra mujer que conducía en la lluvia, la detuvo otra madre y Yokozawa espera que esa otra mujer también se hubiera despedido como ella. Ella le dijo cariño, ella le dijo ven a cenar... puede que le pidiera que dejara el libro, pero es que ella le compro ese libro.
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Camino al Desastre
FanfictionY si en otro universo, ellos se hubieran encontrado primero. Camino al desastre es el camino inevitable de dos personas qué, siempre llegarían al mismo punto sin importar el camino que escojan... porque cuando dos personas se aman... siempre se nota...