2장

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Seúl.

Entre paradas para comer e ir al baño, nos tomó cerca de dos horas llegar a Seúl, dos horas que con mi estado de nerviosismo y ansias se hicieron eternas.

La competencia es cada vez mas dificil, todos los días un nuevo bailarín es descubierto, cada uno mas talentoso que el anterior. Yo por mi parte no me quedaba atrás, estaba algo oxidada pero nada que el esfuerzo y la práctica no puedan lograr. Comencé a practicar tan pronto como fue posible, fueron dos semanas bastante duras y cansadoras. Durante todo ese tiempo no salí del estudio, debía estar al nivel de todos, no podía simplemente conformarme con lo que sabía.

Miré a mi derecha y luego a mi izquierda, ya estaba en Seúl, cada vez mas cerca de él.

¿Por qué tengo tanto miedo?

Kang Joon tomó mi brazo y me sacó bruscamente de mis pensamientos. Como coreógrafo también se ocupa de la organización y nuestro bienestar tanto físico como mental, por lo que pasa la mayoría del tiempo con el staff. Me dijo algo de un bus y la habitación del hotel, asentí como si hubiera escuchado cada de una de sus palabras atentamente y se fue.
No lo había escuchado, Jimin de una u otra forma me nublaba todos los sentidos.

Nos adentramos al terminal y nos encontramos con un montón de otros grupos y sólo cinco asientos desocupados. Nunca había visto gente tan desesperada por sentarse luego de haber viajado horas en un autobus. Unos terminaron sentados sobre otros y algunos resignados sentados en el suelo, como yo.

No pasaron ni diez minutos cuando el bus que nos llevaría a nuestro hotel llegó. Esperaba que Kang Joon se sentara a mi lado pero él estaría con el staff, no eramos tantos y el bus era bastante grande por lo que iría sola.

El camino fue placentero, por fín me sentía mas calmada, cantamos y nos reimos durante todo el camino, ese nudo en mi estómago desaparecía de a poco.

Haber vuelto a a B.Rhythm me traía hermosos recuerdos, ellos fueron mis primeros amigos desde que me mudé aquí y a pesar de haberme ido, me recibieron calidamente con los brazos abiertos, me reencontré con grandes compañeros, amigos y coreógrafos, además de una vieja amiga que no veía hace un largo tiempo.

Su nombre era Seoni.

—¿Tienes compañera de habitación? —me preguntó Seoni mientras se sentó de improvisto a mi lado. Con los audífonos puestos y la música a tope no pude evitar dar un salto de la sorpresa.

¿Compañera de habitación? Con que eso me había dicho Joonie.

—No, aún no.

—¡Genial! —Sonrió—. Seremos compañeras de habitación entonces.

—Gracias —Le devolví la sonrisa. 

—¿Gracias por qué?

—Por elegirme como tu compañera de habitación.

—No te preocupes, Holly, al fin y al cabo somos amigas

—Sí —soné nerviosa. Le dediqué una de mis mas sinceras sonrisas, la había extrañado.

Hubo un silencio incómodo, todo el bus gritando, cantando y nosotras sin hacer el más mínimo ruido.

—¿Te puedo decir algo? —preguntó de improvisto Seoni y yo asentí—. Sé que ha pasado mucho tiempo desde la última vez que nos vimos y... ¿Sabes qué? Olvídalo, no es tan importante.

—¿Qué es lo que pasa, Seoni? Puedes decirme lo que quieras, no hay problema.

Volteó su rostro lentamente hasta que sus ojos hicieron contacto con los mios. Me miraba con compasión, podía sentir como sentía algo de lástima por mí.

Hurts So Good ~ Park JiminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora