•°Capítulo 19°•

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- ¿Quién se aprovechó de ti?- eso no lo pronunció Lisa y mucho menos yo, volteé hacia el umbral y vi que era Jennie la que entraba a la sala cargada con bolsas.

-Tú, idiota.- dijo Lisa mientas se acercaba amenazante hacia Jennie traté de pararla, tomándola de la playera pero fue inútil, se paró frente de ella y la empujó.

-Mira.- soltó una sarcástica y furiosa carcajada -No se dé que rayos estás hablando- puso las bolsas en el piso-Pero será mejor que te largues ahora- le dijo amenazantemente.

- Bueno...- reí nerviosamente mientras me ponía entre las dos, de frente a Lisaa -Creo que será mejor que te vayas- le dije casi rogando, puse mis manos en sus hombros, para hacerla hacia atrás.

-No, yo no me voy hasta partirle la cara a esta- ni siquiera me miraba, solo la miraba a ella con una fría mirada, y estaba cien por ciento segura que la mirada de Jennie era igual o más despectiva.

-Genial no sabes las ganas que tengo de dejarte en el piso- sus voces llenas de rabia, me hacían estremecer.

-Ya basta, déjense de tonterías, Lisa vete por favor- le insistí, pero lejos de hacerme caso, me tomó de la cintura para levantarme en el aire y hacerme a un lado.

- ¡Lisa!- grité cuando vi como le tiraba un golpe a Jennie, esta paso el dorso de su mano por debajo de su labio inferior, para limpiar la gota de sangre que había brotado. - ¡Basta!- volví a gritar solo que ahora Jennie le devolvió el golpe.

Todo pasaba tan rápido y a pesar de mis seguidos intentos de separarlas, si no era Lisa, era Jennie la que me hacía a un lado.

- ¡Lisa! ¡Uno más y no te vuelvo a hablar en mi vida!- le grité haciendo que volteara a verme, su ceja y labio sangraban al igual que Jennie.

-No puedo dejar que esta tipa se aproveche- me dijo molesta.

- ¡Pero entiéndeme no me hizo nada!- me puse nuevamente en medio. -Por favor vete- le volví a pedir. Tomó el cuello de su camisa y limpio sus labios.

-Sabes que te quiero...- me dijo resignada, se acerco a mí y beso mi mejilla.

Miro fulminantemente a Jennie una vez mas y salió de la casa, escuché el golpe de la puerta e inmediatamente lleve mis manos hacia mi rosto para ocultarlo. Me sentía terrible.

-Por eso quería hablar contigo para evitar que le dijeras a medio mundo que abusé de ti- me dijo furiosa mientras tomaba las bolsas del piso que ahora estaban esparcidas por toda la sala.

-Yo no dije absolutamente nada a nadie- le dije caminando detrás de ella.

-Si claro ¿entonces por qué esta imbécil se me echó encima?- me gritó.

- ¡Tal vez porque vio las marcas que estúpidamente dejaste en mi cuello!- le grité igualmente, no iba a permitir que me ella me gritara sin razón.

-Discúlpame pero tú dejaste las mismas marcas o incluso peor en mi cuello y no estoy quejándome con la primera persona a la que vea- dejo las bolsas sobre la mesa de la cocina.

- ¡Ja! Ahora resulta que yo tengo la culpa- le dije sarcásticamente.

-Si... ¡tienes la culpa desde haber hecho una fiesta, beber hasta perder el conocimiento y no dejarme ir!- se acercó mientras enumeraba fríamente lo que decía.

- ¿No dejarte ir?- pregunté riendo - ¿Acaso te apunté con la pistola? ¿Te amarré? O ¿Te amenacé para que te quedaras?- ahora yo enumeré con mis dedos.

-Pues uno solo recuerda lo que le conviene.

- ¿Lo que le conviene?- volví a reír. - No lo creo porque nada de lo que sucedió me conviene y aun asi recuerdo algunas cosas- dije seca.

- ¿No te conviene?- ahora fue ella quien soltó una carcajada -'¡Shh Jennie! ¡Si podemos!'- dijo haciendo una aguda voz, tratando de fingir la mía.

- ¡Eres una idiota!- le dije ahora más que molesta.

- ¡Sí, una idiota al cual casi violas!

- ¡Brincos dieras!- le dije soltando una sonora carcajada.-Sabes que... por qué no te vas ¡tomate el día! ¿Por qué no te vas con tu novia o algo asi?

- ¿Qué? ¿Ahora estas celosa?- se acercó a mi lentamente.

-No tienes tanta suerte.

-No necesito suerte- seguía acercándose.-Sé que te gustó- esta vez yo no retrocedí, no le demostraría debilidad.

-Si me gustaras ya te tendría aquí-levanté mi mano mostrándole la palma de mi mano.

- ¿Cómo? ¿Así como yo te tengo a ti?- levantó una de sus cejas mientras sonreía victoriosamente de lado.

-Bien, sabes que no es cierto.- le dije riendo, me di media vuelta y camine hacia las escaleras.

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