•°Capítulo 21°•

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—Ho...hola— dije riendo nerviosamente sin avanzar un paso, me miraba sumamente molesta, bajé mi mirada hacia el piso y comencé a jugar tímidamente con mis dedos, permanecía en silencio, aproveché cuando tapo su rostro con frustración y corrí, pero fue totalmente inútil, me atrapó y me regresó a donde estaba desde un inicio.

— ¿No te quedó claro lo que te dije?— me preguntó fríamente —No televisión, no teléfono, no salidas y no ella— dijo enfatizando las últimas palabras

—Ya te dije Jennie— le dije mientras me armaba de valor y comenzaba a caminar rumbo a las escaleras, solo que ella nuevamente me impedía el paso — Lisa es como de la familia, así que la veré cuando yo quiera— esto último se lo dije a unos centímetros de distancia, ahora yo también molesta.

— ¡Y yo ya te dije que la que está a cargo soy YO!— me dijo subiendo el tono

— ¿¡Pero por qué no puedo hablar con ella!?— yo también subí el tono de mi voz.

— ¡Porque simplemente no quiero!

—Dame una buena razón y tal vez lo piense.— le dije mientras volvía a caminar, pero me tomó por el brazo.

— ¿¡Qué quieres que te diga!?— me grito — ¡Que me pone mal! ¡Que me molesta verla tan cerca de ti! ¡Que no me gusta la forma en la que te mira ni como te abraza! ¿¡Eso quieres que te diga!? —decía desesperada, yo solo abrí mis ojos a tope.

— ¿C... cómo?— tartamudee nerviosa

— ¡Ya te lo dije! ¡Tenías razón! ¡Los celos me carcomen por dentro!

Comenzó a acercarse y automáticamente comencé a retroceder

—P...pero tú tienes novia— volví a tartamudear.

—Terminé con ella...— se acercó mas a mi.

— ¿Qué? ¿Por qué?

—Porque no puedo seguir engañándome.— posó una de sus manos en mi cintura y otra en mi cuello, para después acoplar nuestros labios, sus suaves labios succionaban los míos, no pude evitarlo y seguí el beso, su lengua entro en mi boca, y el besó se hizo más intenso mientras nuestras lenguas se encontraban. Subí mis manos a su nuca, donde comencé a jugar con su cabello, su mano que reposaba sobre mi cuello ahora se encontraba en mi cintura, formando un abrazo.

Mis pulmones aclamaban por oxígeno y al parecer los de ella también ya que se separó de mis labios, para recargarlos de aire vital. Se volvió a acercar a mis labios, pero esta vez corrí mi rostro.

Sus ojos marrones se posaron sobre los míos, buscando una respuesta de mi accionar. Aunque la verdad ni siquiera yo tenía una respuesta concreta.

—Jenn yo... Jennie yo no te entiendo— miré hacia el piso — Primero me besas y me entero de que tienes novia, después me besas teniendo novia y yo... yo no te comprendo.— tomé sus manos que aún se encontraban en mi cintura y suavemente las puse en sus costados.

Subí las escaleras hasta que llegue a mi habitación.

Después de cambiarme me deje caer sobre el acolchado. No sabía ni qué pensar, tal vez me había dicho la verdad, pero si no lo era. Si sólo estaba jugando conmigo, o si se estaba vengando por lo que yo lo había hecho pasar. Y además ¿por qué terminaría con su novia de veinte o veintidós años, por una chica de diecisiete? Que además es ilegal si llega a pasar algo.

*FLASHBACK*

—Hey que dijimos de las peleas— susurró sensualmente en mi oído derecho, yo solo me dedicaba a controlar mi ritmo cardíaco al igual que mi respiración, se separó un poco solo para girarme sobre mis talones, pero automáticamente volvió a unir nuestros cuerpos, tanto que ni siquiera la mas mínima corriente de aire pasara entre nosotras.

Me aventuré a mirarla a los ojos, cosa de la cual me arrepentí, ya que el hermoso color café de sus ojos me hipnotizó por completo, su rostro comenzó a acercarse, nuestras respiraciones se mezclaban y sentía como su mentolado aliento acariciaba mis labios.

Hasta que finalmente nuestros labios hicieron contacto, era increíble lo que me hacían sentir sus suaves labios...

*FIN DEL FLASHBACK*

Seguía pensando en las cosas que habían pasado con ella, y llegué a la clara conclusión de que tal vez si me gustaba y por esa misma razón era importante no dar mi brazo a torcer sin saber si realmente siente algo por mí. De un momento a otro caí en un profundo sueño.

Me desperté ya que los rayos del sol que se colaban por las cortinas iban directo a mi rostro. Frote mis ojos antes de abrirlos para evitar ser cegada momentáneamente, mire el reloj eran las diez de la mañana.

-¡Se me hizo tarde!- pensé asustada, pero después recordé que por dos largas semanas no asistiría a clases.

Me senté sobre la cama y estiré mis brazos, haciendo sonar algunos de mis huesos, ya que estaba completamente despierta me puse de pie y caminé hacia el baño.

Abrí la llave para que se llenara la tina, pero antes deje caer jabón líquido especial, para que formara espuma. Cuando la tina estaba llena de agua y burbujas entré, si una ducha me tranquilizaba, un baño lo hacía doblemente.

Después de aclarar mi mente, más bien de tratar de aclarar mi mente, salí.Tomé un short de mezclilla y una playera de tirantes blanca.

Respiré profundamente antes de girar la perilla de la puerta, solo salía porque mi estómago pedía a gritos que lo alimentara.

-¿Y si está abajo?- una voz en mi interior pregunto.

— Hablaré con ella y le diré lo que pienso— me contesté casi susurrando.

Suspire y abrí la puerta, apenas salí y vi que venía saliendo de su habitación.

— Jennie...— dije justo cuando pasó por enfrente de mí, pero siguió caminando sin siquiera voltear a verme...

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La NiñeraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora