SACRIFICIO POR AMOR

XXV: "DESPERTAR"

*DISCULPEN MI ORTOGRAFÍA, ACTUALIZACIÓN DE TELÉFONO DE NUEVO. EL FINAL NO SE ENCUENTRA MUY LEJOS Y DEBERÍAN RECORDAR QUE ES MUY PROBABLE QUE NO SEA UNO FELIZ. LOS AMO 😬 BESOS. 😘😘😘*

Tiempo después...

         CATALINA POV:

*No sé cuanto tiempo había pasado desde que estuve consciente por última vez, solo recuerdo aquellas imágenes horribles y luego todo fue oscuridad.

No sabía donde estaba ni cuanto tiempo había pasado, estuve mucho tiempo perdida en la inconsciencia o así sentí que fue.

Podía escuchar todo a mi alrededor más sin embargo no podía despertar o tan solo manejar mi cuerpo.

- ¿Crees que despertará? - escuché la voz de mi hermano preguntar.

- Confiemos en que si. Ella es fuerte y se que saldrá de esta. - era la voz de Jazmín.

- ¿Nos escuchará?

- El doctor dice que puede que si como puede que no. No sabe si su subconsciente está despierto o no.

Luego de eso escuché un resoplo y el silencio reinó.

¿Que me había pasado? ¿No se supone sería una operación normal? ¿Acaso estoy muerta?

Comencé a forzar aquella oscuridad abrumadora que me rodeaba. Intentaba por toda la fuerza del mundo despertar, pero era imposible.

Comencé a pensar...

La vida me pasó en imágenes por mi mente como aquellos comentarios inestables que decían que cuando se estaba a punto de morir sucedía.

¿Estaba yo a punto de morir y por eso vi mi vida entera pasar frente a mi?

Vi a mi hermano y a mi jugando en el jardín, acompañados por Marta. También pasaron muchos recuerdos con ellos, con mis padres y sus discusiones. Vi a mi violador...cuando supe que estaba embarazada, a mi pequeño Joshua en mis brazos.

Pero las imágenes fueron más lentas a medida que pasaba el tiempo hasta que se detuvieron en Jared.

Aquel joven de cabello claro y piel brillosa que había robado mi corazón con la misma fuerza que lo rompió.

Mi corazón seguía amándolo con la misma fuerza que lo hizo cuando estuvo a mi lado. Sabía que muy en el fondo lo había perdonado y deseaba que se encontrara bien.

Volvieron las imágenes de mi hijo y mi hermano Nick y fue cuando me di cuenta que debía despertar.

Tenía personas por las que luchar y muchas cosas por lograr aún. Así que con toda la fuerza que me quedaba comencé a intentar despertar de nuevo.*

El ruido fue haciéndose más fuerte y sentí como poco a poco iba tomando control de mi cuerpo.

Una maquina comenzó a sonar y de pronto sentí unas manos en mi rostro.

- Catalina, Catalina, ¿puedes escucharme? - escucho al Dr. Boilly.

Quería responder pero no podía, mi boca no se movía y aún no tomaba el control completo de mi cuerpo.

- Catalina veo que puedes mover los dedos. Si me escuchas mueve tu dedo ahora.

Le hice caso al doctor y con toda la fuerza que tenía pude mover mi dedo de la mano izquierda.

- Bien, debes intentar abrir los ojos. Necesitamos que luches con todo para que puedas recuperar el control de tu cuerpo. Intenta abrir tus ojos Catalina.

- Vamos hermanita, tú puedes con esto. Lucha, por ti, por mi, por Joshua. Te necesitamos. - escuche la voz de Nick y se escuchaba tan rota que no dude un segundo en comenzar a luchar.

Lo intenté varias veces y nada. Una, dos, tres veces más y a la cuarta sentí como mis párpados se abrían ligeramente.

Era doloroso, mis párpados pesaban como si tuviera dos ladrillos sobre mis ojos.

Aún así seguí intentándolo hasta que por fin pude abrirlos. Los tuve que volver a cerrar por la fuerte luz del lugar pero estos se fueron acostumbrando.

- Volviste... - escuché el susurro de mi hermano pero no pude entenderlo.

Mi mente y vista estaban fijas en lo que el doctor tenía en la mano. Mi vista era borrosa aún pero podía ver bastante.

Sentía como iba obteniendo el poder de mi cuerpo hasta tenerlo todo y fue cuando pude hablar.

- A-agua... - logré decir con la garganta seca y áspera.

Mi hermano fue por agua y levantando mi rostro con cuidado me dio de beber.

Tenía sus ojos hinchados y su cansancio y falta de sueño se notaban a kilómetros.

Volví a ver lo que el doctor tenía y no pude evitar romper en llanto.

Era una tabla con varios círculos de colores distintos con un número dentro de otro color.

Podía ver los colores, podía leer sus números...

Voltee a ver a Nick y lloré aún más al ver su tono de piel y el color de sus ojos.

El se acercó a mi y me abrazó comenzando a llorar en mi hombro. Levanté los brazos como pude y le devolví el abrazo.

- P-puedo...ver...los c-colores...- pronuncié ahogada en llanto.

Mi hermano se aleja un segundo y me observa sorprendido. Sus ojos estaban húmedos y su boca levemente abierta por la sorpresa.

Volteó a ver al doctor y luego me abrazó de nuevo.

- Lo logramos...lo lograste... - escucho su susurro con voz quebrada.

Lo abracé más fuerte y me quedé allí no sé por cuanto tiempo.

- Lamento interrumpir chicos. Debo...analizarla.

Nos separamos para que el doctor pudiera hacer su trabajo.

- Te mostraré varias cosas y te diré sus colores. Luego me dirás si ves los números dentro de las figuras. ¿De acuerdo?

Asiento nerviosa por lo que pudiera resultar. Nunca había pasado por esto y aunque sabía los nombres no sabía como identificarlos.

- Bien, empecemos...

Horas después...

Ya estaba mejor, mi hermano y Jazmín se habían ido a casa luego de mi insistencia, debían descansar ya que hace mucho no lo hacían. Ya podía mover mi cuerpo aunque no debía hacerlo con gravedad.

Resulta que estuve un mes en coma debido a un leve ¿infarto? que tuve. El doctor dice que no es común que alguien joven tenga uno y menos sin problemas del corazón.

Pero que pudo haber sido a causa de un trauma o que la paciente, o sea yo, hubiera sufrido una aceleración maxima durante la operación.

Al estar bajo anestesia no pude atacar contra este y para cuando ellos se dieron cuenta ya era tarde.

Por suerte, solo fue algo leve, pero por desgracia, ocasionó efectos en mi cerebro que me ocasionaron un coma, leve, pero sin fecha de retorno.

Me puse de pie y fui hasta el baño. Tenía curiosidad por ver el color de mis nuevos ojos y como eran.

A paso lento me coloqué frente al espejo y levanté mi rostro.

En ese momento pude esperar todo menos lo que vi reflejado en el. No miré ni mi cabello "naranja", ni mis pecas, ni mucho menos mi piel...

Mi vista se quedó petrificada viendo aquellos ojos que me devolvían la mirada a través del espejo.

No sabía por qué pero al verlos sentí unas enormes ganas de llorar. Sentía que aquellos ojos más allá de darle sentido a mi vida, ocultaban algo más allá de mi entendimiento.