The Black Queen of The Wolves (Is it love?Sebastián) [TERMINADA]

32.SANGRE CURATIVA

Nicolae en la foto(L)

SERENA

Sentía burbujear mi cuerpo, la electricidad me envolvía y los huesos crujían uno por uno. Escuchaba voces alrededor sin poder identificar una voz conocida de entre todas las que había. Deseaba abrir los ojos pero no podía, me encontraba muy débil. Sentí como abrían mi boca y un líquido cuyo sabor reconocí de inmediato, se deslizó por mi garganta haciendo que mis huesos se calmaran. Poco a poco, las energías comenzaban a emerger, pero mi cabeza embotada y el esfuerzo de transformarme era tal, que cualquier resquicio de luz me molestaba en los ojos.

Unas manos comenzaban a zarandearme mientras me susurraba al oído. Deseaba mirar el rostro de aquella persona, pero mis párpados pesaban demasiado, impidiéndome despertar.

-Cielo...despierta por favor...amor no me abandones....

"¿Sebastián...Sebastián?"

Quería despertarme pero no lo lograba; estaba bloqueada en este agujero negro tan profundo que no podía ver la superficie.

-Serena...te vas a poner bien...

La voz de Minerva comenzó a escucharse nítida en mi cabeza. Necesitaba salir de aquel letargo, sino me volvería loca.

MINERVA

Me encontraba en casa durmiendo por décima vez en el día. El embarazo iba realmente bien pero el sueño era algo de lo que no me libraba. Mi amado Nicolae estaba a mi lado con su mano en mi barriga como cada noche; era su forma de demostrarme su protección.

Su mano cálida siempre aliviaba mis calambres y patadas de nuestro pequeño. Su calor era tan agradable que hacía dormir hasta a la fierecilla que había dentro de mí.
Me levanté a la cocina con un hambre inmensa. Cuando tomé una manzana de la bandeja me aproximé a la ventana observando la belleza de la luna que se reflejaba en el lago. Entonces me percaté del lobo que había acostado en la orilla;parecía herido.

Corrí al dormitorio para despertar a Nicolae,¿Y si el enemigo había vuelto?
—¡Nicolae,Nicolae despierta!
Él se despertó de golpe tomándome del rostro con gran preocupación.

—¿Que ocurre?¿Estás bien?

—No soy yo la que está mal; hay un lobo herido a la orilla del río. Tengo miedo Nicolae,¿Y si han vuelto?

Nicolae me abrazó con fuerza besándome en los labios antes de salir de casa. Corrí hasta la ventana para observar que todo andaba bien.
Al ver que todo estaba tranquilo, decidí salir para ir a buscar al rey y avisar de que un lobo de la manada había sido herido.

Corrí lo más que me dieron las piernas teniendo cuidado de cualquier peligro, pero entonces encontré a Sebastián tirado en el suelo inconsciente.

-¡Dios mío Sebastián, despierta! ¡Sebastián! ¡Ayuda por favor!

La sangre salía por su nariz sin cesar, ¿Qué le estaba ocurriendo?

Oh dios mío, ¿Y Serena?

Entré corriendo a la casa llamándola a pleno pulmón pero no la encontré; ella no estaba en casa.

Corrí al exterior viendo a lo lejos a Nicolae llevando al lobo en brazos de camino a casa. Corrí hasta el con lágrimas en los ojos.

-¡Nicolae, el rey ha sido herido y no está Serena!-Le dije con gran dificultad.

-Tranquila amor mío, respira; recuerda el bebé. Voy a llamar a los chicos y traeremos a Sebastián para curarle. Tú atiende al lobo; tú entiendes mucho de remedios y estoy seguro que podrás curarle.

-Haré lo que pueda.

Entré a casa donde el lobo estaba acostado en el sofá. Me acerqué a él escuchando unos débiles quejidos mientras estaba inconsciente. La sangre brotaba de su zona trasera de forma abundante, entonces me percaté de un débil olor a fresas, pero sobretodo, olor a madera recién cortada.

¡Oh dios mío es Serena!

Comencé a ponerme nerviosa intentando despertarla por todos los medios. Ella estaba embarazada y una transformación podía hacer daño al bebé e incluso ,matarle. Ahora entendía la sangre; quizás había sufrido algún tipo de desgarro...

Corrí hasta mi armario de hierbas tomando mi libro de medicamentos. Lo primero era despertar a Sebastián. La sangre de él la ayudaría a cicatrizar las heridas internas que tuviera; si queríamos salvar al bebé y a Serena, antes debíamos salvar a Sebastián.

El tiempo corría en nuestra contra. Era preciso que el remedio fuera lo suficientemente potente para despertar a un alfa como Sebastián. La dosis debía ser tres veces mayor y aun así eso no garantizaba nada.

Un portazo en la sala me indicó que los chicos ya habían llegado con Sebastián. Peter y Drogo estaban visiblemente preocupados; ellos no entendían qué había ocurrido.

Me acerqué a ellos.

-Dejad a Sebastián al lado del lobo. La loba es Serena; se ha transformado estando embarazada y eso puede tener consecuencias. Debemos despertar a Sebastián para que le dé su sangre y pueda curar el desgarro que está teniendo antes de que sea tarde.

Ellos asintieron afligidos dirigiéndoles una mirada de ánimo prometiendo que haría todo lo que estuviera en mi mano por salvarlos a ambos.

Mezclé las hierbas implorando que saliera bien durante el proceso. Mi estómago tenía pinchazos una y otra vez debido a los nervios que tenía encima; debía aguantar lo más que pudiera.

Tomé la poción y llegué hasta ellos con gran dificultad; los calambres de mis piernas me estaban matando.

-Debéis...debéis hacer que lo tome todo...

Nicolae corrió hasta mí tomándome de la cintura para que no cayese al suelo. El dolor era insoportable; no podía moverme.

-Cielo, ¿Qué te ocurre?¿Qué te pasa?

Entonces supe en seguida lo que pasaba.

-Llévame al lago, cariño.

Nicolae me sonrió con lágrimas en los ojos y corrió conmigo en brazos. Estaba segura que con Drogo y Peter todo estaría bien.