El Odioso Posesivo De Mi Novio [A.M. #2]

Capítulo Catorce

¡HEY! ¡¡ACÁ HAY SETHZO!! 👉👌
Se que son una pervetidas y que lo leerán aun si dejo la advertencia.
Mejor no dejo nada, solo este aviso :v

Así que sin más preámbulos comencemos ahr😂😂

😈

-SUCIA 🔥😈😃

🌚😈🔥 JAJAJAJA okay ya.

******
[Isa]

Abraham está muy seguro de si mismo, se ve tan sexy, sus ojos brillan.
A mi... el corazón se me dispara y la sangre me bombea por todo el cuerpo, un deseo caliente e intenso me invade el vientre.
Me mira fijamente ¡Madre mía! Es tan ardiente.

-No sabes cuanto te desea, Isa. -susurra.
La respiración se me corta, mis ojos no pueden despegarse de los suyos, alza una mano y me pasa los dedos por las mejillas hasta mi cuello.
Todo mi cuerpo se tensa por un infinito placer, es tan dulce y tan agudo ese dolor que quisiera cerrar los ojos, pero los de él... Me tienen hipnotizada. Besa mis labios con ternura, baja a mi mandíbula, mete sus manos entre mis cabellos, toma mi cabeza y reclama mi boca con tanta urgencia.

-Te amo -murmura entre besos.
Mi lengua se encuentra con la suya, acerca más su cuerpo contra el mio, quita una de sus manos de mi cabeza y con esa misma recorre mi hombro hasta llegar a mi cintura, sigue avanzando, acaricia mi muslo y luego mi pierna.
Él empuja su pelvis contra la mía y así puedo sentir su ya erecto miembro.

Gimo sin dejar de besarle, no puedo seguir resistiendo las desenfrenadas sensaciones -o las hormonas-, que me queman el cuerpo, lo deseo con tanta locura. Lo tome por los brazos y sentí sus bíceps, vaya que los entrenamientos de boxeo lo hicieron fuerte. Subí mis manos a su cara, a su cabello alborotado, tiro suavemente de él y Abraham gime. Deja de besarme, va dejando un camino de besos mojados por mi cuello, pasa entre medio de mis pechos, desliza la lengua por mi ombligo, luego a mi cadera mordisqueándome, pasa nuevamente su lengua por todo mi abdomen hasta llegar a mi otra cadera.

-¡Ah! -gemi a lo alto.

No pensé que haría algo así, no pensé sentir su lengua recorrer mi cuerpo. Es excitante. Apoyo las manos en su cabello, tiro suavemente para intentar calmar mi respiración acelerada, levanta la cara y sus brillantes y ardientes ojos marrones me miran a través de sus pestañas, sus manos atrapan mis pechos y los masajea por sobre el sosten, recorre mis caderas con las suaves yemas de sus dedos, gemi al sentir su contacto tan alucinante.
Pasa la nariz por el vértice en el que se unen mis muslos. Lo siento junto a mi sexo.