•°Capítulo 9°•

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— ¿Entonces? — me pregunto Rosé.

—Pues... no lo sé— le dije insegura.

— ¡Vamos! ¡Solo trata de conocerla!. — me dijo emocionada. — Harían una increíble pareja. — levantó sus cejas rápidamente, ambas dejamos escapar dos sonoras carcajadas.

Pasé todo el día pensando en lo que había hablado con Rosé y lo sucedido con Jennie.

Mi mejor amiga tenía razón, salir huyendo no había sido mi más inteligente decisión. Así que por primera vez Kim Jisoo dejaría de lado su orgullo. Esta tarde llegando a casa, hablaría con Jennie. -.No creo que llevarnos mejor nos haga daño- pensé.

Al fin tocó el timbre que me liberaba de esta prisión, reí tontamente por mi pensamiento.

Salimos y todo el camino a casa de Rosé, hablamos sobre cosas de la escuela y otras cosas sin sentido. Entre risas llegamos.

— ¡Suerte!— me dijo antes de cerrar la puerta del auto. Ambas reímos y yo partí hacia mi casa.

— ¿Jenn?— pregunte apenas cruce la puerta, pero no había respuesta camine al living y no estaba — ¿Jennie?— volví a preguntar cuando entre a la sala. Pero me tope con una escena... 'algo' incomoda.

— ¿Quién es esta? — dijo despectivamente una tipa desconocida, bueno para mí desconocida, ya que Jennie parecía conocerla desde hace bastante tiempo. Ya que la forma en la que se besaban me hacía pensar eso.

— ¿Esta? — solté una hipócrita carcajada. — No. mi cielo... la que hace esa pregunta soy yo— cambié mi tono a uno completamente frío al igual que mi mirada —¿Quién es esta y qué hace en mi casa?— me dirigí a mi estúpida niñera.

— Ella es mi novia. — me dijo seria, algo dentro de mí se retorció. Me sentí completamente estúpida, iba a doblar mi orgullo por una idiota que me besó aún teniendo novia, y que todavía tiene el descaro de ¡traerla a MI casa! Contuve la ira y rabia que se estaba mezclando en mi interior.

— Ah, así que tú eres la malcriada a la que mi Jennie tiene que cuidar— la abrazó como para provocarme pero al contrario solo reí.

— Jennie tienes tres minutos para sacarla de aquí. — la fulminé con la mirada.

— ¿Qué crees? ¿que te tengo miedo?— preguntó desafiante, pero Jennie puso su brazo para evitar que se acercara a mí.

— No lo creo. — ahora me acerqué yo — Lo sé. — afirmé — Te quedan dos minutos. — le dije mirándola fijamente.

— ¿Te llevo a tu casa? — le susurro Jennie, pero ella se negó.

— No te preocupes amor, yo me voy. — le dijo abrazándola por el cuello y después la besó, aunque realmente parecía que quería comérsela.

— Un minuto. — las interrumpí, ambas se separaron y Jennie la acompañó a la puerta, caminé hacia la cocina, y tomé una botella de agua del refrigerador, como si nada caminé hacia las escaleras, pero Jennie evito que pasara.

— No tenías por qué tratarla así. — me reclamó evidentemente molesta.

— Y ella no tenía por qué hablarme así. — le dije, no tenía nada que reclamar ya que su noviecita era la que había comenzado.

— ¿Jisoo por qué no maduras?. — me dijo mirándome despectivamente.

— ¿Y tú por qué no te largas?— le dije molesta.

— Eso es lo que más quieres y solo por eso no lo haré. — me dijo acercándose a mi.

— ¡Ja! Y la inmadura y malcriada soy yo. — le dije sacándole la vuelta y comencé a subir las escaleras.

— Regresa ahora. — gritó desde abajo.

Desde luego que la ignoré y seguí subiendo para ir a mi habitación, escuché que Jennie venía también subiendo las escaleras, debido a que subía de dos en dos, de inmediato me alcanzo. Me tomó del brazo y me acorraló contra la pared...

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La NiñeraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora