Después de haber dejado a mi prometida (tengo que acostumbrarme a ese termino) frente al edificio de la universidad y haber arruinado un poco el día de Elliot besando a la persona que le gusta frente a él decidimos hacer nuestro camino de regreso por el corredor de la muerte (mejor conocido como el camino hacia el castillo de Amalienborg, en el corazón de la ciudad).
Cuando el auto se detiene en silencio frente a una de las entradas laterales de la residencia familiar siento como mi pulso se acelera al ver al secretario del Rey esperando frente a la puerta sin ninguna expresión que pueda prepararme para lo que sea que está por suceder dentro de casa.
Uno de los guardias abre la puerta para mí y cuando bajo de este los tres hombres frente a mi hacen una reverencia dejándome entrar seguido de Elliot y Thomas quien es consciente de que estoy en problemas, y al ser cercano a la familia, parece que realmente está divirtiéndose con mi notorio nerviosismo, lo cual es un poco molesto, pero cuando padre decida que está muy molesto por haber hecho enojar a su esposa, estoy cien porciento seguro de que los hombres que me acompañan no podrán escapar de unas cuantas palabras de su majestad.
- Alteza, sus majestades lo esperan en el comedor para desayunar.
Estoy muy seguro de que madre no quiere verme justamente para comer, pero un estudiante de maestría es lo suficientemente inteligente para saber que si la reina quiere tener unas palabras con él debe jugar la carta de hijo obediente y solo soportar lo que sea que esta por pasar, así que después de asentir con la cabeza sigo a Thomas por los pasillos en silencio mientras espero que el secretario del rey esté haciendo una oración por el pobre diablo que lo sigue temeroso a la sala de ejecuciones.
Llegamos frente a la temida puerta café que me separa de una conversación que claramente no quiero tener y antes de que uno de los mozos abra la puerta para mí intento relajarme respirando pausadamente pero todos saltamos en nuestros lugares cuando una voz molesta se oye desde adentro:
-¡Entra ya, Ashton!
La puerta se abre de inmediato y un pequeño escalofrío recorre mi espalda cuando veo que mis hermanos menores no están en nuestra bella comida familiar, (clara señal de que esto es realmente serio). Entro al comedor y me detengo frente a mis padres haciendo una reverencia, me incorporo y me acerco a madre besando su mejilla y casi suspiro de alivio cuando veo el pequeño asomo de una sonrisa en su rostro, (claramente no puede resistirse a los encantos de su hijo favorito), me acerco a padre y se que no debo hacer ningún movimiento al ver su evidente molestia por lo que solo me siento a su izquierda en silencio esperando a que alguien decida pronunciar la primera palabra.
- Traigan a Thomas en este momento.
No, por favor no. Sabía que todos tenemos la probabilidad en contra de una conferencia de mi padre a las ocho de la mañana, pero en el momento en el que Thomas esta dentro de la conversación se que padre va a jugar la carta de Rey y querrá tener dos cabezas en su mesa y no solo la mía.
La puerta se abre de nuevo y Thomas entra sin mostrar una pizca de nerviosismo y hace una profunda reverencia incorporándose hasta que se cierra la puerta detrás de él para después ver fijamente al frente con toda seguridad simplemente aceptando su destino.
- Majestades, Alteza.
Padres se quedan en completo silencio y yo solo doy un trago al vaso de agua enfrente de mí saltando en mi silla cuando madre decide dirigirse a mí:
-¡No puedo creer tu comportamiento de ayer!, ¡humillaste a esa pobre chica al no asistir anoche! Eres tan... irresponsable.
¿Irresponsable? No es una palabra tan fuerte, grosera sí, pero considerando mi situación podría esperar cualquier otra cosa así que por el momento estoy a salvo, por ahora.
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El Príncipe (I)
RomanceLa tradición dicta que la madre del futuro heredero al trono escoge a quien será su digna sucesora, pero el príncipe Ashton, heredero a la corona tiene un plan completamente diferente a las tradiciones de su familia.