En el estrepitoso cumpleaños de Relena

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-¡Ya son las doce! –Gritó Dorothy desde arriba de la barra del mini bar, donde el barman podía verle hasta la consciencia.

Hubo un ruidoso bullicio de los invitados, algo de gritos mezclados con silbidos y cosas altisonantes que no llegaron a los pulcros oídos de la festejada; al lado de la barra se abrió el suelo de forma misteriosa (cosa que indignó a los tres pilotos que miraban el espectáculo), saliendo de allí un DJ con luces, bocinas, láseres y su paleta de botones, haciendo sonar la estrepitosa música tecno agradable para bailar como desaforados.

-¡Wow! ¡Maravilloso! –Gritó la inocente Hilde, asombrada por el espectáculo que casi deja ciegos a algunos con los láseres de alta potencia, que desviaba aviones y hacía cirugías oculares sin preguntar.

-Cada vez que pasa algo así me pregunto si no me han vaciado droga en la bebida otra vez. –Murmuró Trowa, con la bebida en la mano, la cual se llevó a los labios como si no hubiese dicho tal cosa.

-¡FELIZ CUMPLEAÑOS SEÑORITA RELENA! –Gritó Dorothy por el micrófono del DJ, provocando un horrible chirrido que taladraría los oídos de algunos por varios años de forma crónica.

Todo el mundo comenzó a bailar con entusiasmo, tumbando vasos, platos y copas de vidrio, dejando a Peygan realmente deprimido por el caos (que estaba sumado al confeti, las flores, el papel picado, y restos de comida pisoteadas por desconsiderados); Duo jaló inmediatamente a Hilde hacia la orilla de la piscina, puesto que la chica no conocía más que a la loca y a la festejada, comenzando a bailar con ella en ese lugar. Quatre y Trowa, mientras tanto, miraban a Heero subir al techo de palma del mini bar, escapando de la terrible Silvia Noventa cual soldado en plena guerra.

-No sé, me da la impresión de que las mujeres que aparecen en este fanfic están locas. –Exclamó Quatre.

-Relena no lo está. –Le contestó Trowa, mirando celosamente a Duo y Hilde bailar.

-Claro que lo está, solo que no lo aparenta tanto.

-¡Yo tampoco lo estoy! –Gritó Hilde desde su sitio.

No estés tan segura.

-Ehm, Trowa. –El 04 le miró, con una timidez casi femenina, aprovechando que ahora lo tenía solo para él en ese momento. –Ahora que tú sabes... de lo mío, ¿no te has preguntado si hay alguien que me guste?

-Bueno, pensaba que te gustaba Dorothy, pero ahora que sé que te gustan los chicos...

A Quatre se le desquebrajó la cara al escuchar eso.

-¿Por qué me miras así?

-¡Trowa! ¡¿Pensaste que me gustaba Dorothy?! Oh por...

-Oye, te desmayabas al verla...

-¡No puedo creerlo!

-Lo siento, no es que me dé cuenta de lo que ocurre.

-¡Ya me di cuenta!

-Ya, no tienes por qué disgustarte tanto.

Trowa se miraba molesto... desde que llegó Hilde; a Quatre también le caía mal Hilde, su cara ñoña, su actitud de niña inocente, su sonrisa tan femenina con tremenda cara de macho... sabía que era como la hermana de Duo, pero esa molestia que veía en Trowa era... cayó en cuenta inmediatamente, como si una pieza ensamblara automáticamente en un gran rompecabezas mental, y su sorpresa fue notoria.

-Te gusta Duo. –Soltó todo como si fuese una sola palabra.

El 03 se estremeció notoriamente, dirigiéndole la mirada indignada, como si lo hubiese atrapado haciendo una fechoría de la que se quería deslindar.

AtrapadosWhere stories live. Discover now