3장

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Ilusa.

—¿Q-Qué estás haciendo aquí? —Miré a mi alrededor en busca de algo que me respondiera, ¿es esto una clase de broma o es que estoy soñando? Mi corazón comenzó a latir cada vez más rápido, mis lágrimas de un momento a otro cesaron y mis piernas ya no podían mantenerse de pie, iba a caer.

Dos brazos rodearon mi cintura con fuerza, mi rostro quedó a la altura de su hombro izquierdo y por alguna razón me sentí libre, libre de desvanecerme si es que no resistía más, sabía que él jamás me dejaría caer.

—Tranquila, te tengo —susurró a mi oído.

Automáticamente mis brazos subieron hacia su cuello, escondiendo ambas manos entre sus cabellos. Sus manos descendieron hasta mis caderas acercándome aún mas a él, protegiéndome y demostrándome que jamás me dejaría ir... O al menos eso quería creer.

Definitivamente era él, era Jimin.

Escondí mi rostro entre su cuello y él hundió el suyo en mi melena oscura, respirándolo, saboreándolo. Inhalé profundamente, haría de su perfume mi mas bello recuerdo. Lentamente separé mi rostro hasta encontrar nuestras miradas. Sus ojos estaban rojos pero aún así no había derramado una sola lágrima. ¿Cómo es que era tan fuerte?

—Por favor perdóname, Holly —me suplicó Jimin.

—Eres un idiota, un verdadero idiota, Jimin —sollocé.

Como si de un impulso se tratara, comencé a golpearlo en el pecho mientras maldecía entre dientes. Ya no lo miraba a los ojos, no podía, me dolía el hecho de que pude haberlo perdido sin siquiera tener la posibilidad de despedirme.

Me miró divertido.

—Te extrañé demasiado. —Rió por lo bajo.

—¿Realmente te estas riendo? —pregunté indignada—. Eres un idiota, como puedes reírte, nada de lo que está pasando es gracioso, Jimin.

Volvió a reir.

Apretó aún más fuerte mis caderas y me apegó firmemente a él. Una de sus manos lentamente comenzó a acariciarme hasta llegar a mi cintura.

Lo miré expectante a lo que él sonrió.

Saboreó sus labios, su lengua pasó lentamente sobre su labio inferior para luego pasar su pulgar sobre ellos, soltándome, dejando libre mi cintura. Comenzó a tocar mi mejilla suavemente con su dedo índice hasta que puso su mano completamente en mi cuello. El pulgar que antes había tocado sus labios ahora estaban sobre los míos, humedeciéndolos con el poco resto de saliva que quedaba en el.

Me iba a volver loca si seguía así.

Agarré el cuello de su chaqueta acercándolo aún más a mí, sentía su tibia respiración haciéndose una con la mía.

—¿Qué estas esperando? —susurré sobre sus labios.

De un momento a otro la mano que aún se encontraba en mi cadera me abrazó completamente. Cerré los ojos y sentí como nuestros labios se juntaron. Era simple, suave, un beso tranquilo, solo el simple tacto de nuestros labios. Abrió un poco su boca y posó la punta de su lengua entre mis labios y rápidamente la dejé entrar. Sentía su lengua jugar con la mía, recorría cada centímetro de mi boca con suavidad pero a la vez con desesperación, como buscando algo, como tratando de encontrar algo que había perdido.

Todo era tan perfecto, tan irreal, un simple roce de su cuerpo con el mío hacía que me agitara, pero aún así me dolía, se me apretaba el corazón al no saber que pasaba con él, que estaba pensando, ¿aún tenía un espacio para mí en su corazón? Patético, lo sé, pero que más podía hacer, me había enamorado estúpidamente de él a tal punto de dejar mi orgullo completamente escondido. Estoy hipnotizada por sus encantos, estoy completamente encadenada a él.

Hurts So Good ~ Park JiminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora