27.

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Jungkook.

Los sonidos de los monitores del hospital llenan el espacio.

A lo lejos escucho las conversaciones de los doctores acerca de la situación de sus pacientes.

Varios llantos retumban en mis oídos. Las familias lloran mientras esperan noticias y unas cuantas madres de familia tratan de calmar a sus hijos pequeños que hacen alborotos. Otras gritan al recibir la noticia de que alguien especial para ellas se ha ido.

Mala suerte.

El olor de los hospitales nunca me gusto; el ambiente lleno de olor a medicamentos me revuelve el estómago.

Tengo ganas de vomitar.

Abro lentamente mis ojos e ignoro el dolor en mis párpados, aunque mi vista se encuentra algo borrosa, logro identificar un cuerpo delgado en una pequeña silla a un lado de mi cama; su cabello castaño está amarrado en una coleta mientras que sus manos descansan sobre su regazo, echo un vistazo rápido a su rostro y me dan ganas de tomarla en mi brazos cuando veo lo hinchado de sus ojos. Su pecho se mueve despacio y unos ruiditos escapan de sus labios.

Mi madre luce más frágil que de costumbre.

Un par de doctores se acercan a hablar con ella.

—¿Señora Jeon?

Mi madre se levanta en dirección a ellos—. Dígame.

—Su hijo no responde correctamente a lo que le estamos administrando—. El doctor vacila por un momento—. Temo que no pase la noche.

Mi madre se resigna y cruza los brazos.

—¿Qué hay acerca de los sujetos de los automóviles?

—Me temo que ninguno sobrevivió. Hace unos minutos logramos identificarlos.

—¿Cuáles eran sus nombres?

—Hasta ahora sabemos que el sujeto que evadió a su hijo llevaba por nombre...

No logro escuchar esa parte.

—¿Se comunicaron con su familia?

—Así es, señora Jeon.

Ella cubre su cara—. Quiero hablar con ellos. Pedirles... disculpas.

—Su familia vendrá por la tarde. Quizá pueda hacer algo para que hablen con usted.

—Gracias, Doctor.

—No hay de que—. Suspira—. Lamento lo que le sucedió a su hijo.

—También lo lamento.

Una alarma suena.

Alcanzo un pequeño despertador azul que yace en la cómoda. Lo apago.

Estiro mis brazos para relajarme. Limpio algunas lágrimas que yacen sobre mis mejillas.

Taehyung aún está dormido. Me levanto con precaución de la cama y tomo mi ropa que se encuentra desparramada en el suelo.

Salgo de la habitación cerrando lentamente la puerta. Bajo en dirección a la cocina y comienzo a hacer el desayuno.

Unos panqueques estarán bien.

Después de unos minutos escucho a alguien descender por las escaleras. Taehyung entra en la cocina tallando sus ojos y bosteza ampliamente.

𝑺 𝑶 𝑼 𝑳  🍁  𝑲𝒐𝒐𝒌𝑽Donde viven las historias. Descúbrelo ahora