Desperté y lo primero que vi fue el rostro preocupado de Bradley. Tenía los ojos rojos e hinchados, era obvio que había estado llorando. Sentí un dolor insoportable en el pecho y un nudo en la garganta que se iba a deshacer en cualquier momento. Miré a mi alrededor y recordé lo que había pasado: Pepper estaba muerta y lo último que le había dicho era que no quería verla. Las lágrimas empezaron a salir de mis ojos y mi llanto era incontenible. Brad me abrazó fuertemente mientras se unía a mis sollozos. No entendía nada, no sabía cuándo las cosas se habían jodido tanto, estaba deshecha.
-Brad, por favor dime que es una broma. Dime que es un mal chiste de Pepper para vengarse por haberle arruinado su cumpleaños, dime por favor que está bien y que está sentada en la sala con una botella de whisky esperando a que bajemos para celebrar los tres, ¡Bradley, dime que esto no es verdad!
-Lo siento Vi, su madre llamó hace algunas horas, la policía le informó en la madrugada.
-Pero ¿Qué le pasó?-dije, mientras me limpiaba la nariz.
-La encontraron al lado de la piscina, no tiene marcas de golpes o de tortura, sospechan de que haya sido un suicidio o un accidente por exceso de alcohol.
-No, no, eso no puede ser. Pepper es muy buena para beber, no creo que haya tomado lo suficiente como para quedar inconsciente, tampoco puede ser un suicidio, por favor, ella amaba mucho su vida.
-Hay algo más...
-¿Qué cosa?
-Mikey y Gerard estaban con ella, llamaron a la policía.
-¿Crees que ellos sepan lo que le pasó?-pregunté, algo nerviosa.
-No lo sé, creo que deberías llamar a Gerard.
Gerard, ¿Por qué estaba siempre metido en mis problemas? ¿Desde cuándo se había convertido en alguien tan trascendental? No lo sabía, pero algo si tenía claro y era que él iba a darme respuestas, sin importar lo que tuviera que hacer.
-Hola, necesitamos hablar-dije, en cuanto respondió mi llamada.
-¿Violet? ¿Cómo estás?-su voz parecía cansada y somnolienta.
-No tengo tiempo para charlas, por favor, necesito verte.
-Pasaré por ti en una hora, ¿Dónde estás?
-En casa de Bradley, pero iré a mi apartamento en un rato. Nos vemos ahí.
Al terminar la llamada sentí como las lágrimas volvían a aparecer. El vacío que tenía en el pecho se había vuelto más grande y a pesar de ser algo sin importancia, sentía que el engaño de Gerard volvía a afectarme más de lo necesario. Bradley entró a la habitación con una raza de té y se sentó en la cama mirándome con curiosidad.
-¿Y bien?-preguntó-¿Has hablado con él?
-Sí...yo...pasará por mi casa en una hora.
-¿Qué? ¿Te vas a encontrar con él?-de un momento para otro su actitud había pasado de comprensiva a preocupada-¿No crees que sea peligroso? ¿Y si él le hizo algo a Pepper?
-¡Cálmate, Brad! Necesito verlo, enfrentarlo. Trataré de no hablar de...lo nuestro, me enfocaré en Pepper.
-Iré contigo-dijo, mientras se levantaba de la cama.
-Brad, no, es algo que tengo que hacer sola.
Me miró con recelo y vaciló un poco antes de sentarse de nuevo a mi lado. Sentía que Bradley estaba más nervioso de lo normal, pero supuse que era a causa de la muerte de nuestra amiga, de todas formas, él estaba enamorado de ella. Lo tomé de la mano y lo tranquilicé, le prometí que lo llamaría después. Me miré al espejo y me sentí fatal puesto que, seguía con el vestido negro que había comprado para ir a la fiesta. No podía hacer nada, así que simplemente me arreglé un poco la maraña de pelo que se había formado en mi cabeza, limpié mi cara y salí de casa de mi amigo con el tiempo exacto para conducir a mi apartamento. Cuando llegué, miré el auto de Gerard estacionado, así que apresuré el paso. El ascensor se abrió y miré la espalda del chico. Llevaba un suéter de cachemir gris y unos vaqueros negros descoloridos, sus botas estaban sucias y su cabello despeinado, cuando volvió su rostro, pude ver las ojeras debajo de sus ojos. Abrí la puerta y lo invité a seguir, no sabía qué más hacer, así que le ofrecí una copa de vodka, la cual aceptó sin titubear.
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Life on the Murder Scene
FanficEl primer día que lo vi, sabía que iba a causarme problemas. No quise jugar con el destino pero parece que él jugó conmigo. Gerard Way se convirtió en una obsesión, en una mala influencia y sobre todo, en un misterio que descifrar.