Nos había tomado solo dos minutos llegar allí.
Sus labios se posaron sobre los míos ni bien cerró la puerta de su departamento y una sonrisa involuntaria apareció en mi rostro.
-¿Por qué sonríes? -me preguntó él, apartado solo unos centímetros de mis labios.
-No me creo que sea real -emití. Sean acarició mi mejilla y sonrió.
-Pues creélo, porque estoy a punto de hacerte tan mía que ni te imaginas -reí.
-Muéstrame el departamento -él me observó algo confundido.
-¿Ahora mismo? -asentí -. No creo que sea el momento indicado...
Sonreí y comencé a alejarme de él.
-Lo bueno se hace esperar -emití.
Sean me cogió de la cintura y aceleró mi paso.
-Muy bien, pero lo haremos rápido -dijo -. Esta es la cocina, donde paso la mayor parte de mi tiempo -explicó.
-Apuesto a que si.
-Aquí -abrió la puerta de una habitación -, es el tocador dónde ya se me ocurren muchas cosas para hacer contigo -reí -. Esta es la sala de estar, donde me pasé semanas debatiendo si debía luchar por ti o no y, finalmente -abrió la última puerta -, esta es mi habitación, que ansío usarla -me susurró aquello último al oído.
-¿Qué menú desea hoy? -pregunté con una sonrisa traviesa.
-Mmm... Es una decisión tentadora -emitió -, pero creo que elegiré la especialidad seis -aquello me descolocó. Hasta donde me había contado, solo habían cinco lugares.
-¿Lugar seis? -pregunté, confundida.
-Sí... en el cual haremos lo que se nos dé la gana. Que si quiero acariciar tu mejilla lo haré y si quiero hacerte mía como si no hubiera un mañana, también lo haré. También cumple para ti -asentí.
-Quiero que tu tengas el control -susurré, mirándole a los ojos.
Él cogió mi cuello y besó mis labios, apasionadamente. Me levantó del suelo, rodeando sus caderas con mis piernas, y me reposó sobre su cama.
Sus labios comenzaron bajar por mi cuello, hasta llegar a mis senos. Con gran rapidez se deshizo de mi camisa y se entretuvo unos segundos con ellos, acariciándolos y besándolos. Continuó bajando sus labios hacia mi abdomen hasta llegar a mi falda.
Me quitó las botas, para poder deshacerse de él y dejarme en ropa interior.
Volvió a montarse sobre mi y acarició mi rostro.
-Soy tan afortunado -dijo y sonreí.
-Ya me conocerás mejor y cambiarás de opinión -bromeé y él rió. Cogí su rostro y lo acerqué al mío.
Me deshice de su playera y comencé a acariciar su abdomen, que ahora se encontraba desnudo. Cogí su trasero y acerqué su cuerpo más al mío.
Él se deshizo de su pantalón con rapidez, al igual que de sus zapatillas, y cubrió su miembro con un preservativo al quitarse el bóxer.
Sean se deshizo de mi ropa interior en un santiamén y volvió hacia mi.
-Hazme tuya, ahora mismo -le susurré al oído y su miembro me penetró con extrema ferocidad -. ¡Joder! -gemí.
Sus movimientos comenzaron a hacerse más rápidos dentro de mi, y sus manos en mis caderas permitían que se moviera mejor. Mis uñas se aferraron a su espalda y, en un intento de evitar un grito ahogado, las clavé.
Sus labios se posaron sobre los míos, y comenzó a gemir sobre ellos.
-Madre mía...
Su mano se acercó a mi clítoris y, con la ayuda de sus dedos, comenzó a masajearlo para darme más placer.
-¡No pares! -grité.
Sus emestidas comenzaron a ser más rápidas y estaba a punto de llegar al orgasmo.
-Vente... -le susurré.
-¡Mierda, Kate! Estoy a punto... -gimió él.
-¡Oh, por dios! -gemimos ambos al unísono, al llegar al orgasmo al mismo tiempo.
Sean besó mis labios por última vez y cayó pesadamente a mi lado.
-Definitivamente, fuimos hechos el uno para el otro -me dijo y sonreí.
-Realmente te necesitaba -murmuré y me observó.
-Al igual que yo -Sean tomó asiento en el borde de la cama y abracé su espalda, besando su hombro.
-¿Dónde vas? -le pregunté - No tienes que huír, puedes quedarte conmigo en la cama -él me observó de costado.
-¿Cómo cuando iba a tu cama por las noches y decía que era porque me dolía la espalda? -sonreí y asentí -. Bien, puedo hacerlo -él sonrió y apoyó su cabeza en mi pecho desnudo, aferrándose a mi cuerpo -. No es que no me guste estar así contigo, de hecho me encanta -comenzó a explicar -, pero siempre que acababa de tener sexo con una clienta, me vestía de inmediato y me marchaba.
-Ya, pero yo no soy tu clienta -él se encontraba acariciando mi cadera con sus dedos.
-Y me tomó tiempo diferenciarte de eso, pero no sabía cómo sentirme al respecto o qué hacer.
-Pues, a partir de ahora, cada vez que tengamos relaciones, te quedarás en la cama y me abrazarás. ¿Correcto? -él asintió -. No pensé que, el mismo día que me declararas tu amor, ya volveríamos a estar juntos. Pensé que resistiríamos un poco más, aunque sea unas horas más.
-Eso es imposible, nuestra historia comenzó con mi miembro dentro de ti, eso formó una gran unión entre nosotros -reí.
-Vaya manera de ser romántico -él sonrió y besó mi estómago.
-¿Qué piensas hacer ahora que acabaste la universidad? -me preguntó.
-Pues, ya me han designado un hospital para realizar las residencias en cuanto acabe el verano.
-Me refería más a corto plazo, como la semana entrante. Ahora tienes dos meses de vacaciones antes de comenzar a trabajar.
-Bueno, cada año mis padres y yo viajamos a las cabañas de mis abuelos y nos encontramos con toda mi familia. Es la semana entrante.
-¿Por cuánto tiempo? -Sean se alarmó un poco.
-Tres días. Has vivido un mes sin mi, sobrevivirás tres días... -y, de repente, se me ocurrió una increíble idea que a mis padres les encantaría -. ¿Qué tal si vienes conmigo? -él me observó, sorprendido.
-No, por supuesto que no. Ese es un viaje tuyo y de tu familia.
-Ese viaje siempre es muy aburrido, y me vendrá genial algo de acción -Sean sonrió.
-Entonces, iré contigo -emitió y besó mis labios.
-Te amo -le dije y sus ojos brillaron como nunca antes lo habían hecho.
-De repente, me están entrando ganas de volver a tenerte -se montó sobre mi y reí a carcajadas.
-Pues, aquí me tienes -él unió sus labios a los míos y volvió a penetrarme.
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Sólo Tú [ST #1] ✔️©
RomanceEsta no es una típica historia de amor donde la chica tiene su primera relación íntima con el amor de su vida. En realidad, lo es, pero no en el tiempo y lugar correcto. Katelyn Robstraw, de 23 años de edad, decide darle fin a su virginidad tras hab...