HOPELESS; Uchiha Sasuke. ✓

Capítulo 37: Dolor.

Cuando abrí mis ojos me encontré con la cara sorprendida de Naruto, miré a mi alrededor encontrándome así en una habitación de hospital y entonces recordé todo lo que me había sucedido.

—Me alegra ver que has despertado. —decía Naruto con una gran sonrisa. —Me has hecho preocupar bastante.

—Estoy en Konoha, ¿verdad?

—Sí. Te han traído aquí para que te ayudemos. —comentó. —Aunque Sakura-chan ya había hecho todo el trabajo antes de que llegarás aquí.

—¿Y Sasuke? —pregunté a lo que Naruto desvió la mirada. —Se ha ido... ¿verdad?

—Sí. —afirmó con algo de tristeza. —Creí que después de tanto tiempo fuera, él volvería, pero no fue así. Incluso Sakura-chan se fue con él.

—¿Eh? —digo con sorpresa ante lo que él me había dicho. —¿Sasuke y Sakura? ¿Se han ido?

—Sakura-chan ha dicho que se cansó de esperar. Que ahora iría con él en estos viajes.

Lo que me ha dicho Naruto me dejó perpleja. No sabía que pensar ante esta situación, ellos se habían ido juntos y era algo que muy en mi interior me molestaba.

—Supongo que ambos se merecen...—murmuré.

—¿Eh?

Me levanté sin algún tipo de dificultad, levanté un poco mi playera dejando ver mi abdomen completamente sanado. Luego miré a Naruto, el cual estaba con la vista fija en mi abdomen.

—¿Te importa? —digo captando su atención. Él se había sonrojado mientras apartaba la mirada. —¿Acaso eres un pervertido?

—No. No. —negó rápidamente. Para luego tocar su mejilla con nerviosismo. —¿Te parece bien si vamos por Ramen?

—¿Ramen? —pregunté confundida. —¿Es bueno?

—¡¿Qué si es bueno?! —exclamó sosteniéndome de los hombros. —¡Es la cosa más maravillosa que se haya creado! ¡Iremos en este momento a que lo pruebes!

Sin dejarme protestar, él me tomó de la mano y comenzó a arrastrarme fuera de aquella habitación del hospital. Mientras íbamos por los pasillos, íbamos captando la atención de los demás y digamos que ellos no me veían de una manera agradable.

Sea por donde íbamos, cada persona me veía con miedo y ira. Supongo que tenían razones para temerme, yo he matado a varias personas importante para ellos.

Llegamos a un lugar llamado "Ichiraku", en ese lugar se encontraba una joven de cabellos castaños atendiendo el lugar y entre las personas que estaban comiendo en aquel local se encontraba aquella chica rubia del clan Yamanaka.

—¡Naruto! —exclamó con una gran sonrisa la que atendía el lugar. —¡Qué alegría verte!

—¡Lo mismo digo! —sonrió ampliamente Naruto. —Quiero dos tazones de Ramen. Por favor.

—En seguida los preparo.

—Como siempre vienes por Ramen. —soltó una risa la chica del clan Yamanaka. Cuando ella se giró, se sorprendió al verme al lado de Naruto. —Es impresionante verte con alguien que no sea Sakura.

—Le vengo a mostrar como es el Ramen. —le dijo. —¿No estás con Shikamaru ni Chouji?

—Ellos tenían algo importante que hacer. —decía con un tono aburrido. —Vine aquí porque tenía libre y no sabía muy bien que hacer.

—Siempre te la pasabas con Sakura-chan.

—Me enoja bastante el hecho que ella se haya ido sin despedirse. —dijo con mucho enfado. —Aunque es un poco comprensible. Ella siempre estuvo enamorada de Sasuke y este la hizo esperar bastante.

—Sakura-chan ama bastante a Sasuke.

Ellos hablaban de la relación de Sasuke y Sakura, cada palabra que decían eran como si me clavaran cuchillos en mi pecho.

Sasuke y Sakura se habían conocido desde que eran niños y han formado un gran lazo. En cambio, conmigo todo fue distinto, en primer lugar, yo había utilizado a Sasuke para el beneficio de mi padre y no me importó jugar con sus sentimientos, aquello hizo que él me odiara.

Nosotros probablemente nunca estemos juntos.

❇❇❇

Habían pasado algunas semanas, desde entonces no me he ido de Konoha solo porqué le había prometido a Kakashi quedarme al menos un mes en este lugar.

Durante ese tiempo me he estado quedando en la casa de Kakashi, él muy amablemente me acogió y mi estadía en este lugar ha sido bastante agradable. Bueno. Solo si ignoramos el hecho que aún me ven con odio e ira las demás personas.

Cuando salía a caminar podía escuchar claramente como aquellas personas hablaban de mí y algunas se preguntaba el porqué me habían dejado quedarme aquí. Que yo era un peligro y que en cualquier momento podría matarlos; quizá tengan razón, yo podría en cualquier momento deshacerme de ellos, pero no lo haría por el simple hecho de que me agradaba Naruto.

Había decidido dar una vuelta luego de haber memorizado los libros que Kakashi tenía en su casa, con mi Sharingan me era bastante fácil memorizar cosas. Cuando salí nuevamente sentí las miradas de los aldeanos, no me importó mucho y seguí mi camino.

Mientras caminaba me encontré con la tienda de los Yamanaka, decidí entrar y ahí me encontré con Ino. Ella al verme me sonrió y me saludó muy animada.

—¿Podrías arreglarme las flores de siempre?

—Claro. —asintió mientras buscaba las flores que siempre venía a pedirle desde que estoy aquí. Ino arreglaba aquellas flores tan delicadamente y con felicidad. —Aquí están.

—Anótalo en la cuenta de Kakashi.

—El Hokage-sama tendrá una gran deuda. —rió Ino. —Yo le diré que has pasado por aquí.

—Se las arreglará.

—Ya lo creo.

Tomé las flores que preparó Ino, me despedí de ella para así poder ir al lugar donde se encontraba la persona más importante de mi vida.

Cuando llegué al lugar, fui directamente hasta donde se encontraba mi Madre. Le quité las flores que tenía y coloqué las nuevas que había ido a buscar.

—Espero te gusten, Madre. —dije formando una sonrisa. —Pronto me iré y no podré visitarte. Espero me entiendas.

Toqué delicadamente la lápida de mi madre, luego de eso me acerqué al lugar donde habían escrito el nombre de mi padre y agradecí por estar cuidándome todo este tiempo.

Comencé a irme, siempre que venía a ese lugar mi animo bajaba. Todo el tiempo me preguntaba como hubiera sido si ellos estuvieran con vida, anhelaba el oír la voz de mi madre y padre llamándome e incluso regañándome por algo malo que haya hecho.

Pero eso no pasará nunca, ellos ya no están y yo me encontraba sola en este mundo.

Mientras iba metida en mis pensamientos no me di cuenta por donde iba, había caminado sin darme cuenta hasta la entrada principal. Entrada donde se encontraba dos personas muy reconocibles.

Me quedé sorprendida al verlo en la entrada, Sasuke se encontraba al lado de Sakura hablando quien sabe qué.

Inesperadamente nuestros ojos se habían encontrado, pero él inmediatamente apartó la mirada y siguió hablando con Sakura.

Dejé de verlo para darme media vuelta y volver a casa de Kakashi, no pensaba quedarme viendo a esos dos ahí hablando tan cercanamente.