12. La fiesta

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Llegue a mi casa y de inmediato corrí a mi habitación para bañarme, me depilé de pies a brazos aún que me tarde un poco por aquello de que la cera depiladora se tiene que calentar y eso.

Cuando salí de bañarme fui a escoger mi atuendo para esta noche supongo que la fiesta es casual así que escogí esto.

Algo sencillo pero con un color elegante, conecte la tenaza para hacerme unos rulos de medios a puntas, me maquille lo necesario y me puse mis tacones negros

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Algo sencillo pero con un color elegante, conecte la tenaza para hacerme unos rulos de medios a puntas, me maquille lo necesario y me puse mis tacones negros.

Como todavía faltaba un mucho para las 10:00 decidí salir a las piscinas llevaba una cajetilla de cigarros mentolados (por que los normales no me gustan) en la mano.

Saque uno, lo llevé a mi boca para encenderlo, lo prendí con el encendedor y le di la primera calada, después exhale el humo y así estoy hasta que me acabo el cigarro.

Apago el cigarro, entro de nuevo a la casa, agarro mi bolsa donde traigo a las consentidas bien escondidas, metí la cajetilla también ahí, también llevo mi maquillaje para retocarme, mi celular y mi cargador.

Tomo las llaves de mi carro y salgo de la casa, camino hasta el garaje donde está mi carro, me subo, dejo la bolsa en el asiento de copiloto, enciendo el carro y arranco.

Aceleró una vez en la calle, pienso en todas las posibles escenas con las que me puedo encontrar.

Eso incluye que mi compañero sea tal vez un humano entonces sabré que lo podré dejar fácilmente.

Por que los humanos que tienen por compañero a un ser sobrenatural solo se sienten atraídos por nosotros al principio si yo decidiera aceptarlo (cosa que jamas haría) sus sentimientos por mí irían creciendo de apoco pero si decido ignorarlo él también me ignorará o eso espero.

Ya pase el portal y estoy en la cuidad humana, me dirigí a las montañas donde había quedado con Dimitri, baje la velocidad al llegar, él ya estaba esperándome parado a un lado de su moto.

Al parecer estaba perdido en sus pensamientos porque cuando hice rugir el motor dio un brinco que me hizo reír, baje la ventana.

Aisha- ¿por que te asustas?-

Dimitri- me tomaste desprevenido, vamos que la fiesta ya empezó- se subió a su moto, se puso el casco y se puso frente al carro aceleró y yo lo seguí.

Salimos de la zona montañosa para llegar de nuevo a la ciudad, pasamos las calles comunes para entrar en calles más lujosas donde mi carro encajaba a la perfección.

Pasamos casas lujosas pero he visto mejores, al llegar al final de la tercera calle había una casa aún más grande y más lujosa que cualquier otra de las que habíamos pasado.

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