Madness (Joseph)

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Resultaba un poco desconcertante la idea de que una chica creara un trauma a partir de algo tan común, la muerte es algo que llega de una u otra forma y eventualmente, la tristeza termina yéndose. Violet era una chica destruida, fragmentada y sobre todo traumatizada. Su amiga Pepper se había llevado una parte de su alma haciendo que quedara un espacio vacío, el cual pretendía llenar con terapia o, con mi amor, lo que la ayudara a sanar primero. Cuando llegó a mi consultorio pude notar la desesperación, necesitaba que la ayuden a borrar recuerdos o por lo menos a que no sean tan dolorosos así que, empecé con terapia básica, haciendo que me cuente su perspectiva y sus mayores miedos, descubrí que había mucho más que un simple trauma. Trabajamos al rededor de un año en su recuperación psicológica y para el final de las sesiones ya tenía una cita con ella, debo agradecer a su amiga Jane quién le dio el empujón que necesitaba para que salga conmigo. Soy un tipo de relaciones largas y a futuro, no me interesan los amores pasajeros y mucho menos los informales, por esa razón empecé a trabajar en algo duradero, que se proyecte a matrimonio. A pesar de mis esfuerzos, parecía que no me contaba todo, la muerte de su amiga era una parte pero sentía que tenía miedo al amor, jamás me lo contó. Planeaba hacerla mi esposa cuando terminara su carrera, pero los inconvenientes se volvieron graves cuando ella dejó de hacer lo que le pedía. 

No era muy difícil seguir mis indicaciones: no debía salir sola, no podía usar ropa demasiado reveladora, no tenía permitido beber o drogarse (a menos que estuviera conmigo), tenía que presentarme a todos sus amigos y pasar por mi aprobación, yo decidía a quién ella podía ver y a quién no; al principio todo iba a bien, pero de un momento para otro empezó a desobedecerme y eso me causó mucha ira. Tuvo el descaro de terminar nuestra relación por razones estúpidas y no iba a permitir que me deje, ella era mi futura esposa y nadie iba a quitarme esa idea de la cabeza, ni siquiera ella misma, era ridículo. Decidí buscarla por todas partes esa mañana, no la pude encontrar sino hasta la noche, cuando salía de un bar de mala muerte donde iban a tocar bandas de desadaptados y drogadictos, perdí los estribos cuando la miré con un tipo que parecía un psicópata. 

-¡Déjame en paz, Joseph!-gritaba, pero yo estaba concentrado en el que se había atrevido a tocar a mi chica. 

-¿No me escuchaste?-dije-¡Vete o te mato a golpes aquí mismo!

El tipo se incorporó lentamente y se acercó poco a poco a los otros que lo acompañaban, parecían demasiado calmados para una situación tan violenta, no me importaba si tenía que golpearlos a todos, no iba a permitir que me roben a Violet, había trabajado muy duro para poder estar con ella a mi gusto. 

-¿Por qué no te calmas, hermano?-dijo uno de los tipos, noté su obsesión por los tatuajes y el gusto por el alcohol en exceso-al parecer la dama no quiere estar contigo, así que no es tu decisión.

-No estoy hablando contigo, ''hermano'', es un problema entre el roba chicas y yo.

-Gerard-dijo Violet-¡Su nombre es Gerard y no es ningún roba chicas, es a quien amo!

Volví mi rostro hacia la chica y pude notar su trauma saliendo a flote. Me di cuenta que eso era lo que no había compartido conmigo, la muerte de Pepper era sólo el complemento de lo que en realidad no podía olvidar. 

-Violet, querida, ni siquiera sabes lo que es el amor en realidad. Recuerda que además de tu novio...

-Ex novio-me interrumpió, no la escuché.

-Además de tu novio, soy tu terapeuta y sé cuáles son tus miedos más profundos. Tienes miedo a no ser correspondida y te aseguro mi amor, que yo si te amo en realidad, no solo busco placer en tu cuerpo, como lo hace...cualquier otro. 

