Ya había pasado un mes desde su llegada a Hogwarts, los tres chicos se encontraban en el Gran Comedor, al finalizar la comida tenían una hora libre y después podrían regresar a sus clases.
En la mesa de los leones nunca se veía a Lily Evans cosa que llamaba mucho la atención de un trío de chicos de Gryffindor. Los últimos días Peter se había alejado mucho, no lo veían en ningún lado más que en clases pero siempre parecía ido.
James pasaba sus tardes libres con Tom, durante el tiempo que llevaban de conocerse había conocido mucho del Slytherin el cual se había convertido en algo muy importante para el.
Era una tarde de Octubre, James bajaba por las escaleras del dormitorio de niños camino a los jardines principales donde había quedado de ver a Tom.
Estaba apunto de salir de la sala común cuando un estruendoso grito lo detuvo, giro hacia el interior de la sala cuando aquel grito se volvió a escuchar, provenía del dormitorio de niñas.
Corrió lo más rápido que pudo hacia la entrada del dormitorio pero está estaba cerrada con llave, los gritos se intensificaban y el no podía hacer nada. La desesperación que sentía iba en aumento, justo cuando sintió que no había nada que hacer una voz le devolvió la esperanza.
- ¿James? ¿Qué sucede? - Pregunto un chico de ojos color miel, era Remus.
- ¡Remus! No sabes lo que me alegro de verte, ven corre - James tomo a Remus del brazo y lo puso frente a la puerta del dormitorio esperando que hiciera algo para abrirla sin embargo este se quedó con cara de no entender lo que sucedía y solo lanzó una mirada confusa a James el cual comprendió al instante que no se había explicado lo suficiente.
- Perdón pero lo que pasa es que... - No logro continuar ya que otro grito resonó dentro de la habitación, con eso Remus comprendió e intento abrir la puerta sin éxito alguno por lo que saco su varita y apunto al picaporte de la puerta.
- ¡James, hazte a un lado! - James obedeció al instante observando lo que Remus iba a hacer.
- ¡Alohomora! - La puerta se abrió de par en par permitiendo la entrada a ambos chicos.
Los gritos parecían haber cesado, ambos se hubieran marchado de no haber sido por que uno más se escuchó solo que este era más fuerte y parecía que quien fuera que lo había provocado se había desgarrado la garganta.
Remus y James corrieron en la dirección del sonido y entraron en la habitación, con la imagen que vieron quedaron aturdidos.
Los muebles de la habitación estaban tirados al igual que los cuadernos y, lo peor, en el centro de la habitación se encontraba tirada llorando una chica llamada Minerva mientras frente a ella se hallaba la mismísima Lily Evans apuntandole con su varita.
Al parecer no se había dado cuenta de que ambos chicos habían irrumpido en la habitación ya que siguió con lo suyo.
- Veo que no entiendes Minerva, dime ¿Cuándo aprenderás a dejar de meterte donde no te llaman? ¿He? No sé tú, pero yo creo que tú desobediencia amerita un castigo... ¡Crucio! - Grito despiadadamente haciendo que la chica se retorciera de dolor.
- ¡Lily! pero ¿Qué haces? ¡La puedes matar! - Grito James de forma desesperada arrodillándose junto a Minerva que no paraba de gritar.
- Lily, detente por favor. Te lo ruego - Suplico el mismo con lágrimas en los ojos, eran pocas las veces que había cruzado palabras con la chica, sin embargo le había parecido agradable y verla ahí tirada gritando y pidiendo que la dejarán era algo muy fuerte para el.
Los gritos de Minerva habían cesado, Lily sonrió con autosuficiencia y llamo a Colagusano, así es, Peter estaba de su lado. Al instante desde el fondo de la habitación resonó su voz.
- ¿Si ama Lily? - ¿Había dicho ama? Esto se empezaba a poner demasiado raro.
- Creo que ya sabes que hay que hacer con este mounstro de aquí - Dijo señalando a Minerva.
- No entiendo cómo es que tú sangre es limpia. Eres una deshonra para el mundo de la magia... Peter - El nombrado se acercó a Minerva y tenía intenciones de tomarla del brazo pero James se lo impidió.
- ¡Déjala! ¡No la toques con tus asquerosas manos Peter! - Grito Remus quien parecía haber salido de su trance, tenía la varita en alto y apuntaba a Peter y a Lily.
En alguno de los jardines del castillo se hallaba Tom, llevaba más de media hora esperando a James e incluso se comenzaba a preocupar ya que el no era de llegar tarde.
Estuvo pensando en que sería lo mejor que debía hacer y concluyó en ir a buscarlo a la Torre de Gryffindor, sabía exactamente dónde se ubicaba y cuál era la contraseña ya que James le tenía una inmensa confianza.
Llegó al lugar exacto y se colocó frente al retrato quién le reconoció al instante.
- Tom, siempre es un gusto verte. ¿Qué te trae por aquí muchacho? - Pregunto el retrato con una sonrisa.
- Pues, he quedado con James pero no ha llegado y... - Tom iba a continuar pero se vio interrumpido por el retrato.
- Oh el joven Potter claro, en realidad el no ha salido por esta puerta. Así que supongo que ha de seguir ahí dentro. - Tom asintió con la cabeza y pregunto gentilmente si podía pasar a lo que el retrato abrió la puerta dándole paso a la sala común de Gryffindor.
Entro en la sala y justo cuando se dirigía al cuarto de James lo escucho gritar.
Giro la cabeza y se percató de que el grito provenía de la habitación de chicas, subió corriendo las escaleras y se dirigió al lugar donde lo había escuchado hallándose con Peter y Remus apuntandose con las varitas, Lily torturando a James y Minerva junto al chico suplicando que parara.
Tom actuó conforme su mente le decía, saco su varita y apunto a Lily quién no dejaba de torturar a James.
- ¡Suéltalo Evans! - Grito Tom mirando con furia a Lily quién mostraba una maniática sonrisa.
- T...Tom.. Ve..Vete.. Ahora... - Dijo James entrecortadamente ya que Lily aún le lanzaba en hechizo torturador.
- ¿Estas demente James? ¡No te voy a dejar! - Grito Tom con furia.
- Mira Potter, ya tienes novio. - Dijo Lily bajando la varita y liberando a James del hechizo, Tom se iba a acercar al chico pero fue detenido por Remus.
- Tom, rápido ve por ayuda, yo tratare de detenerlos - Ordenó Remus con cautela aún sin bajar la varita.
- El no irá por nadie mi querido Remus,me costó mucho llegar a Hogwarts teniendo padres muggles y ni tú ni nadie me va a impedir que logré mi cometido... - Lily alzó su varita y susurro un hechizo que dejó a todos petrificados, después todo se volvió oscuro.
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Amor Contra El Tiempo
FanfictionLas cosas pueden dar un giro irreversible de la noche a la mañana. James Potter, sangre pura y de seguro un futuro Gryffindor. Con toda una vida por delante con nuevas amistades y aventuras en el Colegio Hogwarts, James se ve obligado a pasar sus añ...