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"es que tu te lanzas al desastre"

"no sabes frenar, y acaba en desastre"

"en definitiva rumbo al desastre"

"de camino al desastre"

A Yokozawa Takafumi le resulta casi irónico la cantidad de veces que se ha repetido esa palabra "Desastre'. Una anticipación a este momento en el que tal vez debería, si estuviera en sus cabales, quedarse callado, pero no le da la gana, no le da la gana seguir soportando la conversación porque esta harto desde que ella con todos los dientes le ha sonreído invitándolo al cumpleaños de Kirishima, como si a él le dieran ganas de estar en una reunión donde ellos estarían juntos, no como ahora que Kirishima frente a ellos prefiere actuar como si no los oyera o no le importaran, se limita a Si y luego Hum y termina con Si Claro, pero no dice mas que eso y de pronto su mirada cae en Yokozawa, Kirishima de vez en cuando es mas allá de Cautivador y cuando le mira con ese brillo de deseo por un segundo Yokozawa se tambalea en la decisión de alejarse de él, no quiere más encuentros desesperantes, besos robados, peleas entre Yukina y Zen. Solo quiere aceptar la derrota. Rendirse.

Rendirse nunca termina en desastre.

El local esta a medio lleno, les sirven 2 jugos de fresa y un agua con gas, dos tostadas. Kirishima le sonríe a la camarera y esta le devuelve la sonrisa como si tuvieran un secreto entre ambos, Yokozawa casi que se conoce los secretos de Zen, aunque ahora mismo le pesa haber imaginado que dichos secretos terminaron hace tiempo. Seguro que no. Seguro que Kirishima sigue saliendo a escondidas con algunas chicas, también, de seguro, algunos chicos. Son secretos. Sakura dobla su servilleta hasta convertirla en una bolita pequeña y sonríe como si quisiera calmarse, Yokozawa sentado junto a ella se cruza los brazos a la altura del pecho y mira fijamente a Zen.

— ¿Qué les pasa? – con una sonrisa encantadora, una sonrisa que lo delata

— ¿Es ella? – Sakura mira a su jugo y no a su novio

— Puede...

Ellos se quedan en un silencio que más que silencio parece vacío, como si ninguno estuviese sentado ahí, solo que ambos lo están.

La incomodidad trepa y Yokozawa siente mas calor en la mesa junto a ellos que afuera donde el sol pela la piel. Kirishima vuelve a mirarle y por un momento que parecen 100 años se miran el uno al otro, de un modo que para cualquiera seria evidente, salvo para alguien que no cree que esa posibilidad sea real. Sakura observa, no por primera vez, la intensidad con que ellos se miran a los ojos, ella no está ahí o si esta poco les importa cuando Kirishima bebe sus ojos están fijos en los ojos de un color tan oscuro que es casi negro, Kirishima le dijo un día: Son cobalto oscuro, pero lo dijo con la misma intensidad que ahora le dedica. Sakura trata de no fijarse, pero es inevitable. Es como si se lo restregasen en la cara, como si ellos desearan hacerlo obvio, como si aquello que ella escucho ahora no parezca una mentira. Se besaron, los vieron, al finalizar la pelea donde Kirishima gano, los vieron besarse. Sakura soltó una carcajada cuando se lo dijeron, no les hizo caso, nunca confronto aquel chisme, pero ahora parece que no era un chisme, parece que no era un beso, parece que la persona con quien la engaña esta sentado junto a ella.

Ridículo.

Imposible.

Sakura bebe y trata de alejar la idea, como si fuera una mosca trata de espantarla, solo que no se va. Solo que hace nido, como si de pronto no fuera una moja sino un panal, cientos de abejas picandola desde dentro, diciendole todas esas cosas que nadie quiere escuchar.

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Sakura

Camino al DesastreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora