Hurts So Good ~ Park Jimin

9장

¿Puedo confiar?

—Debes dejar el cigarro, Holly—dijo Seoni acercando su nariz a mi cabello.

—Lo sé —respondí mientras aceleraba el paso.

Los ensayos en Big Hit habían comenzado hace ya varias semanas, lo cual es sinónimo de estarme cruzando constantemente con Jimin.

Y hoy no era la excepción.

—Buenos días —saludó Seoni a parte del staff, haciendo que torpemente desviara mi mirada de Jimin, pestañeando rápidamene tratando de hacer como si nada hubiese pasado.

Sí, me había quedado congelada viendo como conversaba con la chica de recepción.

Seguimos caminando hasta llegar a la sala de ensayos. Fue hasta ese momento que me di cuenta que no llevaba conmigo mi botella de agua.

—Oh no, mi agua. Tendré que bajar a comprar una botella —me quejé aún sin entrar al lugar—. Regreso en un minuto.

No quería salir de la agencia y buscar una tienda de conveniencia solamente para comprar un botella de agua, así que me dispuse a buscar alguna especie de cafetería o aunque sea un dispensador de bebidas.

Sin Jimin no puedo vivir...

Sin agua, Holly, sin agua no puedes vivir, boba.

Sacudí mi cabeza y reí internamente, por ninguna circunstancia ese hombre sale de mi cabeza.

—Llevas exactamente —Miró su reloj y pulsó un botón—. Tres minutos caminando en círculos. Eso no es normal, linda.

Me exalté un poco al escuchar esa voz a mis espaldas. Conocía esa voz de algún lugar solo que no recordaba de donde.

Me giré lentamente hasta encontrarme con esa linda sonrisa de hace algunas semanas.

—¿Yoongi?

—Oh, ¿cómo sabes mi nombre?

Sonreí viendo como su entrecejo se fruncía haciendo memoria.

—No, yo no le dije —murmuró— ¿O si?

Y seguí sonriendo, un poquito más que antes.

—Escuché a tu amigo decirlo en la peluquería, espero no parecer loca por seguir recordándolo.

—Holly, ¿cierto? —preguntó avanzando dos pasos hacia mi

—Lo escuchaste —Traté de formular una pregunta pero terminó sonando más como una afirmación que una duda.

—Creo que toda la ciudad escuchó —dijo gracioso.

—Que vergüenza —admití riendo un poquito—. No lo pensé mucho, la verdad, solo grité.

—No hay nada de que avergonzarse, tienes un nombre hermoso.

—Oh, gracias —sonreí—. ¿S-sabes dónde puedo comprar una botella de agua?

—Estás de suerte. —Tomó entre sus manos el pequeño bolso que llevaba en su espalda y sacó de el dos botellas—. Ten.

—No, no te preocupes —me negué moviendo mis manos frente a él—. Estoy casi segura de que alguien se quedará sin beber agua si la acepto.

Yoongi se acercó un poco más, demasiado para mi gusto. Se acercó tanto a mi que pude sentir su respiración acariciando mi rostro. Deslizó sus dedos por toda la extensión de mi brazo y terminó por tomar mi mano y posar en ella la botella.