Luego de aquella ducha individual, ya casi era hora de la cena.
Al bajar a la sala de estar, me encontré ya con toda mi familia allí y todos besuqueándome el rostro.
-También te extrañé, tía Paddy -le dije para que se apartara de mi rostro.
-Tu novio es muy guapo. Apuesto a que tienen muy buen sexo -me susurró aquello último y no pude evitar incomodarme. Le di una falsa sonrisa y me marché en busca de Sean.
Mi familia era así; completamente diferente a cualquiera que alguna vez hayan conocido.
Al encontrarlo, mis primas gemelas se encontraban sentadas a sus lados, intimidándolo.
-¿Y cómo la has conocido? -le preguntó Elena -. Katelyn jamás ha estado con un hombre, hablo de sexo.
<<¡Maldita perra!>>pensé.
-Dudo que haya dado su primer beso -Merie tampoco me ayudó demasiado.
<<¡Maldita perra x2!>>
-Pues, puede que no haya besado o estado con ningún muchacho, pero ahora es médica y ella será la encargada de salvarles la vida si algo les sucede -Sean se puso de pie -. Les recomiendo que la traten bien -él caminó hacia mi -. Hola -me sonrió.
¿Por qué me había defendido así delante de mis primas? Aquello había sido encantador...
-¿Cómo estuvo tu baño? Apuesto a que me extrañaste -sonreí.
-Un poco... ¿Mi familia está tratándote bien? -le pregunté y asintió.
-Son encantadores -mintió. Estaba conteniendo mis ganas de besarlo; quería defender a mi familia cuando yo los conocía mejor que él, como si quisiera engañarme.
-He estado buscando mi celular por todos lados y no logro encontrarlo -emití.
-Yo te ayudo -dijo él y comenzó a buscar por todos lados, cada vez apartándonos más de mi familia. En cuanto se adentró a una habitación vacía, que resultaba ser la sala de juegos, lo cogí de su playera y posé mis labios sobre los suyos.
-¿Qué hay de tu celular? -me preguntó.
-Era una mentira, debía besarte de alguna forma -él sonrió.
-Podrías habérmelo dicho a mi. Hubiese aparecido con una mejor mentira -reí y volví a unir nuestros labios.
Sean me cogió del trasero y me levantó del suelo, dejándome sobre la mesa de billar. Sus besos se dirigieron hacia mi mandíbula y luego a mi cuello, para finalmente volver a mis labios.
-Hazlo ahora -le susurré, en cuanto nuestros labios se separaron.
Sean bajó su pantalón y su bóxer pero, de repente, alguien golpeó la puerta.
-¿Kate? ¿Estás ahí? -era mi madre.
-Haz como si estuviéramos jugando -le susurré y mejoré un poco mi aspecto con la ayuda de mis manos -. ¡Sí, pasa! -le grité a mi madre y se adentró.
-Oh, hola Sean. La cena ya está preparada, los veo allí -nos informó mi madre con una sonrisa y se marchó.
Él acomodó su miembro y reí.
-Luego de la cena -le recordé y nos marchamos hacia el comedor.
Al llegar, tomamos asiento y la gran conversación comenzó. Era un milagro si una persona podía hablar y todos los demás oían. En mi familia, todos hablaban y nadie oía, pero hoy era la excepción. Todos parecían estar interesados en el tema principal; ahora, todos preguntaban y todos oían.
ESTÁS LEYENDO
Sólo Tú [ST #1] ✔️©
RomantizmEsta no es una típica historia de amor donde la chica tiene su primera relación íntima con el amor de su vida. En realidad, lo es, pero no en el tiempo y lugar correcto. Katelyn Robstraw, de 23 años de edad, decide darle fin a su virginidad tras hab...