•°Capítulo 58°•

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Entramos a la cocina, cruzaba mis dedos porque mi familia tomara así mi relación con Jennie. Aunque convencer a Lisa iba a ser más que complicado. Pero ya llegaría el momento de hablar con ella

—Ya sabía que había algo especial entre ustedes— me dijo mientras comenzaba a servir jugo en un vaso de cristal.

Solté una pequeña risita tímida y seguramente mi rostro ahora estaba de un intenso color rojo.

—La primera vez que viniste, la forma en la que te miraba era tan especial— me senté en la barra y ella se sentó frente a mí con una taza blanca llena de café en sus manos.

—Ella... ella es increíble— dije sincera

—Me alegra mucho que este contigo—sonrió — ¿Tus padres ya lo saben?

—Aún no— confesé —Estábamos esperando un buen momento para decirles— y no como lo de anoche.

Un pequeño chillido nos sobresaltó a ambas, reímos. Había sido el tostador. Tomó una bandeja donde seguro colocaría las rebanadas de pan. En ese mismo momento sonó el teléfono.

—Jisoo ¿cariño, puedes responder el teléfono?— me pidió

—Claro— respondí y caminé hacia donde estaba el teléfono que no paraba de sonar.

— ¿Diga?

— ¿Casa de la familia Kim?— una gruesa voz provino del otro lado de la bocina

—Así es

— Llamo para informarles que la señorita Jennie Kim ha sufrido un accidente automovilístico— Sentí como si todo a mi alrededor comenzara a derrumbarse.

Escuchaba a lo lejos los llamados del sujeto y también los de Sunmi. Pero el gran nudo en mi garganta no me permitía emitir palabra alguna.

— ¿Jisoo, qué te sucede?— la mano de Sunmi en mi hombro me hizo reaccionar, tapé mi boca y le entregue el teléfono.

Las lágrimas invadían mi rostro. No podía ser cierto. Si hace tan solo unas horas todo era más que perfecto.

Limpie mis lágrimas ya que nublaban mi mirada. Clara escuchaba con atención mientras negaba con la cabeza, al igual que yo cubría mi boca con una mano.

—Gracias ya mismo estamos allá—confirmó Sunmi en la línea, justo en ese momento bajaba por las escaleras Mike, quien obviamente se sorprendió-asusto por nuestros rostros. Clara trataba de contener las lagrimas

—J... Jennie tuvo un accidente, una camioneta perdió el control y se impactó contra su auto y se volcó— no resistió más y se soltó en llanto mientras que el mío no cesaba

—A ver, tranquilas— nos dijo a ambas —Jichu hija,avísale a los chicos, creo que será mejor que Chae no se entere— tenía razón

—La llevaré a mi casa ¿está bien? así se distrae con Tzuyu— pensé y le comenté solo asintió con la cabeza.

—Nos adelantaremos los esperamos allá

Sunmi fugazmente subió y bajó con un abrigo, en cuestión de segundos estaba parada sola en el living de la casa de mi hospitalizado novia.

Subí a grandes zancadas las escaleras, llegué a la habitación de Tae, toqué la puerta dos veces y entré. No podía esperar a que el chico se despertara y me abriera la puerta.

—Tae— lo moví un poco pero solo conseguí que se quejara un poco y se girara —Tae, despierta...— insistí aumentando la fuerza de los movimientos, las lágrimas comenzaban a salir nuevamente al pensar en Jennie — ¡Taehyung, despierta ahora!— le grité y éste se sobresalto lanzando las sábanas

— ¿Qué pasa?— preguntó asustado y aún más se asusto al ver mis lágrimas

— ¿Qué pasa, Jisoo? — preguntó nuevamente, pero mi estúpido dolor en el pecho no me dejaba hablar

—Jennie...  es Jennie , Tae — alcancé a decir en un hilo de voz —Tuvo un accidente y está en el hospital.

— ¿Qué?— soltó un grito ahogado — ¿Y mis padres?— preguntó tomando sus pantalones de uno de los sillones, ni cuenta me había dado que solo vestía bóxers

—Ya van rumbo al hospital— le informé

—Me dijeron que les avisara, que Chae no se enterara, la vamos a dejar en mi casa— le dije y salí corriendo de la habitación para ir hacia la de Suga.

Le explique todo a Suga, él se ofreció en avisarle a Chae, ya que la pequeña no me creería que 'no sucedía nada'

—Tranquila, todo va a estar bien— me trato de tranquilizar Taehyung —Jennie es más dura que una roca— bromeo pero no podía evitar sentirme así.

Abrió la puerta y una oleada de aire helado nos envolvió

—Ya vuelvo— cerró la puerta y corrió escaleras arriba para después bajar con un par de gruesas chaquetas.

Me entregó una mientras él se colocaba la otra. Apenas la tomé entre mis manos y el perfecto aroma de Jennie inundó mis fosas nasales, haciendo que las lagrimas volvieran a acumularse en mis ojos. Tae volteó a verme cuando los pasos en las escaleras se acercaban. Aniquilé toda lágrima con el dorso de mi mano. Respiré profundamente y trate de verme lo más normal posible.

           

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