Durante el transcurso de la semana, diré que Sean y yo no nos vimos demasiado. No porque no quisiéramos, por supuesto que queríamos estar con el otro en todo momento, pero vernos solamente cada noche lo hacía mucho más excitante.
Mañana viajaríamos a la cabaña de mis abuelos y no podía esperar por pasar tiempo con él.
-Estás completamente enamorada -me dijo Ellie y sonreí.
-Lo estoy, ¡maldición! Jamás creí que caería tan rápido -ella rió.
-No es tu culpa. Con alguien tan guapo como él, cualquiera hubiera aguantado mucho menos que tu. Tal vez, eso hizo que se enamorara de ti. No fuiste fácil -sonreí, orgullosa.
-Tal vez... Pero dime, ¿qué hay de ti? -le pregunté -. ¿Has conocido a alguien nuevo? -ella negó.
-Creo que dejaré de buscar al indicado por un tiempo. Aparecerá cuando sea el momento, como tu -me acomodé en mi lugar ante aquel incómodo momento. Nunca me lo había preguntado.
-No se si Sean sea el indicado, nunca lo había pensado. Es decir, sí, todo es increíble entre nosotros pero prefiero disfrutar lo que tenemos ahora -Ellie sonrió.
-A veces te admiro demasiado, Kate. Darren ha preguntado por ti, quiso saber sobre ti -me dijo.
-¿Y qué le dijiste?
-Pues, que te encuentras muy bien y no le di demasiadas explicaciones. Sabes que tendrás que mantener todo tranquilo entre ustedes, ¿verdad? -suspiré y asentí -. Desearía que me hubieran designado al mismo hospital que a ustedes, pero mi promedio no fue suficiente -sonreí.
-Oye, seguirás siendo mi mejor amiga aunque no estemos en el mismo lugar. ¿Quién sabe? Tal vez, acabemos trabajando juntas en el mismo hospital en un futuro -ella asintió.
-Ten mucho sexo estos tres días -me dijo, de repente, y comencé a reír a carcajadas.
La noche llegó y, como siempre, estaba preparando las valijas a última hora. Sean pasaría a recogerme mañana a primera hora, y mis padres se habían emocionado bastante al saber que él lo haría y no ellos.
El timbre del departamento sonó y me encontré confundida ya que no esperaba a nadie. Al abrir la puerta, me encontré con un Sean vestido de paciente hot y no pude evitar reír.
-¿Qué haces vestido así? -le pregunté y me observó algo ansioso.
-¿Me dejas pasar, por favor? -asentí y abrí la puerta para que se adentrara. Al cerrarla, lo observé -. Quise hacer algo bonito por ti y, al pensar que no habría nadie a estas horas, decidí que era buena idea vestirme de paciente hot con casi todo mi trasero a la vista. Al subir aquí, me encontré con Nina de nueve años del primer piso, con la señora y su gato del segundo piso, y con Ralph y su verruga a llegar a tu puerta -reí.
-Pues, espero que todo eso haya valido la pena... -le dije, a lo que él sonrió.
-Tu dime -se acercó a mi y besó mis labios, suavemente -. ¿Ya has preparado todo para mañana?
-Estaba en eso, estaba acabando de acomodar mi valija -él entrecerró sus ojos -. Si, puedo seguir luego -le dije, como si hubiera leído su mente.
Sus labios volvieron a posarse sobre los míos y nos dirigimos de camino hacia mi habitación.
-Necesito tu ayuda -me dijo al separarse unos pocos centímetros de mi y me asusté -. Necesito que me desvistas para poder operarme -sonreí y comencé a hacer eso.
-¿Mejor? -le pregunté y asintió, con una gran sonrisa. Sus besos ahora se encontraban en mi cuello y sólo quería tenerlo.
Su celular comenzó a sonar y lo apagó con rapidez.
-¿No quieres atender? Puede que sea importante -le dije y negó, volviendo a mis labios.
Su celular volvió a sonar y ahora sí lo cogió.
-Lo siento -me dijo y se marchó de la habitación.
Me encontraba sola, excitada y con una valija aún sin terminar de empacar. Comencé a coger más ropa y a guardarla, hasta que Sean volvió a aparecer.
-¿Todo en orden? -le pregunté y tomó asiento en mi cama. Me acerqué a él e imité su acción -. Sean... ¿sucedió algo? -sus labios volvieron a los míos, ahora con gran desesperación.
Su cuerpo se posó sobre el mío y comenzó a desvestirme con completa rapidez. Sus besos comenzaron a hacerse presentes en mi estómago y mi respiración comenzó a agitarse. Me quitó la ropa interior y protegió su miembro. Besó mis labios y me penetró con ferocidad.
-¡Oh! -gemí.
Sus penetraciones comenzaron a hacerse cada vez más rápidas y fuerte, hasta que su cuerpo se detuvo y comenzó a llorar sobre mi hombro.
-Sean... -salió de dentro de mi y ahora podía observarlo mejor. Cogí su rostro y limpié sus lágrimas -. Puedes hablar conmigo -le susurré.
Por primera vez, me observó y se acomodó en su lugar.
-Supuse de que iba el llamado, pero no quería cogerlo al ver que era mi madre -emitió.
-No comprendo...
-¿Recuerdas a Tania? -reí.
-Por supuesto que sí, tonto. Es tu hermana pequeña -sus ojos se aguaron más -. Mierda... ¿qué le sucedió? -me asusté.
-Hace un año atrás tuvo un accidente de auto con sus amigos. Dentro iban cuatro; dos murieron en el momento y mi hermana con una amiga quedaron en coma... -sus manos comenzaron a temblar -. Tania acaba de irse -me acerqué a él rápidamente y lo abracé.
-Por dios... Lo siento mucho. Mira, puedo llamar a mis padres y decirles que no podremos ir mañana y que... -él me interrumpió.
-No, quiero ir. Me vendrá bien para despejar mi mente -cogí su rostro y lo acaricié.
-¿Qué puedo hacer para que te sientas mejor? -él me dio una pequeña sonrisa e hizo que me recostara. Abrazó mi cuerpo, apoyando su cabeza sobre mi pecho desnudo.
-No lo merecía -emitió.
-Por supuesto que no -besé su cabeza -. Nadie merece morir, pero ahora ella se encuentra en un lugar mejor.
-Me sentía mal al pensar así, pero quería que lo hiciera. Sentía que sólo estaba quedándose por nosotros, para darnos tiempo a que aceptáramos que ella ya no iba a estar más con nosotros. Ella siempre se preocupó mucho por los demás, siempre lo hizo. Quería que fuera feliz y libre, quería que se marchara -explicó.
-No tienes que sentirte mal por pensar así, tiene su lógica. Ya duerme, mañana te encontrarás mejor -Sean besó mi estómago y volvió a apoyar su cabeza en mi pecho.
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Sólo Tú [ST #1] ✔️©
RomanceEsta no es una típica historia de amor donde la chica tiene su primera relación íntima con el amor de su vida. En realidad, lo es, pero no en el tiempo y lugar correcto. Katelyn Robstraw, de 23 años de edad, decide darle fin a su virginidad tras hab...