-¡Ja!-dijo Gerard-No me conoces en absoluto para hacer esas afirmaciones tan banales.

-No necesito hacerlo, con verte a los ojos puedo darme cuenta de la necesidad que carcome tu alma, necesitas una chica para que te saque de la oscuridad, eso es todo pero, Violet no es tu experimento, aléjate de ella y déjanos en paz. 

Dí media vuelta y camine algunos pasos sin mirar atrás.

-¿Nos vamos ya, amor?-me dirigí a mi chica. 

-No. No iré contigo a ningún lado. Te dejé claro esta mañana que no quiero volver a verte nunca más en mi vida. 

-¡Basta!-grité, volvía a enojarme-no me hagas ir por ti, amor. 

-Vas a tener que llevarnos a todos entonces-dijo un tipo con cabello alborotado y expresión dura-no vamos a permitir que la obligues a hacer algo que no quiere.

-Mírate Joseph-era Jane-¿No ves lo bajo que estás cayendo? Obligas a Violet a hacer lo que tú quieres, ni siquiera dejas que elija con quién quiere estar. Vas a tener que empezar a valorarte un poco más.

-¡Cállate tú, sólo traes problemas! Te aseguro que por tu culpa es que Violet está metida en todo esto. ¿La convenciste para que me dejara después de haberla animado a estar conmigo? ¿Por qué? ¿Envidia? ¿Acaso te da miedo que tu mejor amiga si tenga una relación estable y que tú te quedes sola para siempre por tu personalidad irritante e insegura? ¿Es eso, querida? ¡Puedo ayudarte a que te folles a cualquiera, si eso es lo que tanto deseas!

Sentí el puñetazo antes de poder reaccionar, caí al suelo de golpe y en un segundo el tipo de los tatuajes estaba encima mío dándome golpes en la cara y en el estómago. Lo volteé tan rápido como pude y empecé a darle más fuerte con mi puño derecho, logré sentir la sangre en mi mano y fue cuando me separaron de él. 

-¡Has causado demasiados problemas, Violet!-grité-¡Nos vamos en este mismo momento si no quieres que te golpee a ti también!

Hubo un silencio abrumador, todos me miraban con odio y a mi no me importaba nada. Tenía que darme mi lugar y si debía castigar a la chica, también lo haría, a veces un poco de fuerza es necesaria para que entienda quién manda. 

-Ella no se va contigo-dijo Gerard-y si tratas de impedirlo, vas a recibir una buena paliza por parte de la banda. ¡Lárgate!

Miré las espaldas de todos, incluida Violet, la rabia empezaba a formar un agujero negro en mí y fue cuando tuve que actuar: me acerqué rápidamente a mi chica y la tomé del pelo haciendo que se detuviera en seco y empezara a gritar. 

-¡Vas a venir conmigo sin titubear ni reclamar!

Un par de manos me tomaron por la espalda mientras otras, me separaban del cabello de Violet, sentí un empujón y estaba en el suelo otra vez. Las patadas llegaban a mi cuerpo cada segundo y yo estaba a punto de perder el conocimiento. No sentí nada más, solo escuché una voz lejana que gritaba y trataba de detener todo. 

-¡Es suficiente chicos! ¡Lo van a matar!

-¡Vámonos antes de que llegue la policía! 

No escuché más, me quedé en el suelo esperando la oscuridad y fue cuando alguien más me levantó y me subió a un coche: Una chica casi de mi altura, con cabello castaño, ojos azules y sonrisa malvada. 

-Querías que te maten ahí-dijo.

-¿Quién rayos eres tú?-pregunté.

-Por ahora confórmate en saber que te salvé de la policía. 

-¿A dónde me llevas?

-Creo que a mi casa, alguien tiene que curarte esas heridas.


Life on the Murder SceneDonde viven las historias. Descúbrelo ahora