9.

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Taehyung.

Esa mañana había olvidado por completo encontrarme con Jimin para irnos juntos a la escuela, como lo hemos hecho estos meses.

Al verlo sólo se me ocurre pedirle una disculpa y le digo que no se volverá a repetir.

Él tiene clases, así que nos reuniremos más tarde en nuestro lugar.

Como tengo un par de horas libres decido aprovecharlas y me recuesto un poco en el campus, debido a que la noche anterior no había podido dormir, todo por culpa del baile de aquel chico, quien es el mismo chico que días antes había preguntado por una de mis pinturas.

El baile de aquel chico sigue reproduciéndose en mi cabeza. Incluso recuerdo que lloré al verlo bailar; aún no sé porque razón he llorado y por ahora no quiero saberlo. Sus movimientos de alguna forma me transportaron a un sentimiento de tristeza y vacío.

Por un momento pensé que sólo los dos nos encontrábamos en el auditorio, todo lo demás dejo de importar y mis ojos sólo deseaban verlo más y más tiempo.

Mejor trato de evitar el tema y mi mente comienza a divagar en las formas que las nubes tienen el día de hoy. El cielo está más azul de lo normal y hay cientos de nubes cubriéndolo; unas con forma de animales, otras con formas de seres mitológicos como dragones. Estuve encerrado en mi mundo hasta que una voz me hizo volver.

—Hola.

Es él.

—Hola.

—¿Qué haces recostado?

—Viendo nubes, supongo—Respondo haciendo una leve mueca con mi labios.

—¿Nubes? En ese caso, ¿puedo verlas contigo?

Joder, sí.

—Como quieras—. Pronuncie en seco.

El chico se recuesta con su cabeza a un lado de la mía, pero al revés. Nuestras orejas se rozan un poco debido a la posición. No puedo evitar sentir leves cosquilleos en mi piel cuando nuestras orejas se tocan.

—¿Este lugar te gusta mucho verdad?—Pregunta.

—¿Cómo sabes eso?

El chico relame sus labios antes de contestar—. Digamos que te he visto varias veces aquí.

—¿Eres un acosador?

—Pues me gusta ver cosas bonitas.

Oh mierda.

—¿Qué?

—Sí, el árbol de cerezos es hermoso.

Ah, lo decía por el árbol.

—Lo sé, a Jimin y a mi nos encanta este lugar.

El castaño frunce un poco el ceño en el momento en que pronuncio el nombre de Jimin.

—Cool.

—¿Qué tal van tus clases?—. Pregunto para relajar la atmósfera de incomodidad que se estaba creando.

—Oh. Son geniales, no pensé que fuera tan bueno en el baile, pero el profesor me ha elogiado muchísimo y eso me anima, supongo.

—Los profesores suelen hacer eso; más si ven talento en la persona—. Levanto las cejas.

El chico ríe—. Eso es... bueno. Aunque hoy el profesor nos dejo hacer una coreografía para fin de año.

—Whoa, Jimin me había comentado eso. Espero te quede bien, sí bailas como lo hiciste en el auditorio realmente podrías impresionar aún más al profesor.

𝑺 𝑶 𝑼 𝑳  🍁  𝑲𝒐𝒐𝒌𝑽Donde viven las historias. Descúbrelo ahora