Capítulo 8 La Verdad Es Dolorosa

1K 88 8
                                    

El hechizo había terminado, nuevamente nos sentamos en el pasto, Mine saco de sus bolsillos un frasco pequeño y luego se apuntó con la varita lo cual me asustó un poco sin embargo la mirada que me dio hizo que me tranquilizara.

Su varita estaba en su cabeza y después comenzó a alejarla mientras un hilo azul con plata se pegaba a él. Lo colocó en el frasco y luego guardo dentro de su túnica la varita.

- Pon mucha atención Tom - Siseo la chica mientras se acercaba.

- Lo que acabó de guardar en este frasco es el recuerdo de lo que sucedió ese día - Dijo con claridad mientras me entregaba el frasco, lo tome y observe con determinación para luego mirarla a ella.

- Escucha, en el pasillo del séptimo piso se halla la Sala de Menesteres, una sala que aveces está y aveces no, todo depende de los deseos de la persona. Tienes que ir y visualizar una sala en la que las verdades sean descubiertas, tienes que caminar tres veces frente a la pared y ahí aparecerá una puerta...-

Analizaba cada una de las palabras que Minerva me decía, esto iba más allá de mis límites, apresar de encontrarme en mi primer año en Hogwarts las cosas ya se me complicaban.

- Cuando entres a la sala, en el fondo hallarás una vitrina y junto a está se halla un pensadero, debes de vertir el contenido del frasco y sumergir tu cabeza para poder ver las imágenes de mi memoria - Dijo dando por finalizada la explicación.

- Pero hay algo que no entiendo - Dije quedamente mirándola a los ojos

- ¿Qué sucede? - Dijo mientras ponía de pie seguida por mi.

- ¿Cómo es que sabes tanto sobre esto? Ó ¿Cómo es que sabes hacer un Juramento Inquebrantable? - Ella pareció no sorprenderse por mi repentina pregunta, ya lo tenía calculado incluso su respuesta.

- La respuesta a tu pregunta se halla en uno de los frascos del pensadero, úsalo con responsabilidad, las memorias que se hallan ahí harían mucho daño si cayeran en las manos equivocadas - Su mirada era severa, tragué grueso y asentí con la cabeza.

- Escucha, en mi habitación tengo un cuaderno en el cual escribo todo lo que pasó antes de que yo misma me borre la memoria, no vuelvas a buscarme después de que lo haga porque sería peligroso. No volveré a la Sala de Menesteres así que cuida ese lugar con tu vida.

- La chica me sonrió y después se apuntó con la varita en la cabeza, cerró los ojos y en un susurro pronunció el hechizo.

- Obliviate - Me aleje en silencio y cuando llegue a las afueras del castillo mire por última vez a Minerva la cual se preguntaba que hacía ahí.

Mi único objetivo por el momento era entrar a la Sala de los Menesteres para descubrir la verdad sobre todo esto.

Camine por los pasillos repletos de alumnos que salían de su clase, e incluso me encontré con mis amigos pero en ese momento en lo único que pensaba era en llegar al séptimo piso. 

Me encontré con una pared vacía pero fue ahí donde recordé las palabras que Minerva, pensé en una sala en la que la verdad fuera revelada y luego camine tres veces frente a la pared, me pose nuevamente frente a está y donde antes se hallaba una pared vacía ahora había una gran puerta de mármol color marrón con detalles en negro.

Abrí la puerta y dentro se hallaba una pequeña sala con una mesa y chimenea, al fondo tal y como dijo Minerva se hallaba una vitrina llena de frascos con etiquetas y junto a esta se hallaba el pensadero.

Me coloqué frente a este y saque el frasco de mi bolsillo de la túnica, abrí la tapa y luego mire detenidamente el agua que se hallaba en la tipo charola, sin más, vertí el contenido del frasco y sumergí mi cabeza en el, al instante las imágenes de lo que había sucedido se presentaron frente a mi.

~Recuerdo de Minerva~

La chica caminaba con dirección a su habitación, después de un día cansado pensó que sería bueno dormir unas horas antes de la cena. Puso su mano en el picaporte de la puerta dispuesta a abrirla cuando dos voces llamaron su atención.

