SACRIFICIO POR AMOR

XXVI: "LA VERDAD"

Regreso a la habitación pensando en por qué mis ojos me habían dejado tan aturdida.

Sacudo mi almohada para darle forma y veo como algo cae al suelo. Al tomarlo veo que es un sobre y entonces lo recuerdo.

- La carta...

Me voy al sofá junto a la camilla y me siento en este a observar el sobre entre mis manos.

Pude notar que en la parte de afuera tenía una inicial. Busqué alrededor pero nada, solo tenía una letra.

J.

Mis manos comenzaron a sudar y sentía el corazón acelerarse. Con manos temblorosas abrí el sobre y saqué una carta.

La abrí y de solo ver el saludo ya mi corazón se había estrujado y mis ojos ardian. Respiro profundo y parpadeando varias veces comienzo a leer.

Carta:

Hola, naranja:

Te escribo esto por qué quizás cuando la estés leyendo ya yo no esté.

Lo primero que quiero que sepas es que Te Amo, nunca te mentí, mis palabras y sentimientos siempre fueron reales. Quizás justo en este momento me estés odiando y la verdad es que no me arrepiento de lo que hice. Estoy seguro de que valió la pena si estás leyendo esta carta. Por lo único que voy a pedir perdón es por haber roto tu corazón y por haberme ido de esa forma. Aquellos momentos tan especiales aún siguen en mi corazón guardados con un candado y mucho amor.

Catalina, fuiste y eres el amor de mi vida. Aquella chica gruñona que conocí en aquel avión y aquella chica dulce y sincera que me amó más de lo que yo podía merecer.

Me fui, no por que no te amara, si no por qué así debía ser. Cuida tus ojos, con ellos podrás ver más allá de lo que yo podía hacerlo...

No importa cuanto tiempo pase seguirás en mi corazón. Más sin embargo nunca me busques, no me pienses, olvidame. Olvidame como si jamás hubiera existido y perdóname. Algún día lo entenderás o quizás nunca pero sé que serás feliz. Eres una chica increíble, la mejor que pude haber conocido, tienes mucho por ver y cumplir, no detengas tus pasos por las piedras en el camino, construye castillos y sigue.

Y recuerda: Los sacrificios por amor siempre duelen, pero cuando se hacen por la persona correcta se vuelven beneficios.

Te Amo Mi Naranja

Hasta Nunca

Con amor: Jared.

Me había quedado en shock por un momento. No fue hasta después de leerlo por cuarta vez que comprendo todo.

Corro al baño y me observo al espejo con horror.

Los ojos grises...

El dolor al verlos...

Los ojos de Jared...

- No...no, no, no, ¡nooo! - comencé a sacudir la cabeza y halar mi cabello.

- ¡Noooo! ¡JARED! ¡NOOO! - tomé algo que había sobre el lavamanos y lo lancé contra el espejo haciendo que este se rompiera en pedazos.