Capítulo 20 Propuesta

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- Remus nos estas asustando, ¿Qué es lo que ocurre? - Pregunto Bella poniéndose de pie, el oji miel se sentó en un mueble y todos lo miraron esperando su respuesta.

- James... James esta esperando un bebé - Dijo de golpe. En la entrada de la habitación se escucho como un vidrio calló destrozándose en cientos de pedazos.

Los chicos voltearon en la dirección del sonido y se encontraron con Tom quien lucía mas pálido de lo normal.

- Tom - Susurró Minerva intentando acercarse al castaño. El chico retrocedió un poco para darse la vuelta completa e irse corriendo.

- Esto significa problemas - Dijo Severus soltando un pesado suspiro. - Muchos problemas -.

Tom corrió por todos los pasillos empujando a los alumnos que salían de sus clases para tomar un descanso antes de la cena. Llegó a las mazmorras y grito la contraseña abriéndose paso en la sala común de Slytherin.

- Hola Tom - Dijo una chica de quinto año a la que Tom solía ayudar en Transformaciones. - Me preguntaba si... -

- Lo siento Sharon pero hoy no podré -El chico corrió por el pasillo que conectaba las habitaciones de chicos con la sala común. Entró y cerro de golpe colocando hechizos de silencio y de protección.

Corrió hasta la chimenea que adornaba la habitación y sacó la varita de su túnica.

- Muéstrame a James - Hizo un movimiento con la varita y sobre la chimenea apareció la imagen de James quien se encontraba sentado en uno de los sillones de su sala  común.

La sala común se hallaba vacía a excepción de un joven azabache que se encontraba sentado frente al fuego. Tras él, llegó una pelirroja y lo tomo por los hombros.

- James, cariño. ¿Qué haces aquí tan tarde? - Pregunto la chica.

James sonrió suavemente y la miro a los ojos.

- Lily, yo... debo hablar de algo muy importante contigo - Susurró James bajando la mirada. La sonrisa que adornaba el rostro de Lily Evans se borro de inmediato.

- ¿Qué es lo que pasó James? - James suspiro y vio a la chica con lágrimas en los ojos.

- Yo... estoy esperando un bebé - La chica se puso palida, y no por el hecho de saber que su "novio" la había engañado, más bien porque sospechaba quien era el padre.

- ¿Quién es el padre? - Susurró la chica intentando no desmayarse.

- No lo se... quien quiera que sea, me borro la memoria - Respondió James con pesar mientras se recargaba en el respaldo del mueble.

- Hey cariño, a mi no me importa... es mas, si tu me lo permites, yo puedo ser la mamá de tu bebé - Tom desde su habitación palideció, él jamás permitiría que Lily se acercara a su hijo.

- ¿No estas molesta? - pregunto James con curiosidad incorporándose en el asiento.

- Para nada, estoy feliz. Ese bebé es lo que nos va a unir aun mas como pareja - James sonrió y se lanzó a los brazos de la pelirroja.

- Gracias Lily, no sabes lo feliz que me hace que tú estés de acuerdo con que yo tenga a este bebé - Lily sonrió falsamente y beso a James.

- Será nuestro pequeño... - James saco del bolsillo de su túnica una pequeña cajita negra.

- Esperaba hacerlo en otro momento pero, je... Lily Evans - James se arrodilló frente a la chica y abrió la cajita - ¿Aceptarías casarte conmigo? -

La chica se cubrió la boca con las manos por el asombro, todo iba tal y como ella lo había planeado.

- Si, claro que sí James - Ambos se fundieron en un beso y la imagen desapareció.

Tom se tumbó en su cama y se limpio las lágrimas de las que él no se había percatado hasta ahora. Tiro las cosas que hallaban en mesa de noche y rompió en un interminable llanto.

Ya habían pasado meses desde aquella noche en la que Tom vio a James y Lily. Los chicos se enteraron de la boda hasta el día siguiente cuando James le dió la noticia a sus amigos.

Tom no había salido de su habitación más que para presentar sus exámenes finales. Casi no comía y se la pasaba bebiendo, eran varias las ocasiones en las que había terminado en la enfermería por sobredosis de alguna opción o por lo tomado que se hallaba.

Sus cambios de humor eran muy frecuentes e incluso había intentado suicidarse, de no haber sido por Minerva y Cissy que lo encontraron desangrando, él ya estaría muerto.

- Tom, ya es hora de irnos - Dijo Bella desde la puerta del castaño.

- Voy en un momento - Respondió. La chica suspiro y se fue cerrando la puerta del Slytherin.

El chico entro al baño y se miró en el espejo. Estaba más pálido, sus ojos estaban undidos de tanto llorar, sus labios estaban secos y estaba más delgado. Se había deteriorado en tan poco tiempo, tiempo en el que había preocupado a sus amigos, en el que pudo hacer algo por recuperar a James.

Con su varita se colocó un hechizo, parecía que nada había pasado, que no había llorado, que no había dejado de comer, se veía igual que la última vez que los demás lo habían visto.

Salió por última vez de su habitación en las mazmorras y cerró, dejo su baúl entre otras pertenencias en el recibidor y entro en el gran comedor donde lo esperaban sus amigos.

- Bienvenido de vuelta amigo - Dijo Lucius abrazando a su amigo quién lo abrazo de vuelta.

Después de la cena y que se despidieran de los jóvenes de séptimo año, todos abordaron el tren listos para volver a casa. Sirius, Severus, Remus y Minerva se quedarían en la casa de Tom, ya que ésta se encontraba vacía y el castaño no quería dejarla abandonada.

Lucius, Bella y Cissy prometieron que los alcanzarían en una semana. Y así, sin más, se despidieron esperando el momento para volver a verse y continuar con aquello que se había metido en sus vidas y les había causado tanto dolor, aquello que los separó pero que también los unió. Aquello con el nombre de Lily Evans.

Amor Contra El TiempoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora