Su cuerpo se encontraba sobre el mío al haber caído sobre la cama hace solo unos segundos atrás.
Sus manos acariciaron mi abdomen, creando una descarga eléctrica en mi cuerpo, hasta atrapar mi trasero con sus manos y apretarlo.
-Sean -susurré. Tampoco podía más con juegos, necesitaba sentirlo dentro de mi ahora mismo.
Con una extrema rapidez, se deshizo de mi ropa, dejándome solo con mi ropa interior.
Comenzó a desabrochar mi brasier suavemente y, al quitarlo por completo, sus labios, y su lengua, se dirigieron hacia mis pezones, y así comenzar a jugar con ellos.
-Sean... por favor -gemí y dejó de jugar con mis ellos. Sus besos bajaron hacia mis bragas y se deshizo de ellas.
-¿Puedo intentar algo nuevo? Te aseguro que te gustará -asentí y, acompañada de mi rápida respiración, de repente sentí como si solo algo que estaba sucediendo en mi feminidad estaba repercutiendo en todo mi cuerpo, una gran descarga.
Observé que era lo que estaba haciendo y no pude ver más que su cabeza allí debajo, estaba haciéndome sexo oral por primera vez en mi vida.
-Oh, por dios... -gemí y mis uñas se clavaron en mis cobijas.
-¿Te gusta? -me preguntó, y solo pude asentir.
Su lengua siguió jugueteando, pero aún necesitaba algo más.
Como si hubiera leído mi mente, se deshizo de su bóxer y se posicionó a mi altura. Abrí mis piernas y me penetró con extrema brutalidad, solo un poco doloroso. Seguido de eso, solo se acompañó de placer y nuestros gemidos.
-¡Más fuerte! -le grité, aferrándome a su espalda.
-Dios mío... -gimió él.
Sus embestidas se hicieron más rápidas y más profundas, hasta que al embestirme por última vez sentí como si mi cuerpo se hubiera liberado de algo que sólo estaba haciéndome increíblemente bien, para hacerme increíblemente mejor.
Sean cayó pesadamente a mi lado y oí una pequeña risita de su parte. Lo observé y, acompañados de nuestras agitadas respiraciones, sonreí.
-¿Qué sucede? -le pregunté y su sonrisa se borró.
-Mierda... -fue lo único que susurró -. Eso fue jodidamente increíble.
Cerré mis ojos, intentando disfrutar aquel momento y como me sentía.
-¿Cómo te has sentido? -me preguntó y suspiré.
-No sé como es que pude estar tanto tiempo sin tener sexo -él rió.
-La próxima vez, tu me controlarás sin interrupciones -lo observé y sonreí.
-¿Y quién dijo que habría otra vez? -él clavó sus ojos sobre los míos y se acercó a mi.
-Porque aún no sabes todo sobre el sexo, Katelyn -respondió, y definitivamente no era la respuesta que estaba esperando, pero sabía que no había mucho que pudiera esperar de él.
Se apartó de mi y comenzó a vestirse. Y eso era exactamente lo que lo hacía diferente a los demás, a lo que a mi me gustaba pero sabía que no lo tendría con él; entrega.
Desearía que se quedara y pasara la noche conmigo, que me abrazara y despertar uno con toda la cobija y el otro completamente sin nada de ella pero allí se encontraba él, preparándose para huír, para marcharse.
-¿Por qué me miras así? -Sean me quitó de mis pensamientos. Ni siquiera me había dado cuenta que había estado viéndolo de alguna forma.
-¿Por qué decidiste esperar todo el día para tener sexo conmigo? Podrías haberlo tenido antes y con más de una mujer -él asintió.
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Sólo Tú [ST #1] ✔️©
RomanceEsta no es una típica historia de amor donde la chica tiene su primera relación íntima con el amor de su vida. En realidad, lo es, pero no en el tiempo y lugar correcto. Katelyn Robstraw, de 23 años de edad, decide darle fin a su virginidad tras hab...