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SungGyu se encontraba recostado sobre la cama de WooHyun, ambos tendidos sobre sus espaldas mirando al techo. El mayor de ellos tomó la pequeña mano de su novio y la observó meticulosamente mientras vagaba entre olas colosales de pensamientos sobre esto y aquello. Nadie hablaba, solo el silencio de la noche los rodeaba.

Mientras tanto, SungGyu pensaba que nunca había escuchado tantas veces las palabras pene, azotes y nalgas en una sola noche. 

–Tu mamá es única –Murmuró mientras apretaba su mano alrededor de la otra. WooHyun unió sus dedos a los otros y soltó un suspiro. 

–Ella lo está haciendo bien ahora. Hace algún tiempo que no la veía tan bien y vivaz. 

–Es genial saberlo, siempre es bueno recordar nuestra motivación. Y tener a las personas que amamos cerca es un buen motivo para levantarse luego de cada caída. 

–¿Siempre eres tan cursi? –Se burló pero sintió las cosquillas que le causaban las palabras en su interior. 

–No, a veces paro para dormir –ambos rieron. 

El mayor levantó su torso y se sostuvo sobre uno de sus codos para mirarlo. 

–Estoy preocupado por tu situación, es decir, puede que hayan decidido entregar la casa pero ¿Dónde vivirán? No es económico encontrar un nuevo hogar.

La sonrisa lentamente se desvaneció, SungGyu contempló los ojos oscuros del otro. 

–Tenemos algunos ahorros y SungJong está acompañando a DongWoo a buscar un nuevo empleo mientras llega el momento de irnos.

WooHyun acarició su frente. –Estoy tan molesto, me parece injusto y me siento tan imbécil por no poder pensar en algo para ayudarlos. Podría decirle a mamá que les cediera un lugar y-

–WooHyun, tranquilo. No sería justo para ustedes, no podemos poner a tu madre en ese compromiso. DongWoo se hará responsable por esto, SungJong verá que ello se logre y yo... bueno yo seguiré ayudándolos. 

–Pero...

–No creas que no tengo confianza en lo nuestro, es solo que es muy reciente y no sabemos qué nos depara el futuro, es mejor no forzar las cosas.

Entendió, y se sorprendió nuevamente de su madurez, pero luego de oír esa confesión WooHyun se paralizó, estudió el repentino rubor de sus mejillas y juntó el valor para preguntar lo que mantenía su mente ocupada el último tiempo. 

–¿Seguirás con el trabajo por teléfono? –Tenía que preguntarlo, él no quería ser de esas personas que pretendían llegar a la vida de alguien y esperar a cambiarlo, él quería a SungGyu así, de esa forma lo había conocido y no se iba a interponer si quería continuar con ello, pero eso no significaba que no estaría celoso de todos aquellos que pudieran oírlo y mantener esas charlas y apreciar su belleza aunque fuera por teléfono. 

–Bueno... –Comenzó a juguetear con sus dedos sin mirarlo–. Puesto que fue ese trabajo por el cual me metí en problemas, y siendo que mis hermanos ya lo saben, creo que sería mejor dejarlo. 

–¿Lo dejarás porque SungJong te lo pidió? –¿Por qué esa respuesta no le agradaba? 

–Lo dejo por mí, WooHyun. Porque quiero hacerlo, no solo por los problemas que me causó sino también porque no me siento bien en un trabajo de ese tipo. Se supone que sería temporal pero por alguna razón se extendió. Y... –SungGyu levantó su mirada solo un poco–. Porque tengo un lindo novio al cuál quiero escuchar cada noche que no podamos estar juntos y a nadie más que a él.

–Eres un ángel, SungGyu. –Rió levantando su mano hasta sus labios para besar sus nudillos con ternura–. Prometo esforzarme para merecerte porque aún siento que no soy suficiente –Admitió. 

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