Camino al Desastre

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Camino al desastre

Ella

Chocolate... Chocolate es lo que tienen en común.

Kirishima Zen jamás comparte sus chocolates con nadie, se los come solo mientras descansa luego del entrenamiento, no importa que le pidan varones o chicas, él es egoísta. A ella no le importa que lo sea, le gusta que Zen no ceda a los que quieren. Cuando Zen falla todos lo abuchean, se le ríen y lo condenan, ovejas que se ríen del lobo cuando pierde la presa. Olvidan que el lobo sigue siendo lobo, olvidan que son ovejas y se ríen. Y sucede.

Kirishima gana.

Es el mejor de su clase, es el capitán del equipo, es, aunque suene mal si ella lo dijera, el más guapo de la clase, cuando crezca seguro le odiaran más porque todas las chicas terminar irremediablemente de acuerdo en que Zen es más guapo, agradable e inteligente que ellos. Ella no tiene dudas.

Takafumi se come el chocolate a solas, donde nadie le pida, porque si le pidieran seguro lo compartiría, aunque es difícil imaginar a alguien pidiéndole algo a Takafumi. Takafumi tampoco lo intenta, es frágil, las cosas le duelen más y se cubre con la seriedad para seguir siendo fuerte. Se le ríen cuando lee, pero no saben los mundos que se pierden, se le ríen cuando no juega y le odian cuando lo hace, porque gana. Le odiaran más cuando crezca porque hace las cosas con calma y a temple continúo. En silencio el primero de la clase, el único eximido de los exámenes finales. Ellos murmuran. No importa.

Takafumi los ignora

Ella les acaricia el pelo, compra chocolates con menta para Kirishima, escoge los de relleno de coco para Takafumi.

— ¿Puedes comprarme un libro?

Que pregunta...

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— Solo digo – afirma Zen con molestia en la cena – tienes que tener respeto

— Solo digo – responde Yasuda – que armes tu castillo de Hogwarts en tu casa y no en nuestra "sala"

— Solo quiero completarlo para Instagram – se defiende Zen con un leve mohín infantil

— Ve a tu casa, visita a tus padres y ármalo ahí - Yasuda clava el tenedor en su cena

— Eres imposible, yo no te digo nada de tus maquetas

— Mis maquetas son requeridas por la universidad -y entonces Yasuda mira a Yokozawa – ¡Joder dile tú algo!

— ¿Cómo es que tienes un catillo de Hogwarts? – atina a decir Yokozawa

— Mi padre me lo regalo

— Te odio – completa Yokozawa sin decir más nada

Yokozawa cena con el ceño fruncido, molesto de verdad, con una molestia infantil que Kirishima Zen y Yasuda Gou encuentran adorable. Ambos le miran comiendo sereno mientras por su rostro pasan los celos y la envidia en un desfile magnifico que ambos chicos identifican.

— Que dices si lo armamos nosotros Yokozawa – la vos de Yasuda le hace voltearse – Zen la ha armado antes, podemos armarlo nosotros esta vez, creo que es lo justo

Kirishima Zen asiente emocionado, sonríe mientras Yokozawa y Yasuda comienzan el arduo trabajo y el fin de semana se quedan armando un castillo lego, mirando las películas, para ellos es parte de su niñez, lo tienen en la sangre. Retándose a duelos, defendiendo a sus casas, preguntándose trivias y riéndose.