Todos deseamos una vida color de rosa, incluso yo la deseaba. Pero...¿quien dice que debe ser rosa para ser perfecta?
Mi vida era gris, en su totalidad. Y si, irónicamente era un fracaso en todo. Para lo único que era buena era para mi trabajo.
Soy...
- Buenas Noches familia Jhonson. - saluda un hombre fornido frente a nosotros.
- Buenas Noches Jason. Ven te presento a mi familia. - saluda mi padre poniéndose de pie.
Le da un apretón de manos y luego un golpe en la espalda. Tontos saludos de hombres.
- Ella es Rose, mi esposa. - mi madre se levanta y va a saludarlo casi aventandosele encima.
- Ella es Andrea, mi hija mayor. Luego le sigue Nicolás, Catalina y por último el pequeño Joshua. Mis cuatro hijos. - nos presenta señalando a cada uno con su nombre.
Todos nos ponemos de pie para saludarlo pero mi atención está más en el chico tras el hombre.
- Un placer señor - digo después de unos segundos.
- Bueno, es un gusto por fin conocerlos a todos. Mi familia es casi igual de grande. - dice levantando ambos brazos para mostrar a su familia.
- Ella es Elena, mi hermosa mujer. Y estos pequeños aquí son mis hijos, Jazmín, Jared y la pequeña Susana. La familia Williams. - presenta con una sonrisa en su rostro.
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Sonreí ante su bonita forma de presentar a su familia. Ambos sonreían de una forma tan especial que me hacía quererlos en un instante.
En mi familia nunca fuimos así de atentos con otros o de cariñosos. Siempre fue uno por cada lado y ya. Solo mis hermanos y yo éramos tan unidos como ellos, pero la felicidad se iba en cuanto uno de los otros tres cruzaba las puertas.
- Un placer conocerlos a todos. Jason me ha hablado mucho de ustedes. Pasen y siéntense. - responde mi padre dejando paso para que se sienten.
Que no se siente a mi lado
Que no se siente a mi lado
Y se sienta a mí lado. Mierda. Lo observo de reojo y no puedo evitar detallar sus acciones y su estilo. Sacudí mi cabeza y me dispuse a comer lo que sea que habían pedido.
