HOPELESS; Uchiha Sasuke. ✓

Capítulo 5: Pesadilla.

Me levanté de mi cama para acercarme a él y posicionar mis manos en sus hombros.

—No tengo idea a que se refiere. —le dije de manera calmada para luego alejarme. —No sé quien es ese tal Uchiha Sasuke.

—No puedes engañarme. Te he visto con él esta tarde. —dijo de manera seria. —¿Qué es lo que estás tramando?

—¡Oh! —exclamé con sorpresa. —Senpai. No Sabía que usted tenía esos sentimientos por mí.

—¿Qué?

—Lamento decirle, pero usted no es mi tipo. —él activó su Sharingan. —¡Ah! ¡Lo siento! No volveré a bromear así.

—¿Qué es lo que tramas con Sasuke?

—Ya le he dicho que no conozco a ningún Sasuke. —me crucé de brazos. —Me habrá confundido. Yo estuve con Deidara-senpai.

—Te estaré vigilando. —dijo fríamente. —Espero no estés mintiendo.

Itachi salió de mi habitación por lo que solté un suspiro de alivio para volver a quitarme mi máscara y luego tirarme a mi cama para así descansar.

Cerré mis ojos sintiendo como el cansancio me consumía.

❇❇❇

—¿Dónde estoy? —pregunté al ver un lindo paisaje. —¿Qué hago aquí?

A lo lejos se pudo ver a una mujer de cabellos castaños, ella se encontraba de espalda y entonces se giró, pero no pude distinguir su rostro; ella apuntó a una dirección detrás de mí.

Miré hacia atrás encontrándome con un paisaje totalmente diferente, sangre se encontraba esparcida por el suelo y varios ninjas masacrados en el.

La mujer que anteriormente había visto se encontraba en medio de todos, ella mantenía un Kunai frente a ella mientras intentaba proteger a una pequeña niña...esa niña era yo.

—Mamá...—murmuré comenzando a correr donde ella, pero cada vez se iba alejando más y más. —¡Mamá!

Por más que corría no podía acercarme, no podía hacer nada y entonces la siguiente escena que pasó me dejó inmóvil.

Vi como ella era cruelmente asesinada por un hombre, un hombre al que no podía ver con claridad su rostro...

—¡Mamá! —exclamé alterada mientras me incorporaba en mi cama. Había tenido nuevamente esa pesadilla, la pesadilla donde mi madre me protegía y ella era la que terminaba muerta. —Necesito tomar aíre...

Me levanté de mi cama colocándome así mi máscara, salí de mi habitación y me encontré con Hidan y Kakuzu.

—La chiquilla ha despertado. —decía Hidan con una media sonrisa.

—No te distraigas, Hidan. —dijo Kakuzu. —Debemos de ir por el Nibi.

—¿Puedo ir con ustedes?

—No. —respondió Itachi llegando hasta donde nos encontrábamos. —Tú vendrás con nosotros.

Él no me quitaba la mirada de encima, me sentía bastante inquieta al sentir su mirada.

—Andando. Hidan.

—¡Tráiganme un recuerdo! —exclamé con felicidad mientras me despedía con mi mano. Luego que ellos se hayan ido miré a Itachi. —¿Qué es lo que haremos, Itachi-senpai?

—Buscaremos un pergamino.

—¿Eh? ¿Un pergamino? —digo decepcionada. —Creí que tendríamos una misión más importante.

—Solo sígueme.

Itachi comenzó a caminar por lo que lo seguí y a la salida nos encontramos con Kisame, quien se encontraba esperando sentado sobre una roca.

—Me preguntaba porque estabas tardando tanto. —decía con su típica voz. —Así que iremos con la niña.

—No soy una niña, Kisame-senpai. —digo colocando mis manos en mis caderas. —Soy toda una mujer.

—Tu aspecto está fuera de ser el de una mujer. —decía con una media sonrisa. —Y otra cosa. ¿Dónde está tu capa?

—Se me quedó ata— me quedé callada de un momento a otro. Ellos me miraron esperando a que continuara. —Se me arruinó cuando nos enfrentamos a los intrusos de Konoha.

Itachi nuevamente me miraba no tan convencido.

—Ya veo. Ya veo. —dijo Kisame levantándose de aquella roca. —Al lugar donde vamos te dará frío.

—Soy resistente al frío. —digo con seguridad. —Nada sucederá.

❇❇❇

Habíamos llegado al lugar donde debíamos de buscar un pergamino, tal como había dicho Kisame el lugar era bastante frío y yo me estaba congelando.

—Nos separaremos a buscar ese pergamino. —dijo Itachi. —Solo busquen a una mujer con una cicatriz en la cara.

—Bien. Bien. —digo anotando las características que había dicho Itachi. —Una mujer con una cicatriz. ¿Algo más?

De un momento a otro ellos ya se habían ido por lo que solté un suspiro, comencé a caminar para buscar a aquella mujer; mientras iba caminando me iba congelando aún más y debía de hacer algo enseguida o moriría congelada.

Miré en las tiendas del lugar buscando una capa o alguna prenda que me abrigara, pero no había nada y entonces opté por comprar una taza de chocolate caliente.

Iba con la taza de chocolate en mis manos, miré hacia los lados esperando a que no se encontraran Itachi o Kisame y entonces al asegurarme que no se encontraban, levanté un poco mi máscara dejando al descubierto mis labios y bebí de aquel chocolate caliente.

Sin embargo, antes de poder tomar otra probada, alguien me había empujado por la espalda y todo mi chocolate caliente cayó al suelo.

—Lo siento. No me fijé por donde iba. —decía la persona que chocó conmigo. —¿Se encuentra bien?

Tomé un Kunai con rapidez y me giré posicionando así aquel Kunai en su cuello, aquel hombre con lentes me miraba sorprendido.

—Eso me ha costado bastante dinero. —digo con molestia. —No me pagan lo suficiente...no, ni siquiera me pagan para poder costear lo que acabas de tirar.

—Te compraré otro. Así que baja el Kunai.

Me sentía muy molesta e iba a cortarle el cuello, pero antes de poder hacer algo nuevamente apareció aquel Uchiha deteniendo mi mano.

—¿Qué haces, fracasada? —preguntó fríamente mientras me alejaba, pero sin dejar de tomar mi muñeca. —¿Qué es lo que haces aquí? ¿Estás siguiéndome?

—Tengo mejores cosas que hacer que estar siguiéndote. —digo hosca mientras de un manotazo alejaba su mano. Iba a hacer algo en contra de él, pero detrás de ello vi a la mujer que describió Itachi. —Debo irme.

Di un salto sobre ellos para comenzar a correr hasta donde se encontraba la mujer, la mujer al percatarse de mi presencia comenzó a correr y entonces se adentró a un callejón.

Cuando fui al callejón no la vi, pero no había manera que pudiera escapar debido a que el callejón era uno sin salida.