•°Capítulo 10°•

1.7K 142 1
                                    

— Te hablé así que obedeceme o te quedas sin auto de nuevo. — me dijo sujetando mis brazos a mis costados a la altura de mis hombros.

— Suéltame ahora. — le dije sin mirarla.

— Yo te soltaré cuando quiera. — me dijo victoriosa.

—Kim... te lo advierto, suéltame ¡ahora!. — le dije amenazante, la verdad no estaba como para soportarla.

— ¿Sabes? Ya me hartaste, tú amenazas demasiado y nunca haces nada. — me dijo segura.

— Ah... con que no hago nada— la miré fulminante. Levanté mi rodilla, y con esta comencé a rozar delicadamente su zona 'sensible' provocando que se estremeciera por completo. Mordió su labio inferior con deseo, después de apegar su torso al mío.

Cuando estuvo lo suficientemente cerca bajé mi rodilla, pero rápidamente volví a subirla, solo que ahora con fuerza. Le di en su entrepierna, provocando que soltara un fuerte grito de dolor mientras que se retorcía del dolor, aproveché para correr a mi habitación. Ya que Jennie no estaría nada contenta después de lo que le había hecho.

Corrí lo más rápido por el pasillo, cada vez veía más cerca mi puerta, estaba por tomar la perilla cuando sentí que me tomaba de la cintura y me alzaba, me volvió a acorralar contra la pared solo que ahora con más fuerza, su rostro estaba a cinco escasos centímetros del mío, me miraba con furia.

— ¿No que no hacía nada? Tienes suerte de no ser hombre, porque de lo contrario te hubiera dejado sin descendencia. — solté una carcajada mientras forcejeaba con ella para que me soltara, aunque era completamente imposible, de un momento a otro los labios de Jennie rosaban con intensidad los míos, me besaba con desesperación y lujuria.

Bajo sus manos a mi cintura y me envolvió entre sus brazos, corrí mi rostro y la empujé.

— ¡No vuelvas a tocarme y mucho menos a besarme!. — le dije después de darle una cachetada. Me miraba sin entender, mientras tocaba su roja mejilla, me di media vuelta para entrar a mi habitación.

— Hey. — me tomó de la muñeca.

— Vuelve con tu 'madura' novia. — le dije tirando mi brazo para que me soltara.

Entre a mi habitación y cerré la puerta con seguro. Dejé caer mi bolsa en el piso, sin importar lo que trajera. Me senté en la cama, me sentía tan mal, me sentía tan tonta por creer que tal vez Jennie podía sentir algo por mí.

- Ahora si, definitivamente se irá.- pensé.

Al día siguiente me levanté y aunque la verdad no tenía ganas de salir de mi habitación, me puse de pie, no le demostraría a Jennie que me había puesto mal la situación de ayer.

Después de tomar una ducha me vestí. Tomé mi bolsa y seguido de un profundo suspiro, salí de mi habitación.

Bajé las escaleras rogando por dentro no encontrarla, pero antes de salir de la casa me llamó.

— Jisoo. — volteé y ahí estaba, vestía una playera negra ajustada y unos jeans igualmente ajustados.

— ¿Si? — le pregunté tratando de concentrarme.

— Llamó tu director. — me dijo seriamente.

— ¿Y...? —pregunté nerviosamente ya que no recordaba haber hecho algo malo.

— Buscaba a tus padres, quería hablar con ellos, sobre un 'asunto'. — al parecer ella tampoco sabía de lo que se trataba.

— Pero no están, así que no importa, bueno ahora me voy que se me hace tarde...— dije aceleradamente mientras salía de la casa.

— ¡Hey, no tan rápido! — me dijo — Yo iré, soy tu tutora así que sube a mi auto. — me dijo mientras salía de la casa.

— ¿Qué? ¿Por qué? — reclamé —Yo iré en mi auto y tú ve en el tuyo. — le dije caminando a mi auto.

Abrí mi bolsa para sacar mis llaves, pero no las encontré, -¡Ayer las puse aquí!- pensé mientras las buscaba desesperada

— ¿Las buscas? — me dijo agitando MIS llaves.

— ¡Las tomaste de mi bolso! — le reclamé más que molesta.

— No me dejas otra alternativa. — me dijo subiendo a su auto.

— Eres una...— le grite pero cerró la puerta así que para qué gritar.

Resignada subí a su auto, solo porque quería saber qué era lo que quería el director, si no me hubiera regresado a mi habitación.

En todo el camino un más que incómodo silencio inundaba el auto.

— Bájate aquí, iré a estacionar el auto. — me dijo parándose en la puerta bajé del auto y a lo lejos vi a Rosé, caminé hacia ella y le regalé una pequeña sonrisa.

— ¡¿Qué pasó?! — me preguntó emocionada.

— Tiene novia...— le dije seria sin dejar de caminar.

— ¡¿Ya están saliendo?! — me dijo sorprendida y feliz.

— No Rosé...— dejé de caminar — Ella tiene novia...— le dije, abrió sus ojos como plato y solo porque su mandíbula estaba unida a su cráneo no cayó hasta el piso.

— ¿Y por qué te trajo? — me preguntó sin entender.

— Porque el director llamó, que tenía que hablar de un 'asunto'— le dije imitando la voz de Jennie.

— Pero no haz hecho nada malo — me dijo.

— Lo sé — reí — Fue lo primero que pensé... así que tengo que hablar yo primero con él. — le dije mientras volvíamos a caminar Íbamos por el pasillo que llevaba a la dirección, cuando vi a Jennie adelante.

Así que comencé a correr para llegar primero y poder saber que era de lo que quería hablarle. Rápido la rebase pero logro verme así que también comenzó a correr detrás de mí, llegué a la oficina y sin importar el llamado de la secretaria entré, al contrario de Jennie que se detuvo. Ahora seguramente se aumentaría el regaño por correr en los pasillos, entrar a la oficina sin permiso e ignorar a la secretaria, reí en mi mente, ahora si valdría la pena el regaño.

— ¿Kim? — me pregunto sorprendido el director.

— Si, siento interrumpir pero necesito hablar con usted — le dije ya que regañaba a un chico.

— Hablaremos más tarde... — le dijo con voz seria al chico y éste se puso de pie.

— Gracias — movió sus labios el chico feliz ya que por decirlo así, lo había salvado del castigo.

— ¿Qué sucede? — me preguntó el director— ¿Vino tu tutora?

—Sí, pero aún no entiendo qué hice.

— La madre de Hyuna vino y dijo que los problemas entre su hija y tú, siguen — me explicó.

— ¿Qué? — pregunte sin entender.

— Sí... que tú la sigues molestando — me explicó.

***********************

La NiñeraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora