VIII: "EN LA PLAYA"

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           CATALINA POV:

Anoche Jared se había ido luego de cenar conmigo y mis hermanos. La cena les había quedado muy buena.

Justo ahora estaba en la entrada esperando a que viniera por mi. Insistió en que fuéramos en su auto y no pude negarme.

A pesar de no ver colores pude ver las enormes ojeras que me adornaban los ojos ya que no había podido dormir pensando en los besos y palabras de Jared.

Realmente deseaba poder superar mis miedos y darle esa oportunidad que él buscaba. Aunque el hecho de sentir que él merecía algo mucho más que un vacío corazón me comía las entrañas.

Veo como su auto se acerca y él baja de este para acercarse a mi con una sonrisa hermosa.

- Hola naranja, realmente te queda hermoso ese vestido. - alaga después de darme un beso en la frente.

- ¿Cuando vas a dejar de llamarme naranja? Ya me siento igual de redonda que una. - digo fingiendo indignación.

- Eres del mismo color, pero...pareces más una naranja exprimida. - fue con ese comentario que se ganó un carterazo.

- ¡Ah! Eso duele. Estoy considerando tenerte miedo.  - dice sobando su brazo.

- Deberías - respondo guiñando un ojo y caminando hacía su auto.

Abro la puerta y me subo en el auto. Espero a que el suba y nos ponemos en marcha a donde sea que vamos.

(...)

- ¿Naranja? Hermosa despierta. - escucho que me hablan a mi lado y es cuando me doy cuenta de que me había quedado dormida.

- Lo siento...creo que el camino fue largo. - digo acomodandome.

- Bastante, tus ronquidos me aturdieron mis oídos

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- Bastante, tus ronquidos me aturdieron mis oídos. - susurra Jared.

Volteo a verlo y tomando mi bolso bajo del auto. A veces dice unos comentarios tratando de ser gracioso pero no ve que solo me molestan.

- ¡CATALINA ESPERA! - grita Jared a lo lejos.

Me detengo pero no volteo. No sabía donde estaba y no podía seguir sola. De hecho...

Volteo a mirar a mi alrededor y puedo darme cuenta de que estábamos en un muelle de alguna playa de algún lugar de las afueras de la ciudad.

Observo todo con sorpresa, nunca había tenido la oportunidad de visitar una playa y menos una tan hermosa. 

- ¿Te gusta? - pregunta alguien dándome un tremendo susto.

- Demonios Jared, no salgas así. Luego te quejas cuando te golpeo. - exclamo volteando a verlo.

- Lo siento hermosa. Me gusta hacerte enojar. - dice sonriendo.

- No deberías, no suelo verme tierna como las demás. Digamos que soy un poco peligrosa cuando estoy molesta. Y mucho más con amiguitos dentro del pantalón. - digo señalando su pantalón y sonriendo irónica.

SACRIFICIO POR AMORDonde viven las historias. Descúbrelo ahora