Me la pasé en cama hasta pasadas las cuatro de la tarde. Pepper había estado llamando todo el día y yo ignoré sus llamadas hasta que decidí levantarme y prepararme para la fiesta. Aún no tenía un regalo de cumpleaños, así que, antes de meterme en mi vestido nuevo, salí a conseguir algo decente para mi insistente amiga. Encontré una bonita tienda de antigüedades cerca de mi casa y encontré un collar bastante viejo y caro que iba con con su estilo: tenía un hermoso corazón de rubí con apliques de flores en filigrana, era de plata y parecía que había pertenecido a una chica de clase alta de los años 20. Lo envolví en un empaque y regresé a casa. Puse a funcionar la cafetera y mientras estaba listo mi delicioso café, fui a mi cuarto para tomar una ducha pero, antes de poder siquiera quitarme la ropa, Pepper volvió a llamar.
-¿¡Ésta es la forma de tratar a tu mejor amiga en su cumpleaños?!-gritó-¡Has ignorado mis llamadas todo el maldito día!
-Lo siento Pepper-no dije más.
-¿Lo sientes? ¿No tienes una mejor excusa?
-No.
-¡Vaya amiga que tengo! Espero que por lo menos vengas a mi fiesta, si no, será la terminación de nuestra amistad.
Escuché el tono de llamada cortada por casi un minuto. No sabía qué era exactamente lo que sentía, dolor, vergüenza, desilusión o simplemente el sentimiento estúpido de haber sido rechazada. Dejé el teléfono a un lado y me enfoqué en mí, me miré al espejo y al ver mi reflejo quise gritar y llorar al mismo tiempo, lucía terrible. Me metí a la ducha de mala gana, me puse mi elegante vestido, mis zapatos, sequé mi cabello, le di algo de forma con un poco de fijador y me maquillé con unas sombras sutiles y un pintalabios natural; volví a ver mi rostro y ésta vez, me sentí toda una reina. Había comprado un collar largo y grande y fue el último toque de mi atuendo. Al mirar la hora, eran las ocho treinta, tenía media hora de retraso. Al llegar, todo parecía de ensueño: Toda la casa estaba adornada con arreglos florales de colores rojo y blanco. La sala, era un espectáculo lleno de comida y fotografías de Pepper pegadas en la pared, el patio trasero tenía un DJ, mesas con botellas de vino, Vodka y Whisky y la piscina estaba repleta de pétalos de rosas blancas. Estaba a reventar. Busqué por todos lados a Pepper pero no pude verla, me encontré con Bradley, quien fumaba un cigarrillo alejado de la demás gente.
-No sé qué demonios hago aquí-dijo, mientras se arreglaba el incómodo traje que llevaba.
-¡Wow! es muy raro verte vestido de esta forma-no pude evitar tocar su perfectamente peinado cabello, noté que tenía el rastro de un golpe en su mejilla, pero lo ignoré porque imaginaba que se había metido en algún problema de copas-parece que Pepper hizo un buen trabajo contigo.
-¿De qué hablas? Prácticamente estoy aquí por chantaje. ¡Juró destruir mi reputación diciendo que salgo con ella! ¿Puedes creer eso?
-No es algo tan alejado de la realidad-dije, mientras tomaba una copa de champan-que ustedes no acepten su realidad es algo diferente.
-¡Ya cállate! Por cierto, ¿La has visto?
-Pensé que tú la habías visto primero.
-Llevo media hora aquí y ni siquiera ha aparecido.
Segundos después de que dijera esto, la música se silenció y toda la gente dejó de hablar. Escuché la voz de mi amiga saliendo de un altavoz.
-Agradezco a todos por su asistencia. Hoy, no es un día cualquiera, es mi cumpleaños número 21, así que quise celebrar a lo grande. Mi casa es su casa y pueden disfrutar de ella tanto como deseen, siéntanse bienvenidos.
De repente, un enorme pastel de cumpleaños era traído por dos meseros elegantemente arreglados. Tenía cuatro pisos y estaba adornado por una foto del rostro de Pepper y una enorme vela con el número ''21''. Se empezó a escuchar música de cumpleaños y mi amiga salió por la puerta que daba al patio, deslumbrante como siempre. Todos empezamos a cantar y ella sopló la vela al final de la canción. En ese momento, un atractivo chico, que salió de la nada, la tomó de la cintura y le dio un candente beso, Bradley y yo quedamos petrificados. Miré el rostro de mi amigo y su expresión era de profundo enfado, quise decirle algo, pero en menos de un segundo ya estaba caminando entre la multitud, se dirigía a la salida.
ESTÁS LEYENDO
Life on the Murder Scene
FanfictionEl primer día que lo vi, sabía que iba a causarme problemas. No quise jugar con el destino pero parece que él jugó conmigo. Gerard Way se convirtió en una obsesión, en una mala influencia y sobre todo, en un misterio que descifrar.