Su lengua se introdujo en mi boca, batallando con la mía, y sus manos en mis mejillas.
-Espera... -emití y me aparté solo unos centímetros, lo necesario para ver su rostro -. ¿No debes trabajar? -sonrió y observó mis ojos con determinación.
-Tengo gripe, espero que lo hayan creído -una estúpida sonrisa había aparecido en mi rostro.
¿Había faltado a su trabajo... a aquel trabajo que tanto le gustaba por estar conmigo? Esto no podía ser cierto, debía ser un maldito sueño.
-Lo que sea que estés pensando, me encantaría que lo posponieras por unos minutos. No he tenido sexo en todo el día y... -reí.
-Wow, ¿debería sentirme halagada por ser tu primera vez en el día de hoy? -él asintió y sus labios se posaron en mi cuello.
Cada movimiento era una caricia, me hacía ponerme los pelos de punta y, también excitarme.
Cogí su mano y la llevé a mi seno.
-¿Quieres que...? -preguntó sorprendido y asentí.
-Lo necesito -dije casi en un susurro.
Sus labios volvieron a mi cuello, mientras sus manos daban suaves y abruptos masajes a mis senos.
Cogí su rostro para que quedara frente a mi y lo observé por unos segundos, para besar sus labios.
-Mierda... -él se apartó de mi, de repente, y quitó algo del bolsillo de su pantalón -. Será mejor cubrírmelo ahora así podemos disfrutar todo -comentó, algo apresurado, mientras rompía el emboltorio y cubría su miembro. Volvió hacia mi y quitó algunos mechones de cabello de mi rostro -. ¿Te encuentras bien? -me observó, algo extrañado. Supongo que mi rostro me había delatado.
-Quiero aprender -él se quitó de encima mío y me observó con extremo cuidado. Aclaró su garganta y le tomó unos breves segundos volver a verme. De seguro, lo había tomado por sorpresa.
-¿Quieres decir... quieres seguir estudiando? -reí y negué. Me acerqué a él y observé mis manos temblorosas.
-Quiero aprender más sobre... sexo -declaré.
La extrema sorpresa se notó en su rostro cuando sus ojos se abrieron como dos grandes platos y su boca se abrió en una ovalada "O".
-Oh... -murmuró.
-Conoces toda mi historia. Quiero sentirme segura al hacerlo, no solo dominada o controlada. También quiero sentir que puedo tener el control y sé que tú puedes enseñarme mejor que nadie -le di una pequeña sonrisa -. ¿Qué dices?
-Déjame ver si comprendí... ¿Quieres que te enseñe a tener sexo... que sea algo así como tu profesor? -asentí.
-Así es... no creí que fuera tan difícil de entenderlo -él negó rápidamente con su cabeza.
-Es solo que me tomaste por sorpresa. Claro que puedo enseñarte, pero hay distintos tipos de sexo -asentí.
-¿Y cuáles son esos? -me atreví a preguntar.
Él aclaró su garganta y se preparó para explicarme.
-Bien, en primer lugar tenemos al sexo salvaje-perturbador. A muchas personas puede gustarle, pero no está entre mis favoritos.
-¿Y qué haces en ese? -él sonrió, nervioso.
-Un claro ejemplo es hacer sexo oral a tal punto de hacer sufrir a la otra persona, no gozar. Muchos encuentran el goce en el sufrimiento, pero no lo veo muy lógico. En segundo lugar tenemos el sexo romántico.
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Sólo Tú [ST #1] ✔️©
RomanceEsta no es una típica historia de amor donde la chica tiene su primera relación íntima con el amor de su vida. En realidad, lo es, pero no en el tiempo y lugar correcto. Katelyn Robstraw, de 23 años de edad, decide darle fin a su virginidad tras hab...