Mi retorno al yaoi, por petición.
Era un hermoso día en la residencia donde normalmente habitaba la Viceministro Relena Darlian, puesta, claro está, por el consulado terrestre; al alrededor, adornado artificialmente para que pareciera un paisaje que se armó caprichosamente, corría una fresa brisa, alborotando los árboles frondosos que no eran originarios de ese lugar, así como aquellas aves que iban de pasada por el lugar... nada que ver con los que están dentro de aquella mansión.
-¡Ya verás! –Se escuchó la voz de Duo, detrás de una enorme puerta blanca cerrada. -¡Hey! Eso es trampa, no es válido... ¡Con un demonio!
Wufei tenía cerca de cinco minutos parado frente a aquella puerta, que daba al salón de juegos, suponiendo lo que sucedía al otro lado; tomando un tanto de valor, abrió la puerta de golpe, de donde provenían los insultos más candentes que, por seguridad, no pondremos aquí, haciendo entrar la brillante luz del sol en ese oscuro agujero. Lo primero que vio fue a un demonio de la oscuridad, el cual fue fulminado por la luz y se erizó cual gato furioso.
-¡HEY! –Gritó Duo, a la defensiva, cubriéndose el rostro con la mano. -¿Qué demonios te pasa?
-No estamos aquí para jugar, recuerda. –Dijo el 05, como si su compañero preventivo fuera un chiquillo de diez años. –Así que deja ese maldito aparato de una buena vez, y comiences a hacer...
Wufei calló precipitadamente al observar que el compañero de juegos del 02 era nada más y nada menos que Heero Yuy, convertido en un tétrico zombi de ojos irritados con un control de Play Station 64 (¿?) en las manos, que lo miraba como si fuese un desconocido.
-De todas las personas que conozco, eres el último al que esperaba ver con este tarado. –Exclamó el 05. –Has caído totalmente de mi nube.
-Me retó. –Fue la respuesta del zombi.
-Por todos los... ¿desde qué horas están aquí?
-Desde las tres. –Contestó Duo, ya más acostumbrado a la luz.
-¿Las tres? –Se miró el reloj de pulso. –No creo que tengan aquí menos de 20 minutos, si no los he visto desde ayer.
-¿Ayer? –Heero se extraño, incorporándose del cojín gigante donde estaba sentado, escuchándose el típico tronar de algunos huesos al estar en la misma postura durante algún tiempo. -¿Qué día es hoy?
-Jueves. –Frunció el ceño, sospechando algo tenebroso. –No me digan que están aquí desde el día de ayer...
Hubo un denso silencio de certeza, donde ninguno de los dos se movió, silencio que se vio interrumpido por el apresurado andar de unos zapatos de tacón por el pulcro pasillo.
-Oye, Wufei. –Relena apareció junto a él, mirándolo con una sonrisa fresca y jovial, portando un impecable traje de falda y saco color azul cielo, blusa blanca y corbatilla de encaje, con el largo cabello castaño atado con una cinta. -¿Encontraste a Heero, o también hoy me acompañarás a la asamblea? –Se giró un poco, mirando al mencionado en su faceta de zombi. –Oh, Heero... aquí estabas...
-¿Cómo? –Tiró el control al suelo, pero no cayó al haberse metido Duo entre sus pies para atraparlo. -¿La asamblea? ¿Fuiste con Wufei?
La chica se giró un poco, para evitar que el muchacho observara el gesto de su rostro.
-Claro que tuve que ir. –Contestó Wufei. –Tú no apareciste en todo el día, y ya comprendí por qué tampoco Duo estaba.
-Esta vez iré yo. –Sentenció.
-Claro que no, tienes cara de drogadicto.
Esa discusión tan curiosa le había picado a Duo... y dentro de poco no podría evitar que su boca certera se abriera para hablar alguna tontería... tenía que resistir el impulso, pero el silencio que súbitamente los había rodeado lo hacía totalmente difícil de contener... pronto saldría de su boca sin que pudiese evitarlo...
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Atrapados
FanfictionDuo quiere a Heero, pero él no está interesado.Quatre quiere a Trowa, pero éste ni lo hace en el mundo... y todas esas estúpidas y graciosas historias que están alrededor de su intento por que les hagan caso. Un reverendo caos, si. Yaoi. Comedia osc...