V E I N T E.

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NOTA: Pueden (si lo desean) poner la canción cuando el narrador (Pov) cambie.

Capítulo veinte: Noche de juegos.

Pov Grisselle.

— ¡Kate! —chilló la rubia ante la falta de modales de la pelinegra.

— ¡Grisselle! —se burló su amiga, con una gran sonrisa plasmada en el rostro.

— ¿Podemos ver la película de una buena vez? —inquirió, perdiendo la paciencia con la actitud de su compañera.

—Sí, sí. —Respondió con desánimo su amiga, quién se acomodó en la gran cama y puso nuevamente la película. — Es que me da rabia que la beta y los otros velociraptors lo traicionen —se quejó, sin apartar la mirada de lo que sucedía en la pantalla.

—Es en parte de su misma especie, es lógico que obedezcan a los de su propia especie, sobre todo si es mucho más fuerte y grande —habló tomando una papa de la taza que había llenado la pelinegra.

—Sólo... Me enoja —finalizó su compañera, soltando un suspiro de resignación.

—Ponle pausa un momento. —Pidió poco después. Su amiga la miró con un puchero. — Es un momento nada más —afirmó, con expresión seria.

La pelinegra pausó la película y le prestó atención, animándola a que hablara.

—No respondiste a mi pregunta ayer —recordó, mirando fijamente a su compañera, a la espera de una respuesta a la pregunta que le había hecho la tarde anterior.

<< —Kate. —Su amiga la llamó, parecía pensativa. — ¿De dónde conoces a Alex?

Se quedó sin habla, no sabía qué responder a la pregunta de su amiga, y principalmente no sabía de dónde ella conocía al pelinegro. Todos se miraron, sin decir nada, hasta que ella decidió romper el silencio.

—Yo... —

—Señor, sus padres han venido de visita —informó el ama de llaves, interrumpiendo la conversación y salvándole.

Agradecía la interrupción de la pelirroja, sobre todo porque no sabía qué le había contado el pelinegro a su amiga, y no quería hablar demás. >>

Se quedó pensativa, buscando una respuesta válida para decírsela a su compañera, quién la miraba con atención.

—Lo conocí hace dos años, luego de que te fuiste. Él llamó a casa preguntando por ti y le dije que te habías ido. —Respondió, carraspeando un poco. — Luego lo vi un tiempo después en el hospital, creo que me había dicho algo sobre un familiar y era la razón por la que estaba allí. Lo conocí formalmente esa noche —agregó, tragando saliva a la espera de la respuesta que ella le daría.

—Yo... Lo siento, eso solo que no sabía de dónde se conocían —comentó sin creerle del todo, desviando la vista hacia un punto vacío de la habitación.

— ¿Por qué el interés? ¿Qué relación tenías con él? —su amiga pareció interesarse en el tema, y así dejar de ser el centro, dándoselo a ella.

—Yo... —Pensó detalladamente lo que le diría, no podía contarle todo de una vez. — Salí con él un tiempo, debo admitir que no funcionó —respondió, sin mirarla a los ojos.

Sabía que su amiga le estaba mintiendo o, por lo menos, le ocultaba gran parte de la verdad. No la obligaría a contarle, prefería que lo hiciera por ella misma, por lo cual decidió no seguir con el tema y así ella no se interesaría en saber más sobre su relación con el pelinegro.

She is the FriendDonde viven las historias. Descúbrelo ahora