Es ella

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17 de febrero:

-¡No puedo creer que me hayas convencido de que esto es una buena idea! 

¿Convencerla de qué exactamente, de casarse conmigo o de cenar con mis padres? Aunque siendo honesto, no puedo creer que la haya convencido de ambas cosas, y más cuando la cena con ellos fue algo de último momento que quiso hacer mi madre antes de que mi hermana regresara a la universidad y se fuera de casa.

- Si sirve de algo, te ves muy linda.

Está usando un vestido verde de magas largas y debajo de las rodillas que la hace ver más alta de lo que es y unos tacones de infarto que realmente la hacen ver preciosa, esta mujer siempre me ha tenido en sus manos, pero en este momento ella me tiene a sus pies.

- Para agradarle a tus padres no creo que sea suficiente ser bonita.

Me detengo detrás de Mía y ella solo voltea a verme con duda esperando a que siga avanzando, cosa que no voy a hacer hasta que algo quede más que claro, para ella y para todos.

- Eres una mujer increíble y muy inteligente, estás estudiando tu segunda carrera y ya tienes un título, además de contar que el departamento de investigación te ha becado hasta que termines de estudiar, eres aún más interesante que yo y deberías estar orgullosa de quien eres.

 Una tímida sonrisa aparece en su rostro y solo niega con la cabeza acercándose a mí por lo que tomo su mano dándole un apretón y retomamos nuestro camino hacia la sala común en un silencio cómodo.

- Si te sientes incómoda solo dilo y nos iremos.

- De acuerdo.

Nos detenemos frente a las puertas de madera y los mozos las abren para nosotros por lo que caminamos a través de ella para detenernos frente a mi familia mientras yo veo a madre con duda, ¿qué pasó con lo de cena pequeña? Lo que está enfrente de nosotros no es nada como lo que madre prometió, y no es que me moleste, pero le prometí a Mía una cena pequeña y ahora los miembros mas importantes de la familia nos ven a la expectativa lo que claramente dice que madre ya les ha contado que nos casaremos el próximo año.

 Nos acercamos a mi familia y comienzo con las presentaciones según el orden dictado por la etiqueta, que en mi opinión solo es saludar según el orden de sucesión a la corona.

- Padre, madre, les presento a Mía Dahl, mi prometida. 

Apoyada en los cinco minutos de clases de parte de Thomas sobre la forma en la que debía dirigirse a mi familia, Mia hace una reverencia ante ellos y mi padre sonríe tendiendo su mano dándole un cálido saludo, lo que tiene un claro efecto en mi prometida que deja ver como los nervios van quedando mientras presento a los ocho miembros restantes de la familia, (multitud considerando que solo cenaríamos con cuatro).

Bajo la atenta mirada de las mujeres de m familia, Mia y yo tomamos asiento en un sillón de dos plazas en silencio esperando para que la tormenta de preguntas caiga sobre nosotros; no estoy nervioso sobre presentarla ante mi familia, estoy nervioso de los comentarios que puedan avergonzarme frente a mi futura esposa, porque estoy muy seguro de que hay un centenar de ellos que se han guardado durante años para este momento, así que sé que en el momento en que surja la oportunidad mi familia atacará sin piedad, tenemos protocolos y un montón de reglas de conducta, pero cuando solo estamos dentro del circulo familiar más intimo somos como cualquier familia pasando el rato.

- Y bien, ¿Por qué no nos cuentan cómo se conocieron? 

Veo a Mía por un momento y golpeo mi frente mentalmente por no hablar de esto, hay dos versiones de la historia, la familiarmente correcta que hará creer a todos que es un cuento de hadas  y que el destino hizo lo suyo, y la que realmente cuenta como nos conocimos que haría que mi abuela tuviera un ataque al corazón y cambie su forma de verme de manera drástica así que mejor decido que Mía hable por nosotros porque la chica es inteligente y no es capaz de meter la pata.

- Nos conocimos hace dos años durante una conferencia de un libro en la universidad, nos sentamos juntos y como ambos llegamos a la misma conclusión sobre el orador decidimos salir e ir a otra parte a conversar.

Por supuesto... que no fue así, es decir, sí nos vimos en la conferencia, alguna tonterìa salió de mi boca cuando el conferencista hablaba y ella me llamo idiota, al anochecer nos encontramos en la fiesta de un tipo de último año y después de ponernos hasta las trancas, molestarla un poco y que Elliot verificara su edad nos escabullimos hasta su departamento donde tuve la mejor siesta de mi vida, no hay más, nos volvimos amigos, con el tiempo las cosas se calentaron un poco y ahora estamos sentados frente a mi familia mientras todos nos ven con curiosidad.

 -¿Cuanto tiempo han estado saliendo?

Ahora es el turno de Mía de verme con un muy disimulado pánico e intento pensar algo rápido, no podemos decirles que diez días, pero Dios, será difícil recordar todas las mentiras que salen de nuestras bocas así que espero que no quieran saber muchos detalles sobre nuestra relación.

- Quizá un año.

-¿Quizá?

- Probablemente un poco más, ya saben lo que dicen, el tiempo vuela cuando te diviertes.

Angelique ríe desde su lugar y madre niega con la cabeza intentando ocultar su pequeña decepción sobre lo que dije, pero buen Dios, no tengo ni la más mínima idea de que hacer cuando once personas me ven fijamente (sin contar al personal de servicio que ve hacia nosotros de reojo).

- En fin, háblennos sobre la propuesta de matrimonio, lo cierto es que todos estamos muy emocionados con su compromiso, así que no se guarden detalles.

Madre, ¿no prefieres que me ejecuten frente al castillo con todos viendo? A este punto debe saber que su hijo no tiene una pisca de sentido romántico así que no hay una gran historia por contar llena de flores y corazones, solo dos personas conversando a las cuatro de la mañana sobre como los mejores amigos pueden ser almas gemelas y complementarse.

- La noche que debía estar con Lady Hjort fuimos a cenar, algo pequeño e intimo.- La casa de Mía es la definición de pequeño e intimo.-  Después de comer anduvimos por ahí y solo se lo propuse, padre nos ha explicado que no es tanto el lugar sino el momento.- Espero que Mía no se tome en serio lo que estoy diciendo porque la propuesta no fue en el lugar ni en el momento así que tengo que trabajar en algo mejor que la haga feliz y no le recuerde una conversación a las cuatro de la mañana.

- Bueno.- Angelique habla: - Estamos muy felices por ustedes, por supuesto que si hubieran decidido no ocultar su relación hasta este punto sería mejor, a demás esperaba que mi hermano me tuviera la confianza para contármelo y no enterarme por alguien más.

- Mi plan no era este, tal vez si nuestros padres no me hubieran emboscado cuando no habían pasado ni veinticuatro horas del compromiso podríamos haberlo hablado.

- Le digo a mi cuñada, no a ti Ashton.

Mía sonríe y siento como el ambiente se relaja, después de todo, Angelique es el carisma de la corona, y el que ella y mi prometida sean de la edad solo me hace desear que puedan llevarse de maravilla, porque por ahora este es un buen comienzo.

El Príncipe (I)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora