HOPELESS; Uchiha Sasuke. ✓

Capítulo 27: Tsukuyomi Infinito.

Madara había aparecido junto a Obito, él abrió sus ojos dejando al descubierto los dos Rinnegan.

—Entonces... ¿Morir todos juntos también será trabajo en equipo?

—¡Obito!

—Lo siento, pero Obito no está aquí. Me apoderé de su cuerpo. —habló la parte negra que rodeaba la mitad del cuerpo de Obito. —Parece que quería compensar sus errores del pasado. En el fondo de su corazón, confiaba en que ustedes seguirían adelante por él, como si fuera un niño. ¿No les parece egoísta? Es un mocoso maleducado.

Sakura se había lanzado de cara a atacar a Madara y entonces recibió una atravesada con un fierro de Madara; con Naruto nos apresuramos a atacar a Madara, pero antes de que pudiéramos atacarlo, algo nos había empujado.

Con mi Rinnegan pude observar a 4 Madaras, los cuales se encontraban invisibles para los demás.

—Se acabaron los juegos.

Madara comenzó a elevarse y entonces partes del suelo comenzaron a elevarse para así formar varias rocas gigantes, las cuales comenzaron a descender a una gran velocidad.

Activé mi Susano para así ir a destruir aquellas rocas, pero eran demasiadas y no acababan nunca.

—Esto es malo...—murmuré al ver la luna.

Rápidamente comencé a descender hasta donde se encontraba Naruto y los demás.

—¡Sasuke, no bajes de improviso! ¡El Rasen Shuriken te podría...! —gritó Naruto. Ignorando sus gritos aterricé de improvisto detrás de ellos. —¡Hey! ¡Aterriza con más cuidado!

—¡Cállate y no te muevas! —le grité mientras los rodeaba con mi Susano para evitar así que ellos mirasen la Luna. —No podemos salir. Con mi Susano estamos a salvo del efecto de un Genjutsu. Además, sus sombras siguen ahí y si nos matan a los dos, todo se habrá acabado.

—¿Qué está pasando afuera? —preguntó Sakura. —¿Sasuke-kun?

—¿Qué harías si lo supieras? —pregunté de mala gana. —Ahora no pueden hacer nada.

—No se trata de eso, Sasuke. —decía Kakashi. —Lo que queremos saber es qué debemos hacer a continuación.

—Ahora mismo estás en la misma situación que Sakura, Kakashi. Cállate un momento.

—¡Maldita sea, Sasuke! ¿Sabes lo que es trabajar en equipo? —me gritó Naruto con mucha ira. —Los del Equipo 7 derrotaremos a Madara.

—Es cierto que ahora no puedo hacer nada. —dijo Kakashi. —Si con tu ojo izquierdo puedes ver lo que ocurre afuera, entonces es cierto que debes tomar el mando del Equipo 7.

—¡¿Qué?! ¡Dudo que este pueda idear un plan mejor que Kakashi-sensei o Sakura-chan! —decía Naruto mientras me apuntaba. —Aunque puede que sí mejor que yo...

—En todo caso, Madara puso en marcha su jutsu. —comenté. —Es un genjutsu increíblemente poderoso. Probablemente todos los que están en el exterior hayan caído ante él...puede que solo nos hayamos salvado nosotros.

—El Tsukuyomi Infinito...

—Entonces, ahora todos están...

—Soñando.

—¿Cuándo podremos salir?

—La luz de la luna capturó a la gente en el Genjutsu. Esa luz se está debilitando, pero mientras brille, no podremos salir.

Los minutos pasaron y entonces aquella luz brillante que provenía de la Luna comenzó a desaparecer poco a poco, y cuando ya no se veía, deshice mi Susano para así enfrentarnos a Madara.

—Al final ese tipo negro no se vio afectado. —dijo Naruto. —¿Cómo sacamos a todo el mundo del genjutsu, Sasuke?

—Un genjutsu creado con un Rinnegan probablemente necesite otro Rinnegan.

—Así que necesitaríamos el ojo izquierdo de Sasuke. —dijo Kakashi.

—No lo permitiré. Solo falta librarse de ustedes. —habló la cosa negra que rodeaba a Obito.

—Como yo soy el salvador del mundo, yo lo haré. —dijo Madara apareciendo frente a nosotros. —Se les acabó la diversión.

—Tengan cuidado, sus sombras nos tienen rodeados por los cuatro costados. —les advertí.

—No los dejaré hacer nada más. Ya detuve el karma de este mundo. —habló Madara. —Liberé a la gente del dolor, del sufrimiento, del vacío.

—¡Esas no son más que mentiras!

—Naruto...te interpones en la felicidad de todos. Fíjate. Es un mundo en que se detuvo toda la lucha ninja. —decía con una gran sonrisa. —Corregí el error de Hashirama.

—¿Cómo que el primer Hokage cometió un error? —preguntó Sakura.

—Ustedes, los de Konoha, no quieren aceptarlo. Pero al final, Hashirama fracasó en cambiar el mundo ninja. —nos dijo con seriedad. —Al principio, Hashirama y yo teníamos el mismo objetivo, así que trabajamos juntos.

Inesperadamente Madara había sido atravesado por el brazo de Obito, controlado por aquella cosa negra y nos dejó a todos sorprendidos.

—Tú no eres el salvador, ni esto se ha acabado. —le dijo aquella cosa negra. —¿Por qué crees que puedes usarlo todo, al contrario que Obito? ¿No es muy presuntuoso pensar que eres diferente?

—¿Qué haces, Zetsu Negro? Fui yo quien te creó. —preguntaba Madara. —¡Eres un producto de mi voluntad!

—Eso también es un error. Mi voluntad...es de Kaguya.

—¿Qué está pasando? —preguntaba Naruto.

—¿Pelean entre ellos?

—No, no es eso. Acaba de decir algo de Kaguya. —digo con asombro.

—¿Kaguya? ¿Quién es?

—La persona de quien nos habló el Rikudo Sennin.

Una oleada de chakra comenzó a rodear a Madara, toda esa cantidad de chakra estaba siendo absorbido por el cuerpo de Madara comenzando así a hincharse.

Con Naruto íbamos a aprovechar esa oportunidad para así acabar con él, pero los cabellos de Madara nos habían atrapado y estos comenzaban a robarnos nuestro chakra.

Intenté zafarme, pero no podía siquiera moverme y eso me estaba frustrando.

Todo acabaría aquí y todo lo que había planeado de hacer un nuevo mundo se estaba yendo por la borda o eso creí, pero al ver como el cabello de Madara fue cortado y me dejó libre, me dio algunas esperanzas.

—Al parecer tampoco le afectó el genjutsu.

La persona que nos había salvado a Naruto y a mí había sido nada más que ____.

—¡Sasuke-kun! —exclamó Sakura mi nombre con preocupación. —¡¿Te encuentras bien?!

—Sí.

—Yo también me encuentro bien, Sakura-chan...

—No deberían distraerse. —dijo con frialdad ___. —Él se está hinchando por completo.

Madara se había hinchado por completo y en un par de segundos él ya no estabada, y en su lugar apareció la persona que nos habló el sabio de los seis caminos. 

Otsutsuki Kaguya.