Al llegar a mi casa, caí sobre mi sillón y comencé a llorar. Las lágrimas comenzaron a caer por mis mejillas sin control alguno y me abracé a uno de los cojines.
No estaba lamentándome por la decisión que había tomado, estaba llorando porque cada vez que creía tenerlo, volvía a perderlo con justificación.
Luego de unos minutos, me digné a levantarme del sillón y darme una corta ducha, con el fin de no sentirme tan sucia luego de tan largo día de trabajo.
Al acabar, me dirigí hacia mi ordenador y, unas fotografías de Sean y yo hace algunos años atrás, aparecieron de repente.
-Esto tiene que ser una puta broma -susurré y cerré mi ordenador.
Cogí mi celular y observé el número de Sean. No, no lo haría. Lo arrojé hacia mi cama y el timbre de mi casa sonó. Lo ignoré por completo. No me importaba si era Ellie, Darren o incluso Sean. Podían ser mis padres, pero de ninguna forma dejaría que me vieran así.
De repente, oí un suave golpecito, lo cual me asustó como nunca antes. No sabía de donde venía, y tampoco creía querer saberlo. Cuando de repente observé por la ventana de mi habitación, allí se encontraba Sean tiritando. La abrí y lo observé seria.
-Casi logras que llame a la policía -él asintió.
-¿Me dejas pasar, por favor? Estoy congelándome -abrí la ventana por completo y la cerré cuando se adentró.
-¿Quieres una manta o algo? -negó.
-Aquí dentro ya estoy mejor -emitió.
-Ya no sé como decírtelo, Sean -él se acercó a mi con sus ojos húmedos.
-Y yo ya no sé como explicarte que no me rendiré contigo. No permitiré que por algo estúpido que le hayas dicho a Darren, no podamos seguir con lo nuestro. Quiero crear un futuro contigo, tener hijos y casarnos, o en el orden que quieras, pero quiero que sea contigo.
-¿Qué pensaste el día que te dije que era virgen? -le pregunté, lo cuál lo descolocó un poco.
-No entendía porqué preferías pagarle a alguien para que acabara con eso -explicó.
-Eso ya lo sé, pero sonreíste. ¿Por qué? -ahora volvió a sonreír.
-Mi primera vez no había sido una muy buena experiencia, pero ahora tenía la oportunidad de que lo fuera para ti... -dijo y acerqué mi rostro al suyo, quedando sólo a unos pocos centímetros -. ¿Qué haces? -cogió mi cintura.
-Veo cuánto aguantas sin besarme -emití y sonrió.
-¿Cuánto puedes aguantar tú? -observó mis labios.
-Nada -finalicé y junté mis labios a los suyos, muy suavemente. Apoyé mi frente sobre la suya, al separarnos sólo unos centímetros, y suspiré.
-¿Y ahora qué hacemos? -preguntó en un susurró. Tragué saliva y acaricié su labio inferior con mi pulgar.
-Quiero tenerte -le dije. Ni siquiera lo pensó y juntó nuestros labios.
Me dejó caer sobre mi cama y se montó sobre mi. Cogió una de mis mejillas con su mano y besó la otra. Volvió a mis labios y acarició mi cintura. Acaricié su espalda por debajo de toda la ropa que llevaba y se la quitó, quedando con su torso desnudo.
Realicé un movimiento que me hizo quedar encima de él y, acaricié su clavícula y todos su torso. Me quité mi blusa y volví a sus labios. Bajé hacia su mandíbula y luego hacia su cuello. Le había dejado una marca, pero eso ya no importaba porque ya no tenía aquel trabajo.
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Sólo Tú [ST #1] ✔️©
Roman d'amourEsta no es una típica historia de amor donde la chica tiene su primera relación íntima con el amor de su vida. En realidad, lo es, pero no en el tiempo y lugar correcto. Katelyn Robstraw, de 23 años de edad, decide darle fin a su virginidad tras hab...