"La casa Real se complace en anunciar el compromiso del hijo de sus Majestades, el Conde de Monpezat y heredero a la corona Danesa, el Príncipe Ashton Poulsen con la señorita Mía Dahl. Su alteza y la señorita Dahl han expresado sus deseos de casarse antes de finalizar este año, por ahora, la casa Real omite detalles del futuro matrimonio, pero extiende sus felicitaciones a la pareja y les desea las mejores de las bendiciones en esta nueva etapa de sus vidas..."
Madre voltea a verme al momento en el que apaga el televisor y yo solo trago con fuerza esperando a lo que sea que esté pasando por su cabeza salga de su boca, porque algo es claramente obvio, y eso es que está molesta conmigo a pesar de no haber hecho nada, es decir, tengo quizá un par de horas de haber llegado de Aalborg, no hay algo que haya podido haber hecho mal si Corlys dijo que fue todo un éxito.
- Sólo dilo, madre, sabes muy bien que no soy un adivino así que habla.
Me ve por un unos segundos más y niega moviendo la cabeza para después darle un trago a su tasa de té mientras la tía Olga nos ve confundida como si yo también supiera que es lo que piensa su mejor amiga, es decir, si alguien tiene la conexión con ella no soy yo.
- Elliot dijo que Mía se veía realmente molesta cuando la dejaste en su casa.
-¿Puedo despedir a Elliot?
- Habla, Poulsen, antes de que tu padre se entere.
- No tengo idea de por qué ella estaría molesta, puedes preguntarle si tienes tanta curiosidad.
La tía Olga me ve con la boca abierta y yo estoy apunto de ponerme de rodillas frente a mi madre para implorar clemencia y decir que soy un atolondrado.
- Madre, yo...
- Que seas adulto no quiere decir que vas a hablarme como te venga en gana, sigo siendo tu madre, niño.
Puedo ver que está realmente molesta por lo que puedo predecir desde ya que tendré una conversación con mi padre sobre como no debo hablarle a su esposa de esa manera y el discurso que vengo escuchando desde que tengo doce años y me ponía insolente.
- Y le pido me disculpe Majestad, he de admitir que su hijo es un atolondrado que ha heredado la belleza de su madre más no su inteligencia.
Tía Olga suelta una carcajada y madre solo la ve intentando ocultar una sonrisa, lo cual considero innecesario porque ella jamás se molesta conmigo y solo está intentando parecer más ruda de lo que realmente es.
- No te quieras hacer el gracioso conmigo, Poulsen.
- Alicia, solo déjalo, mi sobrino ha heredado la misma bellota de cerebro que su padre cuando se trata de hablar con mujeres, no esperes que no sea un atolondrado.
-¿Debo ofenderme, tía?
- Te estoy ayudando, mi joven príncipe.
No lo creo, pero ahora que veo que madre está sonriendo fingiré que lo acaban de decir sobre mí nunca sucedió.
- Ashton...
- Mamá, no quiero hablar de esto con tía Olga aquí, no necesito que toda mi familia sepa mi drama sentimental.
Tía Olga me ve negando con la cabeza cuando se da cuenta que ha quedado fuera de la conversación por lo que se levanta de su asiento para acercarse a mi madre, le susurra algo al oído haciéndola sonreír y luego se acerca a mí palmeando mi hombro para después dejar la Sala de los Siete con la puerta cerrándose detrás de ella.
- Ven aquí, Ash.
Al usar el diminutivo de mi nombre se que no se encuentra molesta, pero que la conversación que vamos a tener no es para nada un juego, y lo cierto es que madre no tiene idea de cuanto lo será, porque después de esto ó pensará que soy un idiota o que simplemente no tengo arreglo.
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El Príncipe (I)
RomansLa tradición dicta que la madre del futuro heredero al trono escoge a quien será su digna sucesora, pero el príncipe Ashton, heredero a la corona tiene un plan completamente diferente a las tradiciones de su familia.