V: "SU SILENCIOSO DOLOR"

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           JARED POV:

Me veo tan tonto sentado en mi cama pensando en aquella chica que había robado mi atención desde el primer momento en que me tropecé con ella.

A veces somos tan tercos al perder nuestro tiempo pensando en alguien  que quizás ni siquiera nos recuerda.

Aquella chica tan hermosa como el color de sus ojos o el de su cabello. Pero asi como su cabello era naranja, su humor era rojo.

Es tan difícil ser hombre y vivir con el dedo señalándote y juzgándote por el error que cometió otro hombre. Ojalá y algún día las mujeres entiendan que no todos somos iguales. Que aún quedan esos tontos que aman y sufren en silencio por amor, como yo.

¿Era un cobarde al no atreverme a pararme frente a ella y gritarle lo que siento por ella? Quizás cree que soy un loco, a penas la conozco hace dos días.

- Ya basta Jared. Deja de pensar en ella y ve a buscarla. - dice mi hermana entrando a mi habitación.

- No estoy pensando en ella. - digo desviando la mirada.

- ¿No? ¿entonces por que tienes tu móvil con su chat abierto en tus manos? - pregunta haciendo que observe mis manos.

En efectivo, ahí estaba, había olvidado que también había fallado en el intento de escribirle.

- ¿Casualidad? - digo con duda.

- ¡No seas tonto Jared! ¿Crees que no vi como se veían en el restaurante? Ella obviamente siente algo, pero su mirada demuestra que no tendrás trabajo fácil. - asegura cruzándose de brazos.

- ¿Por que lo dices? - pregunto recordando sus ojos.

- Su mirada es vacía Jared. Es seria, triste, oscura, no lo sé. Pero después de lo que me contaste. Siento que esa chica sufre más de lo que crees. - susurra con un deje de tristeza.

- No pierdes nada con intentarlo. ¿Que tal y te termina queriendo? - pregunta con picardía.

- ¿Que tal y me termina mandando a volar? - contraataco con ironía.

- No sabrás si no lo intentas. ¿O mi hermanito se volvió un cobarde? - pregunta con voz malvada apretando mi mejilla.

Me pongo de pie de un salto y salgo de la habitación escuchando la risa de mi hermana.

Salgo de la casa y me subo a mi auto para ir a su casa. No estaba muy cerca pero mis ansias por llegar y la velocidad del auto me ayudan bastante.

(...)

Me encontraba parado frente al portón de la casa. Los hombres de seguridad me observaban como si fuera un loco desquiciado.

- Señor, ¿espera algo? - pregunta uno de ellos acercándose a mi.

- Mm, yo...si, vine a ver a alguien. - digo dudoso.

- Pues entre de una vez. - responde abriendo el portón.

Camino a paso lento pasando las rejas y comienzo a caminar por el enorme jardín de la mansión. Me sudaban las manos como a una niña.

Ya cálmate Jared. Se hombre y enfrenta las cosas con valentía.

Los hombres también sienten nervios.

Si, pero no tiemblan como mujer.

Cállate, se supone eres mi consciencia. Deberías apoyarme.

Cállate y toca la puerta. Pareces idiota parado ahí como estatua.

Automáticamente levanto la mano y toco el timbre. Me abre una mujer adulta y me sonríe ayudando inconscientemente a tranquilizarme.

SACRIFICIO POR AMORDonde viven las historias. Descúbrelo ahora