- Ya te he dicho Colagusano, para llegar al poder hay ocasiones en las que hay que usar la fuerza - Decía una de las voces tras la puerta, Minerva la identificó, se trataba de Lily.

- Si mi señora, usted sabe que yo haría lo que sea por usted - Respondió el otro, si Lily lo llamaba por Colagusano seguro debía tratarse de Peter.

Minerva decidió que lo mejor era marcharse pero al dar la vuelta para salir de la habitación de niñas chocó contra una mesa que se hallaba en el pasillo y calló al piso.

El golpe había sido duro así que los integrantes que se hallaban en la habitación abrieron la puerta encontrándose con una Minerva tendida en el suelo mientras se sobaba el brazo, donde había recibido el impacto.

- Así que espiando ¿he? Nunca pensé eso de ti Minerva - Dijo Lily con malicia, Minerva se tenso al instante. Peter la tomo del brazo y la metió en la habitación, ya dentro la tiró en el suelo justo a los pies de Lily la cual jugaba con su varita.

- Tu que dices Minerva, ¿Cuál crees que sea el castigo más adecuado para ti? - Dijo Lily mientras se inclinaba para ver a Minerva a los ojos la cual la desafiaba mostrando una amplia sonrisa.

- Es difícil la decisión, pero que es lo que querrá la princesa de las Serpientes, o debo decir de los Leones - Esto último hizo que a Lily le saliera humo por las orejas de la rabia que sentía, sin embargo logró tranquilizarse un poco.

Peter cerró la puerta que conducía a la habitación de chicas con llave y luego regreso al cuarto donde estaban Lily y Minerva, Peter se retiró un poco hasta que no fue visible ya que estaba en la oscuridad.

- ¡Crucio! - Grito Lily provocando que Minerva se retorciera de dolor; cuando el hechizo dejó de dañarla, ambas se batieron en duelo tirando los muebles más cercanos, Lily acorraló nuevamente a Minerva en el suelo y continuó torturandola con el hechizo Cruciatos.

Los gritos de la castaña se incrementaron, luego por la puerta entraron Remus y James.

- Lily pero ¿Qué haces? - Dijo James mientras se arrodillaba junto a Minerva intentando consolarla.

- Por Merlín Lily la vas a matar - Dijo Remus perturbado mientras apuntaba a Lily con la varita.

- Colagusano ya sabes que hacer con este monstruo - Dijo con odio refiriéndose a Minerva; Peter se acercó intentando tomar a la castaña del brazo pero James se interpuso

- ¡No la toques con tus asquerosas manos Peter! - Gritó Remus apuntando con su varita a Lily y Peter, de un momento a otro Lily se encontraba torturando a James junto a una Minerva llorando a mares, por la puerta vio como él mismo entraba con varita en alto.

- ¡Sueltalo Evans! - Gritó mientras apuntaba a Lily la cual se carcajeo de ver el dolor en los ojos de James - Mira Potter, ya tienes novio - Vi con odio a Lily hasta que James hablo.

- T...Tom.. Ve..Vete.. Ahora... - Abrí los ojos a más no poder, eso era justo lo que James me había dicho en mi sueño el día que llegamos a la enfermería, eso quería decir que lo que vi no había sido un sueño más bien un recuerdo.

Me concentre en la memoria de Minerva y vi con esta se alejaba mientras que Remus me pedía que fuera por ayuda fue ahí cuando vi a Lily reír estruendosamente.

- El no irá por nadie mi querido Remus, me costó mucho llegar hasta aquí teniendo padres muggles y ni ustedes ni nadie me van a impedir que logre mi objetivo - Entonces la vi alzar la varita y pronunciar en un susurro pero con la voz cargada de desprecio el hechizo desmemorizador.

- Obliviate - Dicho esto vi como James, Remus y yo nos desplomabamos en el suelo.

- Inventa alguna excusa y llévalos a la enfermería, y no quiero testigos - Dijo refiriéndose a Minerva, de ahí, las imágenes desaparecieron.

~Fin del Recuerdo~

Amor Contra El TiempoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora